Dos menores salen en libertad vigilada 9 meses después de asesinar a una compañera de clase
(PD).- Los dos menores condenados por el asesinato de su compañera de clase Maores abandonarán el centro de internamiento en el que están reclusos desde su detención y pasarán a vivir con sus padres, con algunas medidas de control, a la espera de que la sentencia sea firme.
Sergio y Luis, los dos jóvenes de la localidad barcelonesa de Ripollet condenados por el asesinato de María Dolores Ramírez Alonso, Maores, saldrán hoy en libertad vigilada. Así lo ha acordado el Juzgado de Menores 3 de Barcelona al cumplirse el plazo máximo de nueve meses de internamiento que prevé la ley para los menores de 16 años sin que haya sentencia firme.
La Ley del Menor establece que los condenados sólo pueden estar en un centro un máximo de nueve meses antes de que la condena sea firme, un plazo que en este caso se cumple a principios de agosto. Antes de que llegue ese día, la Audiencia de Barcelona no habrá resuelto sobre el recurso contra la condena y, por eso, el Juzgado de Menores estableció, a petición de la Fiscalía, una serie de medidas de libertad vigilada que fueron aceptadas por las defensas.
De esta forma, los menores vivirán con sus padres. Ya no residen en Ripollet, pues se trasladaron a otros municipios después de los hechos. Así, se deberá cumplir la prohibición de ir a Ripollet, donde cometieron el crimen, y no podrán acercarse a menos de 500 metros de la família de la víctima ni del colegio donde estudiaban junto con Maores.
Además, cada 15 días los condenados comparecerán en el juzgado y seguirán un programa educativo sobre su asistencia a clase, normas de comportamiento y tratamiento psicológico.
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La izquierda no quiere no oir hablar de reformar la Ley del Menor. LLevamos años oyendo lo mismos, 'no le puede legislar en caliente'. Pero pasan los inviernos y nada de nada. No quieren. Mientras tanto, entre la educación (?) de muchos padres y el desmadre educativo en muchos colegios, en los que los profesores ya no tienen autoridad, los adolescentes crecen sin conciencia de límites. Pueden hacer lo que quieran. Prohibido castigar, que es de fachas. Sigamos así. Lo pagaremos más caro. Todavía, que ya es decir.
Por cierto, un endurecimiento de las penas no elimina, sin más, los delitos como éstos u otros. De momento, impide que asesinos puedan estar en la calle, lo que evita que puedan repetir estas conductas. Y, además, las víctimas no se sienten ofendidas y humilladas. Hace poco una madre mató al violador de su hija. Es decir, el violador se cachondeaba de la madre de la violada. Ahora la madre ha sido condenada a nueve años de cárcel. Si hubiesen prohibido que el violador se acercara al domicilio de la madre, probablemente, no habría sucedido lo que sucedió. Pues en esas estamos.
Sebastián Urbina.
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