QUEREMOS QUE SE LLEVEN A NUESTRO HIJO Y LO ENDERECEN.
En 2009, la madre fue condenada tras propinarle una bofetada al niño
«Se porta mal. Regresa a casa de madrugada. Bebe y fuma. Nos grita. Es mejor para su futuro que se lo lleve la Junta de Andalucía». Así se expresaba ayer José Domingo, padre de David, el niño de doce años de Pozo Alcón (Jaén) cuya madre, María del Saliente Alonso, fue condenada en 2009 por la Audiencia a 45 días de prisión y un año de alejamiento del menor. Entonces lloró, imploró y consiguió un indulto, pero hoy, apenas nueve meses después, ha firmado junto a su marido un documento para que los servicios sociales lo internen en un centro de la administración autonómica.
José Domingo achaca a la sentencia judicial la actual situación. Considera que, sin ella, su hijo no estaría tan envalentonado. El niño la utiliza, dice, como un arma defensiva. «Nos recuerda que no podemos pegarle. Una vez me amenazó con denunciarme». Les tiene en jaque: «No va al instituto, sale de casa cuando quiere. Nos han dicho que lo han visto fumar y beber. Por eso queremos que se lo lleve la Junta, para que lo enderece y le dé estudios. Es por su bien, para que el día de mañana tenga un trabajo».
«Será un golfo»
Los padres no aguantan más la situación. «Si se queda aquí se convertirá en un golfo», vaticina Domingo, partidario de que su hijo se haga un hombre en otro lugar. Así dejará de ser un mal ejemplo para su hermano, de siete años, con quien, según señala, se pelea constantemente. Por este motivo se lleva al benjamín con él al campo, para alejarlo de la influencia de David. José Domingo no entiende la causa por la que su hijo se comparta así. Nada que ver, añade, con la relación que tuvo él con su padre, a quien nunca gritó. Eran otros tiempos: «Yo, con doce años, ya trabajaba en la aceituna». (ABC)
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EDUCACIÓN PROGRESISTA.
El rojerío siempre ha despreciado la autoridad, que ha confundido con el autoritarismo. La izquierda ha conseguido que los profesores no tengan autoridad en las aulas (la LOGSE ha sido de gran ayuda) y que los padres estén asustados por la educación de sus hijos. Un cachete de una madre supuso una condena.
Ahora, el niño de doce años grita a sus padres, fuma, bebe, y vuelve a casa a altas horas de la madrugada. Y les recuerda que no le pueden dar un cachete. Pronto él se lo dará a sus padres. De momento, les grita.
Estos son los resultados. Ahora suponga que a David le da por ir a clase y lo meten en un 'taller de mastrubación' (que es lo más plus del rojerío educativo). Como es de suponer esto será de gran ayuda para encauzar la vida de David. O que tenga cuatro suspensos y pase curso. O pueda llmar 'oye tío' al profesor. En fin, no hay como ser progresista. Pero este país se lo tiene bien merecido. ¡Viva Zapatero!
Sebastián Urbina.
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