martes, 24 de septiembre de 2013

CIUDADANOS

 
 (El PP y el PSC deberían reflexionar sobre su fracaso electoral. Si no lo hacen, -y no lo hacen- al menos seriamente- demuestran lo políticamente acabados que están.
 
No ha sido casualidad. Se lo han buscado.

¡Ánimo CIUDADANOS!)
 
 
 
 
 
 
 
 Ciudadanos de Primera.
 
Ciudadanos es un fenómeno español. Que nadie se equivoque.
SIENDO líder del PPC, Josep Piqué acogió la aparición de Ciudadanos tildándolo de partido de extrema derecha. Hoy el entorno de Alicia Sánchez-Camacho se empeña en demostrar lo izquierdista que es Albert Rivera. Pero el joven partido, con siete años de vida, no nació en el siglo de las coordenadas ideológicas caducas donde las grandes maquinarias electorales «posicionan» sus siglas antes del voto para regresar inmediatamente al espacio común de gestión de intereses donde los liberales suben impuestos y los socialistas congelan pensiones.

Ciudadanos nació porque un grupo de intelectuales catalanes, muy especialmente Arcadi Espada, decidió acabar con una anomalía: que el nacionalismo careciera de oposición en Cataluña, que nadie en la vida política osara negar ya sus premisas. Articulada esa oferta y alcanzadas las instituciones, a Ciudadanos y sólo a Ciudadanos se debe que el debate político catalán cuente siempre y en todo momento con una voz que defiende la idea de España sin complejos y que denuncia en sus justos términos las artimañas, la infinita demagogia y la estomagante deslealtad del nacionalismo. 

Paralelamente, a su líder Albert Rivera, que llegó a su puesto con veintiséis años, le ha cundido la experiencia parlamentaria, quizá porque ya venía preparado como campeón nacional de oratoria universitaria. Ahora mismo, con treinta y pocos, produce desde la tribuna del Parlamento catalán piezas extraordinarias cargadas de razón y de sentido que retratan al poder, habiéndose convertido en faro del constitucionalismo catalán.

Los movimientos de aproximación de Cospedal vienen condicionados por la ventaja que Ciudadanos está tomando en los sondeos. El más reciente lo sitúa, con diferencia, como tercer partido catalán, tras ERC y Convergència.

 Primer partido, por tanto, del constitucionalismo. Está muy bien que se organicen plataformas contra la secesión. Ya era hora. Pero el PPC va a seguir diluyéndose como un azucarillo –igual que el PSC– si toma mal la talla a Ciudadanos. Rivera está curtido en el tipo de pericias que, por las razones que sea, se ha demostrado más difícil en España: administrar el trato adecuado al nacionalismo y estimular el regeneracionismo. Es decir, las dos principales herramientas para recuperar una España delicuescente. Ciudadanos es un fenómeno español. Que nadie se equivoque.

No debe verse como un peligro para el PPC o el PSC, sino como la emergencia de una realidad que PPC y PSC ya no manejan. Ni siquiera sintonizan con ella. Lo importante no es la decadencia de esos dos partidos por errores estratégicos continuados; lo importante es lo emergente: la felicidad de que los constitucionalistas catalanes hayamos dicho basta para siempre. 

Basta de cesiones y silencios. Basta de regalar todo el espacio púbico. Basta de manipulación sentimental. Basta de incumplimiento impune de leyes y sentencias. Esta resolución, socialmente creciente, es la verdadera plataforma contra el nacionalismo-secesionismo catalán. Nadie se la va a apropiar para rebajarla, nadie la va a desnaturalizar mezclándola con Unió. 

(Juan Carlos Girauta/ABC)

1 comentario:

UVA dijo...

Creo que Rivera es la esperanza de los españoles que deseamos estar unidos, y la de los catalanes sensatos que saben que ser catalán es una de las muchas formas que existen de ser español.

¡¡¡¡ANIMO ALBERTO!!!! SOMOS MUCHOS LOS QUE ESTAMOS CONTIGO