domingo, 22 de septiembre de 2013

RAJOY, UN COBARDE.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
La carta de Rajoy
  • Es un despropósito, un acto de cobardía política y una deslealtad con la Constitución española.

    La respuesta por escrito de Mariano Rajoy a la carta enviada por Artur Mas es un despropósito, un acto de cobardía personal y política y una deslealtad con la Constitución Española.

    Es un despropósito porque no responde a la clara misiva remitida por el presidente de la Generalitat. Con la unidad del Estado no se juega. No se puede ser tibio ni dejar espacios de incertidumbre e interpretación. ¿Qué coño quiere decir con “respetar ese marco jurídico en el que los Gobiernos hallan su fundamento y legitimidad”? ¿Acaso el Sr. Mas no cita literalmente cuando dice que el CATN argumenta que “existen vías legales que posibilitan llevar a cabo la consulta”? 

    La carta de Rajoy es un acto de cobardía política y personal por no haber sido capaz de decirle al presidente de la Generalitat que no puede celebrar el referéndum. No tiene la valentía necesaria para afrontar el problema. Una vez más cree que el tiempo le resolverá lo que él es incapaz de hacer. ¿Para qué se presentó a presidente del Gobierno si no es capaz de ejercer su función? ¿Acaso lo hizo porque era la única forma de alcanzar el estatus de ex presidente del Gobierno, lo que de verdad aspira en esta vida, para así disfrutar de los privilegios que entonces le serán otorgados?

    La responsabilidad política y moral que está asumiendo Artur Mas de fraccionar y dividir una sociedad, con los peligros que ello conlleva, cuenta con la complicidad necesaria de Rajoy, gracias a su actitud pusilánime. ¿Es consciente de la sensación de abandono y orfandad que sienten todos esos millones de catalanes que legítimamente también se sienten españoles y que ven en el presidente del Gobierno de España, con cartas como la enviada, la tibieza y el desamparo? 

    Muchos ciudadanos angustiados y Rajoy, como ya conté en LA GACETA (30 agosto 2012), “haciendo amigos”. Trata al Gobierno de la Generalitat como un igual: Le invito a que ejerzamos responsablemente nuestra función como gobernantes democráticos con lealtad hacia los ciudadanos y las instituciones que representamos”. Rajoy debería saber que para ser un presidente democrático no es condición suficiente ser elegido por las urnas. Es imprescindible cumplir la ley. 

    La carta de Rajoy es una deslealtad a la Constitución que ha prometido cumplir y hacer cumplir. Con el estilo melifluo de su carta no cumple con el mandato constitucional de mantener la unidad de España. Ni siquiera menciona la Carta Magna, ésa que nos dimos los españoles y que fue votada y apoyada por los ciudadanos de Cataluña. Rajoy pasará a la historia por ser el presidente del Gobierno con la mayoría absoluta más inútil y desaprovechada de la historia de España

    (Ramón Cendoya/La Gaceta)

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