El Gobierno, cazado por el “caso Faisán”
Las investigaciones policiales sobre el caso Faisán publicadas en los últimos días acusan muy directamente al Gobierno de Zapatero de dar la orden que permitió escapar a los etarras implicados en la red de extorsión de la banda terrorista. Tales investigaciones apuntan a que el propio Secretario de Estado de Interior y el Director General de la Policía pudieron dar la orden para alertar a los terroristas y salvar la negociación política entre la banda y el Ejecutivo. Los hechos publicados son tan graves, la presunta alta traición del Gobierno sería tan evidente que nadie se explica cómo el ministro y el secretario de Estado han reaccionado de una manera tan tibia y ambigua ante este escándalo político sin precedentes.
Pero no sólo esto, las fuentes consultadas por El Imparcial aseguran que los datos que maneja el juez Garzón podrían extender aún más la implicación del Gobierno en este escándalo. Aunque hay cierta desconfianza en la actuación de Garzón, que espera la resolución de las querellas que le afectan. Según dichas fuentes, parece improbable que el juez pueda archivar el caso y que la Fiscalía no puede continuar con la petición del sobreseimiento.
Si se demuestra que, en efecto, para no irritar a los terroristas, el Gobierno desbarató a sabiendas la larga y difícil investigación policial para detener a los asesinos encargados de organizar y cobrar la extorsión, tanto Zapatero, como Rubalcaba y Camacho deberían dimitir.
Si el PP, como parece, está dispuesto a poner al Gobierno contra las cuerdas, si la Justicia y las Fuerzas de Seguridad son capaces de seguir adelante sin interferencias, si al final se demuestran estas acusaciones, nos encontraríamos ante el mayor atentado del Gobierno de Zapatero al Estado de Derecho. Y González y Zapatero pasarían a la Historia. El primero, por crímenes de Estado. El segundo, por alta traición. (El Imparcial)
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