(La escena ilustra bastante bien lo que está sucediendo en España. Los separatistas antiespañoles, a plena luz del día, expresan su desprecio por las leyes vigentes y su desprecio a España y a los españoles.
Con el silencio de los partidos políticos. O sea, con el silencio de los políticos, que han jurado, o prometido, defender la Constitución española. El silencio de los corderos. Principalmente preocupados por sus intereses particulares y su 'corrección política'.
La prensa se carcajea. Una de cal y otra de arena. No sea cosa que digan que somos 'españolazos'. ¡Cuidado, distancia y buena letra! Todo esto, mientras el barco se hunde.
Y en este gallinero de intereses sectarios, aromas diferenciales, exquisiteces leguleyas y cobardías con estilo, aparece la voz bronca de un obrero de la construcción: ¡Viva España!
Me temo que pocos han aprendido la lección. Están por encima de estas cosas pueblerinas. Demasiado primario y directo. En fin, tenemos que seguir debatiendo si son galgos o podencos.)
¡VIVA ESPAÑA!
La única réplica que encontraron a su "Tothom a la via Catalana" provino de las alturas. Desde el frontispicio central del Congreso se escuchó un "¡Viva España!" de uno de los operarios que trabajan en las obras de remodelación del edificio de Palacio, provocando la carcajada de la prensa y el mutismo de los grupos allí congregados.
(Ketty Garat/LD)
1 comentario:
¿Qué opináis sobre estas preguntas que nadie responde en Cataluña?:
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