HOJA DE RUTA PARA GOBERNAR.
Ha sido acusado de no tener programa ni ideas para hacer frente a la crisis, de tener incluso un «programa oculto» en la manga de recortes sociales, de querer acabar con la sanidad y la educación como servicios públicos universales y gratuitos y de muchas cosas más. Esta semana Mariano Rajoy desvelaba sus cartas con una hoja de ruta para gobernar con ingredientes básicos ya usados en la anterior etapa de Gobierno del partido que preside: rebaja de impuestos, austeridad y reformas. Tres claves de éxito que llevaron a la economía española a su etapa de mayor explendor, al ciclo expansivo más largo de la democracia en los ocho años que gobernó el PP, entre 1996 y 2004. Entonces no fue fácil, pero ahora lo será menos, la tarea es hercúlea.
«España ha vivido por encima de sus posibilidades, y vienen tiempos difíciles»
Pesos pesados contra la crisis
Mientras Zapatero y su equipo sopesan mantener o no las elecciones en marzo, Mariano Rajoy ya perfila el gabinete que le acompañará en el reto profesional quizá más grande de su vida política, compañeros de viaje experimentados, con peso económico y determinación para dar aire a una economía que no acaba de remontar.
A diferencia de 1996, ahora no hay «joyas de la corona» que privatizar
Ahora sólo toca aplicar medidas. Álvaro Nadal explica a Empresa que hay cuatro reformas que hay que aplicar de manera urgente: estabilidad presupuestaria, reforma del sector público, reestructuración clara y definitiva del sector financiero, reforma laboral que evite que el único elemento de flexibilidad de la empresa sean los despidos, y, por último, una reforma del sector energético.
Un tratamiento de choque que irá acompañado de otros muchos ingredientes. Esta semana, en el transcurso del Debate sobre el Estado de la Nación, Mariano Rajoy, sacaba toda su artillería en el Congreso y ponía blanco sobre negro con 90 medidas anticrisis... y ninguna impopular. Su estrategia, además de aplicar reformas, está en rebaja de impuestos y en severos ajustes en el gasto, sin olvidar más apoyo a la familia o a los emprendedores, con los que personalmente se comprometió hace unos meses.
«Se trata de hacer lo mismo que en su día, pero adaptado a la realidad de hoy», ha dicho Rajoy. Y hoy lo que toca primero es austeridad y disciplina presupuestaria para todos... y por ley, también para las autonomías, auténticas máquinas del gasto, salvo excepciones contadas con los dedos de una mano. Este es el credo de Rajoy, con el que espera ganar las elecciones y con el que espera también «acabar con el déficit público—casi 95.000 millones a final de 2010— en la próxima legislatura». Ahora sólo queda por saber cuándo se decidirá el presidente del Gobierno a convocar elecciones generales. (ABC)
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