El pasado 4 de mayo, Luis María Anson, publicó en el diario “El Mundo” una canela fina que reproducimos íntegramente a continuación.
“La izquierdona se cuelga ahora de los faldones militares de Chávez como antes de las barbas de Fidel Castro o de los bigotes de Stalin. Los cronistas de la nostalgia se enternecían el domingo pasado con las banderitas rojas y las banderolas republicanas que unos centenares de liberados sindicales exhibían por las calles de Madrid y otras ciudades de España. “Voy a cantarte un fandanguillo, que te va a dejar sentao, me revienta ese morao, que le han puesto al amarillo, debajo del encarnao”. Todos sabemos ya para qué sirven los millares y millares de liberados con que las centrales sindicales sangran a las empresas. Son la claque de las pancartas y las consignas en las manifestaciones de la izquierdona, cada vez más deshuesadas, casi exangües ya.
El Partido comunista chino está en el delirio capitalista. Vietnam avanza por el mismo camino. El socialismo democrático vira a estribor en todo el mundo. Los sindicatos españoles son gallináceas refugiadas en las faldas zapatéticas del Estado. Las camelancias han quedado al descubierto en todas partes. Nadie se cree ya los cuentos chinos. Ni los chinos. A la izquierdona sólo le queda Hugo Chávez, que instrumenta en Venezuela un golpe de Estado de ejecución progresiva. El caudillo bufón bordea ya el socialismo real. Está abriendo los portones del comunismo, genuflexo ante Castro. Obediente a las órdenes del anciano dictador, financia con la miseria venezolana y los petrodólares a Cuba, a Ecuador, a Nicaragua, a Bolivia, mientras subvenciona a la ultraizquierda en media docena de países más.
Y, claro, a los grupos terroristas también. Este periódico demostró el domingo con datos y hechos la falacia de Chávez y los desatinos de Moratinos y Zapatero. El caudillo venezolano protege abiertamente a Eta aunque lo niegue con la boca chica. Eta y las Farc son sus terrorismos predilectos a los que mima con paternal delectación sobre todo en las rutas del narcotráfico. La verborrea incontenible del caudillo no se frenó con el célebre “¿por qué no te callas” del Rey. Chávez es un predicador nato que se recrea en sus sermones y en los aspavientos mussolinianos con los que acompaña las peroratas interminables.
¿Qué va a hacer ahora Zapatero? En Güiria, un pueblo de la costa venezolana, se amontonan los terroristas etarras, subvencionados por Chávez, que mantiene en su entorno inmediato, además, a algún etarra criminal de biografía atroz. ¿Qué va a hacer Zapatero? No es difícil contestar a esta pregunta. A pesar de las evidencias publicadas por El MUNDO, a pesar de las presiones merengosas de Rajoy, Zapatero esconderá sus cejas circunflejas, como el avestruz, en las minas leonesas a las que subvenciona pródigamente, se calará, como el valentón cervantino, el chapeo de unos folios en el Congreso, requerirá la espada moratiniana, se irá a su guarida monclovita y no habrá nada.” (El Imparcial).
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¿No le da vergüenza votar a Zapatero?
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