GROSERAS SIN FRONTERAS.
Hasta para insultar hay que tener talento. La frontera con lo grosero es muy débil y lo que demuestran algunas dirigentes del PSOE es que ni tienen talento ni tienen límite. Y además de groseras son inoportunas. Resulta que el presidente del Gobierno ha sido invitado a un acto religioso con Obama, al que se presenta con el navideño mensaje de su partido en el que se dice que el obispo de San Sebastián tiene un "aspecto físico desagradable". Es el problema de no acabar las carreras que dicen tener, que luego no saben diferenciar la crítica de la injuria.
De todas formas, es comprensible lo que pasa en el PSOE. Como dice Gregorio Marañón, tienen una balumba de preocupaciones y se alivian con un obispo al que insultar. Pensaban que la presidencia española de la Unión Europea les iba a dar un respiro durante seis meses, y la prensa europea y los alemanes les han dicho que un personaje que saldrá de La Moncloa sabiendo de economía lo mismo que cuando entró, no les va a dar a ellos lecciones ni les va a poner multas; que Alemania no es Cataluña. Cierto que el Partido Popular se ha vuelto nacionalista y prefiere defender a España como marca que a sus ciudadanos. Y si no, les recuerdo que la portavoz del PP en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, dijo eso de que "el niño es mío y le riño yo". Luego en el PP se preguntan por qué más que estancarse en las encuestas, por ejemplo en Cataluña, se encharcan. Pues por cosas como éstas. Una vez que Europa sale en auxilio de los españoles, el PP sale en auxilio del Gobierno.
Lo que echo de menos es al equipo demagogo habitual del PSOE, de las que se hacen fotos con niños palestinos, de las que dicen que Zapatero amplía el catálogo de derechos y libertades y las que insultan al obispo, pidiendo ya la expulsión de sus concejales en Vic. Los de CiU, al fin y al cabo, son coherentes con el pensamiento de su Reina Madre, Marta Ferrusola, y en ERC otro tanto, y si no busquen en la hemeroteca declaraciones de Heribert Barrera.Al PP le ha venido bien no tener representación en Vic, como en casi todas partes de Cataluña, y así no ha metido la pata en este asunto también. Hay que dejar bien claro que en Vic no gobierna Lepen: gobiernan CIU, ERC y el PSC, que son los autores de la medida y los que la han aprobado, al menos de forma provisional. Entiendo que estén ustedes despistados porque de forma intencionada este pequeño detalle se obvia en casi todas las crónicas. Como siempre, los más profesionales son los de El País, que titularon "Un partido xenófobo logra imponer sus planteamientos en Vic". ¿A que mola? Los pobrecitos de CIU, los independentistas y el partido de Caldera se han visto arrastrados por el anillo, que les ha poseído y les ha transformado en unos gollums racistillas en contra de su voluntad. Igual ando yo despistada, pero me ratifico en que esto lo ha propuesto un alcalde de CIU, con el apoyo de ERC y de los socialistas, y los de Plataforma per Catalunya han votado a favor.
Volviendo al tema grosero inicial, lo peor de todo es que encima es mentira y una manipulación. De todas formas, igual el problema del aspecto del obispo es que no le viste Elena Benarroch ni le pinta Barceló. (Maite Nolla/LD)
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