(Entérese, imbécil.)
RECORDEMOS QUE ASÍ EMPIEZAN LAS
GUERRAS.
Incluso
cuando llegué, unos dos meses después de la matanza, todavía no se había lavado
toda la sangre con las aguas del río Orontes que serpentea a través de la
ciudad dándole una distinción que en otro tiempo hizo de Hama la ciudad más
bella de Siria (...) A día de hoy nadie sabe cuántos cuerpos estaban enterrados
bajo el mar de casas destruidas y capas de hormigón, pero Amnistía
Internacional, en su informe de noviembre de 1983 sobre Siria, decía que las
estimaciones oscilaban entre 10.000 y 25.000 muertos, en su mayoría civiles;
miles más se quedaron sin hogar.
El régimen sirio de Hafez al-Assad,
responsable de ejecutar la matanza, no se molestó en contestar estas cifras o en arreglar Hama
antes de reabrir en mayo de 1982 la autopista que la cruzaba proveniente de
Damasco. Estoy convencido de que Assad quería que los sirios vieran Hama en
crudo, que escucharan detalladamente su silencio, que reflexionaran sobre su
dolor». (From Birut to Jerusalem. Thomas Friedman. Collins. Londres, 1990)
Este
Assad fue un aliado de Occidente durante sus treinta años de ejercicio
despótico del poder.
Baste como prueba la impresionante representación internacional que asistió a
los funerales de este asesino en mayo de 2000. Presidentes, jefes de
Gobierno... La representación española fue sólo un vicepresidente del Gobierno.
Se llamaba Mariano Rajoy. Todavía en marzo de 2011 nuestra ministra de
Exteriores, Trinidad Jiménez, hizo una visita al Damasco de Bachir al-Assad. A
ocho meses de que estallase la guerra que nos ha llevado a donde estamos hoy,
Trini declaraba que ese régimen era un modelo a seguir por sus reformas...
El «modelo» de reformas de Trini ha
conseguido que cuatro millones de sirios hayan huido del país en los últimos
cuatro años y casi ocho millones más intenten hacerlo ahora. Huyen de una guerra que
enfrenta lo que queda del régimen de los Assad –en el que han aguantado casi 45
años– y la creciente amenaza del Daesh (Estado Islámico).
Pero lo fabuloso es que vienen a Europa
sabiendo que aquí se les dará la atención que precisen. Y asumiendo que pueden
imponer sus formas. ABC.es emitía ayer
un video espeluznante en el que policías macedonios intentan repartir alimentos
a refugiados sirios, pero como las cajas llevan el emblema de la Cruz Roja, lo rechazan
al grito de «Allahu akbar!». Y cuando por fin los agentes se retiran
con la comida, irrumpen en aplausos.
Esos
sirios podían haber huido a Arabia Saudí. Allí recibirían comida de la Media
Luna Roja, no hubieran tenido ninguna posibilidad de ahogarse por el camino y
la renta per cápita del reino saudí es infinitamente más alta que la de
Macedonia: según la estimación del FMI de este
año, el PIB per cápita
de Arabia Saudí es de 53.149 US$, mientras que el de Macedonia es 10.945US$. Y por cierto, el de Alemania es 46.895 US$,
bastante menos que Arabia Saudí. Pero claro, se está mejor en la Baviera
cristiana que en la Yedah musulmana.
Aceptar
a decenas de miles de refugiados tendrá una consecuencia inevitable: el efecto
llamada nos obligará, antes o después, a intervenir en Siria e Irak. Porque si seguimos
recibiendo a todos los que huyen del horror de la guerra, acabaremos dejando
Irak y el Levante a disposición del Daesh –que entonces sí será un verdadero
Estado– sin
oposición interna y como base desde la que lanzar su yihad contra
Occidente, empezando por la Europa del otro lado del Mediterráneo.
Ya saben. Así empiezan las guerras
(mundiales).
(Ramón Pérez-Maura/ABC.)
RESPONSABILIDADES COLECTIVAS.
Ayer, tras ver la foto de ese ángel dormido a
la orilla de la muerte, se me despertó la incorrección política ante el
exceso de ayes teatralizados y demagógicos de este Occidente en
permanente búsqueda de la autoinculpación por todo lo que ocurre más
allá de nuestras soberanías personales. No pude por menos que pensar en
la machacona insistencia en crear culpables colectivos que tiene buena
parte de la biempensante sociedad de este lado de las guerras o de la
miseria. Pareciera que usted, bien individualmente, bien de forma
conjunta, fuera el culpable de la muerte de un pobre chiquillo, su
hermano y un puñado de personas más.
Convengamos de partida que ni usted, ni yo, ni
Europa en su conjunto somos responsables de la espiral de destrucción a
la que se ve sometida Siria o Iraq. Usted no es el Daesh, ni forma parte
de las mafias que acarrean personas a cambio de muchos dólares en
embarcaciones abarrotadas camino a ninguna parte. Usted no es El Assad,
ni es la resistencia Siria, ni ha invadido aquél país con cuchillos
degolladores, ni es el malo de la película. Usted tiene bastante con
salir adelante cada día y escudriñar el futuro en busca de
oportunidades.
Pero usted, como yo, como todos, no puede dejar de
estremecerse ante la visión descarnada de la tragedia. Eso no debe
llevarnos a diagnosticar equivocadamente el monto de las culpas: no es
el fracaso de Europa, como machaconamente se repite de forma simple e
impostada, es el fracaso de Siria, en todo caso.
Ese pobre chiquillo de
poco más de tres años huía de la mano de su padre de un infierno que no
somos capaces de imaginar y a lo más que podemos llegar, más allá de
compadecernos, es a entender que hay que realizar un esfuerzo por acoger
a los que huyen y comprender a los gobernantes comunitarios cuando
tomen la decisión de darles cobijo. Sin embargo, será correcto
estremecerse también por todos aquellos niños que no mueren en el mar
pero que sí mueren en Alepo, asesinados por el islam fanático. Miles de
ellos hasta ahora. Y hasta ahora no han agitado sentimientos y
conciencias, de quien los tenga.
Aún peor que esta visión que ha sacudido el
remordimiento occidental es la de un bebé asesinado y pisoteado por un
Imán fanático. Anda por ahí el video y hay que tener valor para verlo,
sin entrar en ese debate un tanto exquisito en el que nos entretenemos
los periodistas cuando nos planteamos si ofrecer o no la carnicería
completa.
Una cosa es conmoverse y otra moverse, y hacerlo en la
dirección adecuada. No nos engañemos: la solución es bélica y consiste
en enviar soldados bien armados hasta acabar con toda esa chusma. No
basta con bombardear. Europa, tan estupenda, debe hacerse a la idea de
que los ejércitos no son oenegés con pistolas, ni son meros instrumentos
de «misiones de paz». Y los Estados Unidos, aunque vea de lejos el
problema de los refugiados masivos, no debe mirar para otro lado y
pretender que sea Irán quien saque las castañas del fuego sirio.
A
algunos les costará diferenciar entre malos y muy malos y puede que haya
que tragar con la presencia en aquél escenario de un asesino compulsivo
como el dictador sirio, pero antes o después habrá que tomar
posiciones. Eso o abrir las puertas para que entre un país entero y sea
deglutido por sociedades agotadas como son la mayoría de las europeas.
Evidentemente, a los cristianos de aquellos lares hay que protegerlos de
la voracidad criminal de los fanáticos islamistas, pero también a no
pocos musulmanes igualmente víctimas, y a paseantes y a descreídos, a
grandes y pequeños. Vayamos haciéndonos a la idea.
(Carlos Herrera/ABC)
(¿RESISTIRÁ EUROPA 20 MILLONES MÁS DE REFUGIADOS, O HABRÁ GRAVES CONFLICTOS SOCIALES?)
SEGÚN LA UNIÓN EUROPEA
20 millones de refugiados esperan a las puertas de Europa
S.T. (La Gaceta)
La
crisis humanitaria, agravada por las ofensivas de ISIS, ha aumentado el
número de refugiados que pretenden acceder de manera ilegal a Europa.
(LA ESTUPIDEZ IRRESPONSABLE DE LA ALCALDESA DE MADRID, MANUELA CARMENA. SEÑORA CARMENA ¿CUÁNTOS?¿MIL? ¿CIEN MIL? ¿UN MILLÓN?)
Carmena: "Vamos a ofrecer a los refugiados vivienda, educación y sanidad".
(Periodista Digital.)
(Por si se quiere enterar.)
ISIS SE APROVECHA DEL DRAMA HUMANITARIO
Detenidos 5 yihadistas camuflados entre refugiados en Bulgaria
Juan E. Pflüger (La Gaceta)
Fueron
detenidos cuando pretendían cruzar la frontera entre Bulgaria y
Macedonia y portaban material de ISIS y videos de decapitaciones en las
que podrían haber participado.
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