ANGELA MERKEL SE HUNDE.
La primera ministra alemana, Ángela Merkel, ha hundido su índice de popularidad al nivel más bajo de toda la legislatura, mientras crece el rechazo de la población a su suicida política en inmigración, así como la oposición política dentro de su propio partido, la CDU, y de manera frontal de los bávaros de la CSU, que han hecho causa común con el presidente de Hungría, Viktor Orban, al que han invitado a su encuentro anual de otoño. Al tiempo, Pegida ha reunido a diez mil manifestantes en Dresde. Ángela Merkel se encuentra en su momento político más bajo. En la reunión con su grupo parlamentario, tuvo que escuchar críticas generalizadas.
La diputada democristiana, Erika Steinbach le espetó que “la población espera que nuestro partido ponga fin a la llegada de refugiados sin demora”. Varios diputados le transmitieron que por esta línea “perderemos las futuras elecciones”. Merkel se expresó de manera enigmática: “No me importa si soy la culpable de la llegada de refugiados. Ellos ya están aquí”. Merkel hizo declaraciones previas en las que se mostró a favor de lo que constituye un proceso de ingeniería social, que cambiaría toda la textura social de Alemania.
Rechazo creciente a una política que está degenerando en caos
Incluso el ministro del Interior, el democristiano Thomas de Mazière ha culpado a Merkel del caos producido por abrir las fronteras a los ‘refugiados’ atrapados en Budapest. El 43% de la población alemana ya muestra un completo rechazo a la política inmigratoria de Merkel, que, según Der Sipegel, está provocando un auténtico caos.En Dresde ha habido enfrentamientos entre ‘refugiados’ sirios y afganos; la falta de controles higiénicos, ha hecho que en los albergues de Bremen y Dresde se haya producido un brote de sarna. En Hamburgo, los ‘refugiados’ acampan en los parques públicos. La llegada de estas oleadas migratorias, que cada vez alarman más a la población, a pesar de la histeria moral inducida por los medios de comunicación, sí parece ser una oportunidad para el entramado burocrático, especialmente de los llamados servicios sociales.
Merkel ha anunciado un plan que contempla la construcción de 150.000 nuevas plazas en albergues, el incremento de la plantilla de Policía en 3.000 nuevos agentes y 10.000 nuevas plazas de funcionarios de servicios sociales. Todo ello implica la ampliación presupuestaria de 3.000 millones de euros, a los que hay que sumar otros 3.000 millones que tendrán que aportar länder y ayuntamientos.
(Decisión Económica.)
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