viernes, 11 de marzo de 2016

MENTIRAS DE PROGRESO.






MENTIRAS DE PROGRESO.

«Toda depresión económica suele favorecer la irrupción de discursos populistas que intentan aprovechar el sufrimiento de la gente como plataforma para acceder o conservar el poder». La principal fuerza que mueve el mundo es la mentira, pero un embuste repetido mil veces no puede convertirse en verdad. Juan Ramón Rallo elabora en su pizarra gráficos y diagramas para desmontar 40 mitos de la economía española. Desconfíen y no se dejen llevar por consignas, que probablemente acertarán.

–¿Mucho mito alrededor de la economía?
Si el Gobierno miente continuamente, la oposición lo hace con más insistencia. Y Podemos utiliza el sufrimiento de mucha gente como vía para transformarse en una organización política con poder

Ha habido muchas mentiras: que 600.000 familias han perdido sus hogares durante la crisis, que el 29% de las familias españolas son pobres, que uno de cada tres niños en España pasa hambre, que la reforma laboral ha sido responsable de la destrucción y precarización del empleo, que la austeridad ha desmantelado el Estado de Bienestar...

–¿Somos analfabetos desde un punto de vista económico?
–Sí, aunque tampoco podemos esperar que la gente tenga una elevada formación o tiempo suficiente para contrastar la información. El analfabetismo facilita el engaño, pero a la gente formada se le puede engañar. De hecho, los que más se creen las mentiras de Podemos son los votantes universitarios.

–No hemos salido de una crisis y parece que entramos en otra...
–El riesgo de recesión entre los emergentes puede tener implicaciones en el mundo desarrollado. En España no hemos corregido todos los desequilibrios de la anterior crisis. Hay un déficit público de 50.000 millones de euros, y eso implica algún tipo de recorte o ajuste adicional.

–Dicen que la austeridad está desmantelando el Estado del Bienestar.
La Educación y la Sanidad han sufrido recortes, pero en los últimos 20 años el gasto social por habitante en España ha aumentado más que en Alemania y tanto como en Finlandia. Es decir, alrededor del 30%. Lo que hay es una corrección de los excesos de los años de la burbuja.

–¿No es cierto que los ricos son cada vez más ricos y los pobres, cada vez más pobres?

En España eso es falso. Durante la crisis todos se han empobrecido. Es verdad que las rentas bajas lo han hecho en mayor medida que las altas. Sin embargo, los ricos no se han enriquecido a costa de los pobres. Las últimas dos décadas ha sido el periodo de la historia de mayor generación de riqueza.

–¿Son los impuestos un asalto a los españoles?
Sí, se rapiña a los contribuyentes. El nivel de asfixia fiscal es muy alto. Pero para equipararnos con Europa o con los países nórdicos habría que subir los impuestos esencialmente a las clases bajas-medias. España es el país de Europa que menos grava el consumo.

–La que está cayendo... ¿qué va a pasar?
–La inestabilidad política per se no me preocupa. Lo que sí me inquieta es que fruto de esa inestabilidad puedan florecer opciones nefastas. No espero nada demasiado bueno, ni demasiado malo, siempre y cuando no se adopten agendas populistas de más impuestos, más deuda y más cuentos, que es lo que propone Podemos.

–La nueva política seduce.
La política sólo interesa cuando hay problemas. En periodos de bonanza y burbujas se tiende a vivir con naturalidad. Todo lo nuevo en momentos de crisis tiende a seducir. Sobre todo, si es lo viejo con nuevos ropajes. La gente es muy conservadora y al final quiere lo mismo, pero vendido de otra manera. Es difícil romper el consenso e ir contra la masa.

–¿Son mediocres nuestros políticos?
–Sí, pero una sociedad regida por sabios filósofos hubiera sufrido problemas parecidos. Los políticos se meten demasiado en nuestras vidas y no conocen las formas de administrarlas. La solución no es tener mejores políticos, sino tener menos con mucho menos poder.

–El poder corrompe.
La corrupción es un problema de exceso de poder político. La forma de evitarla es quitándoles poder. La mayoría de los políticos empieza con buenas intenciones, pero la política es una profesión a la que entran personas sin escrúpulos. Los honestos o se vuelven deshonestos o tienden a ser apartados.

–Menudo circo...
–Más que un circo, la política es un teatro, una representación para engañar a la gente.

–¿Puede una mentira repetida mil veces convertirse en una verdad?
Cuando las consignas se repiten machaconamente la gente puede terminar creyendo que son ciertas. Pero a veces lo que todos creen como verdad es falso. Deberíamos dejar de creer en muchas falacias.

(Juan Ramón Rallo/La Razón.)


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