miércoles, 16 de marzo de 2016

EL ODIO DE LA IZQUIERDA

(El odio de la izquierda es un odio selectivo. Odian, por ejemplo, a la Iglesia Católica pero no al Islam.

Una muestra más de que su odio, además de enfermizo-como todos los odios- es estúpido.

El Islam radical, que es el que corta el bacalao, les pasará por la piedra en el momento en que no les sean útiles. Resumiendo, la izquierda radical odia selectivamente y, además, con altos niveles de estupidez suicida.

Vóteles. Sólo si es tan imbécil como ellos.)

EL ODIO DE LA IZQUIERDA. 


Discriminación positiva hacia el Islam.

Los gestos de la izquierda hacia la comunidad musulmana demuestran que el tan cacareado “laicismo” no es más que hostilidad hacia los católicos. (La Gaceta)



La ocurrencia del Ayuntamiento de Madrid de destinar una sustanciosa subvención a la celebración del ramadán, fiesta musulmana del ayuno, va mucho más allá de la extravagancia administrativa. 

Si un municipio cualquiera hubiera decidido inventar una partida nueva para sufragar gastos de los fieles católicos, con toda seguridad la mayoría mediática habría censurado la medida como “nacional-católica”, “confesional” y lesiva para la libertad religiosa. 

Pero como el beneficiario es el islam, la misma decisión política pasará por pluralista, abierta, tolerante e incluso educativa. Así se ha escrito el guión de lo políticamente correcto y así lo repiten, como loros, todos los altavoces del pensamiento dominante.







LA CRISTIANOFOBIA AVANZA EN LA BARCELONA DE COLAU.

La izquierda radical ya pide la expropiación y derribo de iglesias.

S. Toro (La Gaceta)

El consejo municipal del barcelonés barrio de Gracia someterá a debate una propuesta para demoler la parroquia de Santa María de Gracia por "infrautilizada y anacrónica".
 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Mucho odio pero siempre intentando vivir de gorra, liberados sindicales, oposiciones trucadas, jubilaciones a los 30 años etc....menuda pandilla de macacos, siempre haciendo ruido para disimular que son unos inútiles, gorrones, envidiosos y mediocres.