(Todavía quedan especímenes paleolíticos que defienden el comunismo. Aunque lo llaman de otras maneras. Una de ellas, 'revolución democrática antisistema'. Más bonito sí es.)
Radoslav Yordanov
En su libro El Manifiesto comunista,
el filósofo Karl Marx hace un llamamiento a la violencia: "la
existencia de la burguesía ya no es compatible con la sociedad. Sin la
menor duda hay que suprimir a estas personas" mediante "intervenciones
despóticas." Los comunistas búlgaros del siglo pasado se tomaron a pie
de la letra los postulados marxistas al crear en los años 50 los campos de concentración de Belene y Lovech para acabar con los supuestos enemigos burgueses.Como Nikola Dafinov y Bojidar Vitanov, supervivientes del campo de concentración de Lovech, Petko Ogoiski ha accedido a contar a Libertad Digital los horrores sufridos en otro campo de concentración, el de Belene.
Cuando tenía 19 años, Ogoiski se convirtió en un "enemigo ideológico" del régimen por escribir poesía. "En mis poemas hablaba de la necesidad de libertad, tolerancia y democracia, y los comunistas me arrestaron porque, según ellos, estos eran valores burgueses." El búlgaro, miembro de la Juventud del Partido Agrario, tuvo que pagar un precio muy alto por su poesía "burguesa": durante los años 50 fue encarcelado en seis prisiones distintas y en un campo de concentración. (LD)
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