martes, 1 de septiembre de 2015

¿POR QUÉ TANTA ESTUPIDEZ?

 ¿POR QUÉ TANTA ESTUPIDEZ?

  






(No deja de sorprender que la sociedad catalana, la sociedad más avanzada de España, prácticamente en todos los ámbitos, alcance niveles sorprendentes de indignidad y estupidez. ¿Cómo ha sido posible?


Muy fácil. Más de treinta años machacando las conciencias por medio de la prensa, radio, televisión y sistema de enseñanza/adoctrinamiento, han dado sus frutos.


Mientras tanto, PP/PSOE mirando para otro lado. Recuerdo unas declaraciones de Zapatero- entre otros muchos, preferentemente de
la izquierda- diciendo que en Cataluña había plena normalidad en el tema lingüístico.


Pues eso. El adoctrinamiento generalizado- Cataluña está oprimida por España- durante más de treinta años ha producido los efectos esperados. Ya es un milagro que haya tanta gente decente en Cataluña.)





 ¿POR QUÉ TANTA ESTUPIDEZ?



 

 EL 3% Y EL OCTAVO PASAJERO.
 

Es más que probable que la banda del 3% logre engañar a un porcentaje mucho mayor de ciudadanos con la especie de que los registros en la sede del partido, su fundación y los ayuntamientos de su órbita son una artimaña contra el proceso separatista y su líder, Artur Mas, un ejemplo más del juego sucio del Estado, el tricornio frente al derecho a decidir y la mandanga indepe de siempre. 

Tres décadas de escuela nacionalista, martilleo mediático, incumplimiento de las leyes y chuflas identitarias tienen efectos secundarios muy agudos sobre la percepción de la realidad. De entrada, cientos de miles de catalanes están absolutamente convencidos de que España les roba y tanto les da que les muestren las pruebas que indican lo contrario. El ladrón es otro y está en casa. Ni caso.
España es mala, vaga, pobre y rencorosa. Esa es la imagen que se ha grabado a fuego en la mente de generaciones enteras, al tiempo que los nacionalistas, con el evasor Pujol a la cabeza, eran tratados como hombres de Estado, gente seria y responsable que contribuía a la gobernabilidad de la nación. No fue gratis ni por patriotismo precisamente. Más bien se trató de una cortina de humo para enterrar el caso Banca Catalana y mangar a sus anchas en su cortijo, la Generalidad y lo que cuelga mientras se inoculaba en los niños la doctrina del odio, el victimismo y el cálculo sesgado de balanzas fiscales.
Entre medias, el saqueo de Cataluña, el 3%, precio de amigo, porque los Sumarroca eran socios fundadores. Otros empresarios tenían que pagar más y abultar el sobrecoste. Tras la adjudicación de una obra, la donación a CatDem, nombre de la fundación convergente que hacía de puente de plata entre las empresas y el partido. Todo el mundo pasaba por caja, fuera en el Palau de la Música o en el de la Generalidad, en la sede del partido, en una estación de servicio, en el mas del Ampurdán, el refugio de la Cerdaña, el apartamento de Andorra, en una cuenta o cuneta de Suiza.
El jefe, Artur Mas, se ha dado prisa y maña en camuflar su propio partido tras ERC y los grupos separatistas cívicos. ¿Convergencia? Ya no existe, como las cajas de ahorro. Se ha diluido en la marca Juntos por el Sí. El mentón de Mas asoma entre Romeva y Junqueras. Llevan al octavo pasajero alojado en las tripas de Mas. Y lo saben. Juntos con el 3%, encerrados con el Alien.

(Pablo Planas/ld.)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Los mismos que han alimentado lo grotesco se rasgan las vestiduras porque no les queda otra. El rollo del catalanismo además de cansino es una cutrez. Que se lo coman ellos, yo no lo quiero ni pagar ni ver, ni oler. Que lo paguen las huestes que tanto gustan de este credo. Basta de totalitarismo económico, impuestos con caridad y destino explícito. Si no hubiera pasta a esta pseudo religión se apuntaban bien poquitos, eso seguro. El sentiment se iba por el retrete en menos que canta un gallo. Caraduras y parásitos.