jueves, 22 de agosto de 2013

LOS CATALANISTAS MIENTEN.








El empresario Nicolas Costovici

Reacios por principio a pronunciarse políticamente, los empresarios catalanes, o afincados en Cataluña, pasan de puntillas sobre la situación que atraviesa esta comunidad. El proceso soberanista y el deterioro del clima para realizar negocios, principalmente por una presión fiscal que sitúa a Cataluña como líder español en este terreno, están generando una gran inquietud en el sector empresarial. Entre quienes han pasado de la preocupación a tomar medidas está Nicolas Costovici, afincado en Girona, y propietario de Vimap Technologies, firma dedicada a la fabricación de instrumental médico. Exportando casi el 100% de su producción al extranjero, Costavici muestra su miedo ante el proceso político catalán.

—Su empresa está considerando realizar una inversión en España, pero ha descartado hacerla en Cataluña, ¿por qué?
 
Hay diversas razones, pero la principal es la inquietud que genera el clima político y la posibilidad de que el llamado proceso soberanista siga adelante. Mi empresa, dedicada a la fabriración de instrumental médico, con producción en Reino Unido, Taiwán y Francia, es de alta tecnificación, con lo que el hipotético traslado de una planta si se llega a consumar la independencia implicaría altísimos costes, nuevas certificaciones para poder producir..., una serie de problemas que no nos podríamos permitir. Por eso consideramos que la nueva planta española, que asumirá la parte de logística y de producción que ahora realizamos en Francia, la debemos emplazar fuera de Cataluña. Calculamos que crearemos al menos diez puestos de trabajo. 

—¿Qué lugares consideran?
 
—Exportamos sobre el 98% de la producción, por lo que geográficamente necesitamos estar cerca de Francia, en un lugar bien comunicado por carretera. Estamos considerando varios emplazamientos.

—De hecho, su empresa ya ha trasladado la sede social de Barcelona a Valencia.
 
Así es. La sede social está en Valencia desde hace un año, y considero ahora la posibilidad de trasladar también el domicilio fiscal si la situación no se tranquiliza. Cuando oigo hablar de una Hacienda propia, la verdad es que me entra el miedo.

—En Cataluña, los partidos que promueven el proceso soberanista aseguran que no se saldría de la UE...
 
Eso no se lo cree nadie. Es una más de las manipulaciones de los partidos nacionalistas. La propia Unión Europea ya ha señalado que cualquier nuevo Estado que aspire a incorporarse a la Unión debe realizar una petición de admisión, un proceso que no puede durar menos de cinco años, más todavía si otro Estado veta la incorporación. Esto genera una incertidumbre, unas dudas, inasumibles para cualquier empresa.

—Más allá de la posibilidad de quedar fuera de la UE, usted denuncia el clima político en la comunidad...
 
Sí, al margen de las consencuencias que pueda acarrear la ruptura con España, no me gusta para nada cómo se desarrollan las cosas aquí. Cataluña es un lugar óptimo para hacer negocios, pero sus políticos lo están estropeando: tengo problemas con la escolarización de mis hijos en castellano, hay casos de corrupción, prohibiciones, manipulación... Estoy seriamente preocupado, no actúan a favor de los intereses de sus ciudadanos, sino de los suyos propios. 

¿Que opina del informe reciente que ha dado a conocer la Comunidad de Madrid, en el que se constata una fuga de empresas de Cataluña hacia la capital?
 
Es perfectamente comprensible. Lo entiendo. Al margen del clima político en Cataluña, desde el punto de vista fiscal y de facilidad para los negocios, o las facilidades regulatorias, la situación es incomparable. El problema principal, en cualquier caso, sigue siendo el de la dificultad en encontrar financiación. Sea como sea, y más allá de lo que pueda suceder con el proceso independentista, para un empresario es muy razonable pensar si conviene seguir aquí. Es lo que yo me estoy planteando.
 (ABC)

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