miércoles, 6 de julio de 2011

SOPLAPOLLAS. CAT

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  • Jul 2011


Obsesiones Nacionalistas
Lo que les molesta a mis queridos compañeros no es que se impida el etiquetado en catalán, cosa que la norma no hace, sino que se suministre la información al consumidor en castellano.
Diversos medios han destacado estos días que he sido el único eurodiputado catalán que no me he sumado a la enmienda presentada por el resto de mis paisanos en la Eurocámara para eliminar la palabra "oficiales" en el artículo del Reglamento sobre etiquetado de alimentos que establece que los Estados Miembros podrán estipular que la información en el envase de un producto se haga en "una o más lenguas oficiales de la Unión Europea".  El motivo de tan peregrina pretensión es mantener la posibilidad hoy en vigor en nuestro descabellado sistema autonómico de que en Cataluña se etiquete únicamente en catalán. Es decir, que lo que les molesta a mis queridos compañeros no es que se impida el etiquetado en catalán, cosa que la norma no hace, sino que se suministre la información al consumidor en castellano.  Por tanto, su afán no se centra en la defensa de nuestra venerable lengua vernácula, empeño loable y comprensible, sino en la supresión del detestado idioma español de los recipientes y envoltorios en los que se comercializan embutidos, frutas, verduras, aceites, arroces, conservas variadas, cereales, lácteos y demás apetitosas ofertas de la potente industria agroalimentaria del Principado. He de reconocerles y agradecerles que ni siquiera me propusieran añadir mi nombre a tan gloriosa iniciativa, seguramente porque ya conocen cual habría sido mi respuesta.  Para mayor ridículo de esta tropilla tribal, la ocurrencia en cuestión ha sido declarada inadmisible por la Presidencia del Parlamento por no cumplir ninguno de los supuestos que deben satisfacer las enmiendas presentadas en segunda lectura. No sólo son excluyentes y fanáticos, además son incompetentes por desconocimiento del Reglamento En fin, otra jornada para olvidar del comando identitario catalán en Bruselas, que no se cansa de deteriorar la imagen de una región europea que fue en otros tiempos ejemplo de creatividad, innovación y apertura, y que tras treinta años en manos de los nacionalistas malvive ahogada por el déficit, endeudada hasta las cejas y exhibiendo una de las tasas de paro más altas del continente. (Alejo Vidal Quadras/La Gaceta)   XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX   CATALUÑA CONTRA EUROPA.  
La Unión Europea tiene muchos defectos pero hay que reconocer que, en ocasiones, resulta de gran utilidad para resolver problemas de carácter nacional cuando en una de las partes impera el cerrilismo y la sinrazón
Todo esto viene a colación de la votación en el Parlamento Europeo de la directiva sobre etiquetado de los productos, en la que se ha rechazado la enmienda de los eurodiputados catalanes –¿qué hacía el PP apoyándola?, ¿es eso un reflejo de su idea de España?– que pedían que se pudiera etiquetar solo en catalán. La cuestión tiene mucho fondo. En primer lugar, Estrasburgo ha rechazado las pretensiones catalanistas porque el catalán no es una lengua oficial de la Unión Europea. Ésta sólo reconoce como tales a los idiomas oficiales de los Estados, no de los niveles administrativos inferiores, como nuestras autonomías.  Es más, en algunas sentencias del Tribunal Europeo de Justicia, como la contraria a las vacaciones fiscales vascas, la UE ya advierte que las autonomías, les guste o no, no son más que una parte de la Administración Pública española, sin entidad política propia. Ahora, con esta votación sobre el etiquetado, la UE vuelve a insistir sobre ese principio, y lo hace porque no quiere dar pie bajo ningún concepto a que en cualquier otro Estado miembro se repitan los problemas que tenemos en España con los nacionalismos catalán y vasco. Además, las pretensiones catalanas vulneran algunos preceptos fundamentales de la construcción europea incluidos en el Tratado de la UE, fundamentalmente dos de ellos: el de libertad de circulación de bienes y el de libertad de inversiones. ¿Por qué? Porque las sanciones a las empresas que no etiqueten en catalán vulneran esos principios al impedir o dificultar la comercialización de aquellos productos etiquetados en castellano. Por elevación, eso equivale a decir que la política de inmersión lingüística es contraria a los preceptos comunitarios que constituyen los pilares fundamentales del mercado único europeo y, como es lógico, no se puede ir contra ellos.  El rechazo a la enmienda catalana por parte del Parlamento Europeo también tiene mucho que ver con ello. Los eurodiputados catalanes deberían saberlo y, por ello, abstenerse de llevar a Estrasburgo sus cuitas con el Estado español porque el resultado final va a ser siempre el mismo: un estrepitoso fracaso porque lo que plantean es contrario a lo dispuesto en el Tratado de la UE. Como allí son serios, las instituciones comunitarias no se andan con chiquitas cuando se trata de defender el acervo comunitario, no como aquí, donde el Gobierno y las instituciones siempre claudican ante los deseos de los nacionalistas. Pero allí es diferente. Por ello, debe haberles causado cuando menos risa el comunicado posterior de los eurodiputados catalanes amenazando con promover la independencia de Cataluña, porque la secesión de España implica también el abandono de la UE, de su mercado único y de su moneda. 
Y eso conlleva la salida de Cataluña de las empresas extranjeras, de las españolas y de muchas catalanas, así como, y en última instancia, la quiebra de la propia región, que no podrá pagar ni su deuda ni sus pensiones. A ver si se enteran de una vez por todas de que con Zapatero podrán jugar, pero con la UE no. (Emilio. J. González/ld)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bueno lo de soplapollas.cat

Amando de Miguel dijo algo interesantísimo en una tertulia y era que él tenía alumnos que casi no sabían redactar un examen en español, y que el asunto del bilingüismo, que si poder elegir español o catalán, es ridículo, cuando hoy en día el noventa por ciento de la gente que trabaja lo hace escribiendo en un ordenador que tiene delante, y por tanto el bilingüismo no es ninguna solución a nada sino que acentúa el problema, especialmente cuando hoy en día en Europa los niños son hasta trilingües. Es importante conocer bien al menos un idioma que tenga un nivel internacional. Si solo conoces el catalán tus opciones de futuro son nulas y Amando señalaba que se está engañando a esos jóvenes con lo del poder elegir en el bilingüismo, aunque por otra parte haya mucho encantado de dejarse engañar. Y aquí surge una de las muchas cuestiones inquietantes para el futuro: ¿Qué opciones les quedan a las futuras generaciones descendientes de estas generaciones echadas a perder? Porque todavía el asunto es de suponer que irá a peor. Si por iniciativa propia no se aprende otro idioma, si no hay capacidad para emigrar de una región hundida porque no se sabe otro idioma ¿qué opciones quedan? La conquista. Por lo civil o por lo criminal. La historia siempre ha sido así, hasta que las termitas agoten el nuevo jardín conquistado o se maten entre ellas. Siempre hay que recordar lo mismo, basta una cuarta parte de una sociedad lanzada al fanatismo para que sucedan hechos que hagan frotarse los ojos

Anónimo dijo...

Vidal Cuadras si que es un patriota lo lleva en la sangre despues que este afirmó que un voto que no sea al PSOE o PP es “irrelevante”, “testimonial” i “romantico” le salto un historiador de esos que tanto abundan en nuestra querida piel de toro. Afirmando que el prestigioso politico popular, no conocia el romanticismo o que menospreciaba dicho periodo historico, porque en toda europa su família se dedicaba a una cosa tan poco etica y tan práctica como el trafico de esclavos” no recuerdo el historiador pero no parecia ningun sopla pollas.