viernes, 26 de julio de 2019

MORALMENTE SUPERIORES


 (En la foto, una persona de izquierdas mirando lo poca cosa que son los que no son de izquierdas.)




MORALMENTE SUPERIORES.

En este caluroso mes de julio, a punto de la incierta investidura de Pedro Sánchez, la VicePresidenta Carmen Calvo, jurista constitucionalista, profesora universitaria, y ministra de la Presidencia, declaró lo siguiente, a preguntas de los periodistas:
El feminismo no es de todas: No, bonita. Además, la vicepresidenta en funciones criticó a la derecha por ‘dar alas al machismo de manera evidente y soterrada’. Antes de seguir, recordemos estas palabras de J.F. Revel: ‘La primera de las grandes fuerzas que mueven el mundo, es la mentira’.

Reconozco que me asalta una duda. ¿Cree, esta ilustre señora, lo que ha dicho, o no lo cree? Si lo cree, es tonta- a pesar de su curriculum- y si no lo cree, es una demagoga sin escrúpulos.
Recordemos a Clara Campoamor. Fue una política española- escritora y jurista- que perteneció a Acción Republicana (fundado por Manuel Azaña), y elegida diputada en 1931 por el Partido Radical. Se distinguió por la defensa de los derechos de las mujeres.

Dos de las tres diputadas que había en el Congreso en 1931, ambas de tendencia socialista, se mostraron en contra de conceder el sufragio a la mujer. Por un lado, Margarita Nelken, y por otro, Victoria Kent, diputada del Partido Radical Socialista.

Es necesario que las mujeres que sentimos el fervor democrático, liberal y republicano pidamos que se aplace el voto de la mujer’, aseguró Kent en el Congreso el 1 de octubre de 1931, provocando los aplausos de todos sus compañeros de partido.

‘Si, bonita’, no sabes de lo que hablas. ¿O lo sabes y mientes?
Estas falsedades de la Vicepresidenta, que atribuye todo lo bueno a la izquierda, en general, y a los socialistas, en particular, suelen ir acompañadas de otras falsedades que evidenciarían que sus opositores ideológicos son mala gente. O sea, la derechona machista y reaccionaria. En concreto, la VicePresidenta añadió: ‘la derecha da alas al machismo de manera evidente y soterrada’.

Resumiendo. Por una parte, la izquierda progresista/feminista atesora- habitualmente de manera exclusiva y excluyente- todo lo bueno. Es decir, ‘no bonita’, el feminismo es solamente socialista. ¿Quién no es feminista? La derecha. En realidad, es peor. La derecha no solamente no es feminista, es que ‘da alas al machismo’. ¡Qué espanto! Pero es que hay más. Lo hace de manera ‘evidente y soterrada’. Como lo haría una serpiente. No se atreven a decirlo a las claras. ¡Son cobardes! ¡No merecen gobernar!¡Solamente la izquierda tiene legitimidad para gobernar! ¡Repítalo mil veces!

Conclusión. Si usted es una persona decente, será socialista. Porque solamente los socialistas somos los defensores del feminismo, que es la prueba de fuego de la decencia moral y política.

Para que esta conclusión se desparrame por la sociedad española, hace falta que haya un elevado número de personas cuyo alimento espiritual sea La Sexta, La Cuatro, TV3 y similares. Y que haya tenido el privilegio de sumergirse en la Logse, Loe, Lomce, y talleres de educación sexual. Con estos alimentos espirituales, es fácil que los oyentes/videntes traguen toda la alfalfa que el progresismo mediático les proporcione.

Y ahora, algunas consideraciones sobre el feminismo radical. Debemos diferenciar claramente, el feminismo de la igualdad, que reclama- muy justamente- la igualdad jurídico-política entre hombres y mujeres, del feminismo radical. El núcleo de esta ideología totalitaria incluye, entre otras cosas, el sexo libre (contrario al matrimonio), el aborto libre como un derecho, rechazo del matrimonio (especialmente entre hombres y mujeres), rechazo de la familia y la religión, por ser instituciones autoritarias y opresoras de las mujeres, etcétera.

El feminismo de género- como parte del feminismo radical- cree que el sexo es una construcción social. Pero las feministas confunden el sexo- que es una característica biológica-, con el género- que es una categoría gramatical. En todo caso, el feminismo radical afirma que nadie nace hombre o mujer. Se trataría de construcciones sociales promovidas por el patriarcado para oprimir a las mujeres y someterlas a los hombres. De ahí la difuminación de las diferencias sexuales entre hombres y mujeres, niños y niñas. Por eso la izquierda feminista montó un gran escándalo mediático cuando un autobús se atrevió a publicitar este lema: ‘Los niños tienen pene; las niñas, vulva’. Fueron denunciados y se exigió a los Ayuntamientos que fueran expulsados de las ciudades que visitaban.



¡Qué escándalo!¡Cómo se atreven a decir que los niños tienen pene y las niñas vulva! Es la derechona machista de siempre.
El discurso abrumadoramente mayoritario de los medios de difusión dice que la izquierda (toda ella, aunque pueda haber matices) defiende los auténticos y verdaderos intereses de la mujer. Esto se repite una y otra vez, hasta que ha calado en las meninges de los ciudadanos. Si la izquierda defiende los auténticos y verdaderos intereses de la mujer ¿qué narices defiende la derecha? No defiende a la mujer. La ataca.

¿Qué alternativa le queda a la derecha? Bajar la cabeza- como ha hecho casi siempre- y someterse a todo lo que diga la izquierda. Así podrá ser perdonada, a medias. Pero la derecha tiene que saber que no puede mezclarse impunemente con la buena gente de izquierdas. Vox y PP (fachas) tuvieron la decencia de no presentarse a la manifestación de LGTBI. Una cosa es que les perdonemos- a medias- si se someten a nuestros postulados ideológicos, y otra cosa es que se atrevan a venir a nuestras manifestaciones.

La periodista feminista Cristina Fallarás, escribió: ‘No os empeñéis con lo del respeto y la tolerancia. Ni respeto ni tolero ciertas ideas ni ciertas prácticas. Ni de @vox_es ni de los @populares. Y tampoco me sirve el argumentito de “respeta a sus votantes”. No perdáis el tiempo’.

Ni tolerancia, ni respeto. La izquierda no tiene adversarios políticos- normal en democracia- sino enemigos. 

En la edición electrónica del ‘Diario del barcelonés’ (05/06/03), la escritora y periodista feminista Maruja Torres, dijo: ‘Por cada millón de personas que se manifestaba, existían cuatro millones de hijos de puta que callaban sabiendo que iban a votar a Aznar’.

Son moralmente superiores. Deberíamos felicitarles.

Sebastián Urbina.

 (Publicado en ElMundo/Baleares/26/7/2019.)

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