lunes, 20 de octubre de 2008

VENDIDOS.

Manifestación en La Coruña contra la imposición lingüística
El PSOE «planta» a la causa cívica contra la discriminación del español Cambiar el tamaño del texto
Ningún socialista estará en el encuentro que reúne el sábado a todas las asociaciones de afectados y expertos enMadrid El PP envía a un portavoz de segundo nivel, aunque Aguirre colabora en el acto

José Blanco, invitado, se excusa mientras que Ciutadans y UPyD anuncian que participarán en los debates.
Unos niños protestan ayer en La Coruña contra la «normalización» lingüística
C. Morodo / I. Fernández
Madrid- El próximo sábado se celebrará en Madrid la primera causa general cívica contra las políticas lingüísticas que se están aplicando en algunas comunidades autónomas. Todas las asociaciones que representan a los afectados, expertos en la materia y también políticos diseccionarán la situación y analizarán caso por caso, y con testimonios personales, hasta qué punto la discriminación del castellano, en una cada vez mayor parte del territorio nacional, afecta a los derechos y a las libertades de los ciudadanos.
El diagnóstico de la sociedad civil necesita de los políticos para ser ejecutado. Y de ahí que los organizadores, la Fundación Denaes, con la que ha colaborado la Comunidad de Madrid, haya invitado a este «juicio cívico» a todos los partidos nacionales, al «margen de sus errores» y de su «cuota de responsabilidad» en lo que está sucediendo en algunas comunidades.

La respuesta ha sido bastante tibia. El PP enviará a un dirigente de segundo nivel, la diputada Sandra Moneo. La secretaria general, María Dolores de Cospedal, no puede asistir porque tendrá que participar en la clausura del congreso del PP de Castilla y León. La incógnita es si la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, como coorganizadora, hará acto de presencia en el foro, que se ha querido que sea de «puertas abiertas» a todo aquel que se sienta concernido por su objeto.

El PSOE, salvo que cambiase sorprendentemente de opinión en esta semana, ni siquiera estará presente para escuchar la voz de los ciudadanos que se sienten discriminados en sus derechos. En este caso se cursó invitación a José Blanco, quien a través de su secretaria se excusó. Ha habido más llamadas a Ferraz y también se han remitido correos electrónicos sin que, al menos hasta ayer, hubiera respuesta. Ciutadans y UPyD (el partido de Rosa Díez) sí han considerado oportuno participar en el debate.
El recinto ferial de Ifema acogerá esta causa general contra la «imposición lingüística» en la que no sólo se juzgará el problema desde el ámbito de la escolarización. También se revisarán las consecuencias en la movilidad de los funcionarios, en el acceso a la Función Pública, en la liquidación de la toponimia original, en la integración de los inmigrantes hispanoamericanos o en la contratación de españoles procedentes de otras comunidades autónomas.

El protagonismo lo tendrá la voz de la calle, representada por las asociaciones de afectados a las que no se puede etiquetar ni de derechas ni de izquierdas. De hecho, algunas de ellas no ocultan su malestar con políticas del pasado por parte del PP, por ejemplo en Baleares, o incluso del presente en comunidades en las que gobierna, como es el caso de Valencia.

Estarán la Plataforma por la Libertad de Elección Lingüística en el País Vasco, Convivencia Cívica Catalana, la Mesa por la Libertad Lingüística en Galicia y el Círculo Balear. Y cada una de ellas presentará testimonios personales de lo que ocurre en sus territorios. Asimismo, asistirán portavoces del sindicato mayoritario de Policía, la CEP, de la principal asociación de estudiantes y de la asociación de inmigrantes hispanoamericanos. También reafirmarán su compromiso con la batalla en defensa del castellano tres nombres ilustres: el filósofo Gustavo Bueno, el historiador Fernando García de Cortázar y el académico Gregorio Salvador.

Previo paso a esta cita, ayer, 4.000 personas se manifestaron en La Coruña bajo el lema «Por la libertad de lengua, no a la imposición». Convocados por la Mesa por la libertad lingüística y apoyada por colectivos como el Foro Ermua, Convivencia Cívica Catalana, Fundación Denaes y Unión y Diversidad, los manifestantes reclamaron el fin de la «normalización» lingüística que proclama el Gobierno bipartito de Galicia.

El presidente de la Mesa, José María Martín, subrayaba en declaraciones a LA RAZÓN que «lo que exigimos es la derogación de toda normalización lingüística porque ni el Estado ni el poder público pueden decirnos qué lengua hablar ni en qué lengua tienen que estudiar nuestros hijos». En este sentido, cree que «lo único que se consigue es el fracaso escolar y que la gente se sienta perseguida».

Además, añadía, «lo que llaman normalización es una imposición, una inmersión como se ha hecho en otros lugares». La protesta transcurrió tranquila. Sólo al principio, un reducido grupo de independentistas profirió insultos y burlas contra los congregados, gritos que fueron aplacados por otros de «¡libertad, libertad!».
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Lo dicho. Los partidos, antes nacionales, se han vendido a los nacionalistas. Ya no se puede confiar en ellos. Los ciudadanos tienen que tomar la iniciativa. De momento, los únicos que hablan con claridad, y están dispuestos a actuar, son UPYD y Ciudadanos. ¡Qué asquito!
Sebastián Urbina.

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