INDEPENDENCIA . CAT
La independencia defendida
con entusiasmo por el nacionalismo catalán empobrecería Cataluña en más de un
20 por ciento y desplomaría su renta per capita -actualmente muy superior a la
media española y de la UE- hasta situarla en niveles similares a los de Chipre.
Es algo en lo que coinciden varios expertos consultados por ABC. El
economista y profesor universitario Mikel Buesa
ha analizado los escenarios económicos de una hipotética secesión. Y considera
que, haciendo un cálculo «prudente», con la independencia Cataluña perdería no
menos del 25 por ciento del PIB. Y eso -advierte- teniendo en cuenta que
los distintos factores que actuarían en contra de la economía catalana se
manifestaran de forma discreta, «suave».
Otro economista, Ángel de la Fuente,
del Instituto de Análisis Económico, afirma que el cálculo realizado por Mikel Buesa «no parece descabellado».
Ambos aportan datos para
justificar esta conclusión. Entre ellos, uno inmediato: Cataluña
pasaría a ser un país independiente fuera de la UE y del euro; sus fronteras
con España y con el resto de socios europeos afectarían a más del 80 por ciento
de sus flujos comerciales -que en la actualidad dependen mayoritariamente del
mercado español-; habría unos sobrecostes arancelarios que reducirían
seriamente la competitividad de los productos y servicios catalanes; las
empresas sufrirían un «efecto rechazo» desde España -ocurrió con el cava
catalán-; habría una fuga de capitales y de empresas hacia España para no verse
perjudicadas por la nueva situación económica generada por la independencia...
Y la lista de factores suma y sigue.
Al final, estos y otros factores se plasmarían en el PIB y, por
ende, a la renta per cápita. Actualmente
el PIB por habitante de Cataluña ronda los 28.200 euros; un recorte de entre el
20 y el 25 por ciento lo dejaría entre los 21.000 y los 22.600 euros.
«Actualmente, en torno al 60 por ciento de lo que vende Cataluña
fuera de su territorio se lo compra el resto de España. Si a eso se le suman
sus exportaciones a países de la UE, la cifra estaría en no menos del 80 por
ciento», explica el economista Mikel Buesa. Y pone otro dato: cuando se dividió Checoslovaquia, «la experiencia de
segregación entre Chequia y Eslovaquia provocó una drástica reducción de los
flujos comerciales entre ambos». «Este efecto puede rondar un descenso
de las exportaciones al resto de España de entre un 40, un 60 por ciento...»,
calcula Buesa.
Endeudamiento
Ángel de la Fuente aporta
otra perspectiva, la monetaria. La nueva moneda se vería depreciada
respecto al euro, pero Cataluña seguiría teniendo que pagar en euros. Así
que sus deudas y sus gastos financieros, en términos reales, se incrementarían.
Y no poco.
El argumento del «maltrato fiscal» que esgrime el nacionalismo
catalán no compensaría, ni de lejos, estos efectos. De entrada -afirma De la Fuente-, porque los cálculos hechos por el
nacionalismo sobre lo que ganaría Cataluña si ingresara todo lo que ahora
aporta al conjunto de España están sobrevalorados. De otro lado, porque una
reducción del PIB conlleva de forma inmediata una paralela caída de los
ingresos fiscales.
«Estragos»
«Y con un escenario así
-menos ingresos y menos PIB-, construye un Estado», apunta Mikel Buesa. «La
promesa del independentismo es la del empobrecimiento», subraya. «Nadie quiere
ver los estragos, pero cuando se da un escenario así, sin duda los estragos
llegan», advierte.
Ni la optimista «balanza
fiscal» que esgrime el nacionalismo catalán se salvaría. El aumento de
costes y la caída de ingresos y de rentas se comería la mejor de las hipótesis
de «beneficios fiscales» que ahora sostiene el independentismo. «Una Cataluña independiente se enfrentaría a
una década de un empobrecimiento brutal. Y para volver a los niveles de
prosperidad anteriores a la independencia, pasarían décadas más», indica Buesa.
(Roberto Pérez/ABC).
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Albert
Rivera:
'El separatismo puede provocar un
conflicto civil y económico'
El presidente de Ciudadanos, teme que la
euforia secesionista meta más presión en la sociedad catalana.
Albert
Rivera, presidente de Ciudadanos, teme que la euforia secesionista meta más
presión en la sociedad catalana y que se abran brechas en la convivencia entre
los que quieren seguir siendo españoles y los separatistas. (La
Gaceta/Xavier Horcajo).
1 comentario:
M'inspiren més confiança les previsions de Xavier Sala-i-Martín.
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