(Cuando las cosas se hacen bien, hay que decirlo. Y Bauzá, el Presidente balear y su equipo (presente y pasado) lo han hecho bien.
Recordemos, como hice en este mismo blog, que Detroit está en bancarrota. ¿Por qué? Por parecidos motivos a la politica económica del Pacte de Progres. Gastar más de lo que se ingresa. Endeudarse de manera irresponsable. Derechos y más derechos. Universales y gratuitos. Y presumir de progresista. Pero el cuento de la lechera lleva al desastre. Una y otra vez.
Esperemos que Bauzá siga por el buen camino. También en otros ámbitos.)
LA
AUSTERIDAD DE BAUZÁ, UN ÉXITO.
EN UN SOLO AÑO el Govern ha sido
capaz de reducir en 634 millones el desbocado
déficit que se había encontrado
del Pacte. El dato es de 2012. El Govern
se encontró con un déficit en 2011 de
1.110 millones de euros, el 4,19% del PIB
regional, lo que significa que el Pacte de
Progrés con Carles Manera al frente había
estado gastando mil millones anuales
más de lo que ingresaba.
Pues bien, la austeridad y las reformas de Bauzá
han logrado disminuir en un solo año el
déficit a 476 millones, el 1,78% del PIB
regional, un esfuerzo considerable.
A algunos les parecerá insuficiente pero
dejar de gastar más de seiscientos millones
con un presupuesto de tres mil millones
es un ajuste de caballo. El dato, del
que hay que felicitar también al ex conseller
Aguiló, demuestra varias cosas.
En primer lugar, es viable contener el
déficit
hasta alcanzar el objetivo del déficit cero
en cuyo caso la Administración sólo
gastaría lo que ingresaría. Segundo, todavía
queda margen para reducir el gasto
sin que los principales servicios se
resientan
en lo básico.
En efecto, sólo 111 de los 634 millones
de ahorro, una sexta parte, descansan
sobre los distintos recortes que
afectan a los empleados de sanidad y
educación, lo que indica que el grueso
del ajuste viene de otros capítulos como
la eliminación del despilfarro del Pacte
de Progrés, la eliminación de subvenciones
o la implantación de medidas de
ahorro muy interesantes como las llevadas
a cabo en sanidad. Y tercero, los recortes
han llegado para quedarse, para
desgracia de los socialistas de todos los
partidos.
Es más, los sucesivos ejecutivos
autonómicos deberán caminar por
la misma senda del ahorro y la austeridad
si tienen alguna esperanza de volver
a hacer inversiones públicas y empezar
a devolver algún día los casi 6.000
millones de deuda, un auténtico lastre
para las arcas autonómicas.
Después de un ajuste tan brutal, el
Govern ha decidido tomarse un respiro
para este curso. Seguirá rebajando el
déficit, pero solo tres décimas (1.47%)
con respecto al año pasado, un esfuerzo
considerablemente menor al ya realizado.
Los maximalistas dirán que el esfuerzo
no es suficiente. Es una opinión
respetable aunque poco realista y en
cierto modo contraproducente puesto
que la crítica implacable y sin matices
puede desanimar a quien tiene el valor
de hacer recortes pese a su impopularidad.
Para un político, es mucho más fácil
ser irresponsable, gastar a tente crío
y tener contenta a la parroquia que hacer
sacrificios. De ahí que lo más responsable
sea aplaudir todo lo que vaya
en la buena dirección.
Joan Font/ElMundo-Baleares.
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