lunes, 17 de febrero de 2020

NO SE HAGA EL SORDO


 (A estas alturas, los sordos voluntarios, son cómplices del racismo y la xenofobia catalanista.

Incluidos muchos que se llaman progresistas. Aunque no sean los únicos.)

 

 

El independentismo catalán no renuncia al racismo y la xenofobia.

Su eje central es el asunto lingüístico, pero también evoca temas genéticos y de ADN.

 Quim Torra (JpC), actual presidente de la Generalitat, no se desvía un ápice de la línea defendida por Ferrusola. En un artículo suyo de 2012, publicado en un diario digital, definió a los castellanoparlantes de Cataluña como «carroñeros, víboras, hienas. Bestias con forma humana, sin embargo, que destilan odio», que tienen «un pequeño bache en su cadena de ADN» y a los que, en su opinión, «les rebota todo lo que no sea español y en castellano». Lo dejó por escrito, como Erra, que leyó su pregunta a Vilallonga. Es decir, lejos de un calentón o un lapsus linguae.

(ABC/17/2/2020.)

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