Martes , 26-01-10 (ABC)
Catorce meses después de la puesta en marcha del plan de retorno voluntario para inmigrantes sólo 9.848 personas se han acogido a esta medida, según datos del Ministerio de Trabajo e Inmigración.
La cifra queda muy lejos de los 100.000 potenciales usuarios que en su día calculó el Gobierno que querrían volver a casa y que permite al inmigrante percibir el paro que tenga pendiente y una ayuda para el viaje.
La cifra queda muy lejos de los 100.000 potenciales usuarios que en su día calculó el Gobierno que querrían volver a casa y que permite al inmigrante percibir el paro que tenga pendiente y una ayuda para el viaje.
El «incentivo económico» que supone el cobro anticipado y acumulado de la prestación por desempleo no ha resultado tal incentivo a la vista de las escasas solicitudes, que no han acabado de cuajar, y la alta tasa de paro entre los extranjeros que está ya en el 27 por ciento.
Previsiones fallidas Madrid ha sido la Comunidad donde más éxito ha tenido el plan con 2.036 solicitudes hasta el pasado día 19. Una región con tanta población inmigrante como Andalucía, por ejemplo, sólo ha tenido 729 candidatos al retorno y en algunas provincias (véase Cádiz o Jaén) el Ministerio cuenta con 14 y 18 peticiones, respectivamente.
Los procedentes de países suramericanos están a la cabeza de los retornos: Ecuador (36 por ciento); Argentina (24%), Colombia, Brasil, Perú, Chile y Uruguay. El Ejecutivo acertó a medias en su previsión de quienes querrían volver porque entre sus tres candidatos favoritos estaban los marroquíes, cuyo número de peticiones ha resultado absolutamente irrelevante. Sí fueron correctas las previsiones que incluían a los ecuatorianos y los colombianos como colectivos prioritarios.
Los trabajadores que se acogen a este programa perciben la prestación por desempleo que tienen reconocida o la cantidad que les queda por percibir. El cobro se hace en dos plazos: el 40 por ciento en España y el 60 por ciento restante en su país de origen al cabo de treinta días.
Por su parte, la Ejecutiva Federal del PSOE habló ayer de la polémica sobre el empadronamiento en Vic, en ausencia del secretario general, José Luis Rodríguez Zapatero. Previamente, el vicesecretario, José Blanco, auguraba en su blog que durante la próxima campaña electoral catalana se escuchará un discurso «abiertamente xenófobo» bajo la premisa del «no cabemos todos» pronunciada por la presidenta del PP en esa comunidad, Alicia Sánchez Camacho.
El «número dos» socialista considera esa afirmación «una vileza y, además, una mentira». En rueda de prensa, Leire Pajín, señalaba ayer que el PP pretende «crispar» a la sociedad con problemas de convivencia que no existen. «Al contrario de que lo que ha pasado en otros países, nuestro país ha demostrado que no existe fractura social», dijo, y por eso «es una irresponsabilidad querer generarla».
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