Artículo de la presidenta de 'Galicia Bilingüe' sobre la propuesta del decreto de la enseñanza presentada por el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo
No era una promesa cualquiera; no les había dicho que arreglaría la economía o el problema de la vivienda. El candidato les ofreció una frase, dos, tres a lo sumo, pero en ellas estaba el inicio de la solución. Las escucharon muchas veces en la radio, en las entrevistas y en las retransmisiones de los mítines, y las grabaron para recordarlas si pasaba de candidato a presidente, para convencerse de que eso ya no se lo quitaría nadie. Podía haberlo dicho cualquier otro, pero lo dijo él. Y comenzó a gestarse una magia extraña, ese duende que adorna a los políticos tornándolos de simple candidato en líder. Porque había logrado generar ilusión. Esa palabra, ese significante con dos significados que tristemente ha acabado con uno solo, el del ilusionista que saca mariposas de papel de su chistera.
María se implicó más que otras. Estaba cansada de traducir apuntes, del diccionario, y de ver a su hijo de 4º de ESO leer un libro del instituto que no contaba aventuras, ni tampoco historias de amistad, sino que hablaba de una nación y de una joven que se hizo una foto para poder apreciar la diferencia al convertirse en "neofalante". Sólo la Religión y la Música las estudia en su lengua. Por eso María comenzó a recoger firmas en la calle, para ganar un derecho, el derecho a elegir. Con ella Begoña, cuyos hijos aprenden a leer en un idioma que no es el de sus primeras palabras. Jesús decidió implicarse más el día que los normalizadores de su hijo lo llevaron a correr por las calles tras una pancarta que decía que quería crecer en un idioma que no era el suyo. El año que viene empezará bachillerato. Bea tiene una hija en 2º de primaria. Supo que hay una Ley que reconoce su derecho a recibir la primera enseñanza en lengua materna, pero eso no se respeta. Su marido nunca había votado las siglas del candidato, hasta que ella le dijo que, por una vez, las personas de la calle podían cambiar algo. El hijo de Elena es el único que lleva a clase el libro en su idioma y la profesora dice que es la oveja negra. Elena se alegró cuando oyó al candidato prometer que eso cambiaría si confiaba en él.
Aprendieron que en otros países con varias lenguas se elige el idioma en la enseñanza, y que a nadie se acusa de odiar una lengua por preferir que sus hijos estudien en la otra, porque no las asocian a ideología y se intenta conservar las minoritarias sin imponerlas. El candidato no prometió eso, sino que elegirían la lengua de las troncales, las más difíciles, y pensaron que si podía hacerse ya, les parecía bien. Mientras, el candidato las veía alcanzar las 100.000 firmas y mostraba su comprensión al saber de los apuros que pasaban en las calles y de su miedo cuando llegaban los radicales a insultarlas, incluso se acercó a fotografiarse con ellas cuando lavaron en público un coche roto y pintado con unos colores que, al parecer, ellos odiaban. A la manifestación que organizaron no pudo ir pues tenía que viajar más allá del océano, pero sus compañeros sí estaban allí detrás de la pancarta reclamando el derecho de los padres a elegir. No supieron de sus dificultades para organizar una movilización con medios caseros, ni de las cartas amenazantes de los días previos, pero sí pudieron ver la cara más amarga del fanatismo en los rostros de quienes quieren más a una lengua que a las personas.
El miércoles pasado a las 21 horas conocieron el nuevo Decreto que el candidato, ahora presidente, había hecho por fin para todos. El pequeño de Begoña tendrá la clase en su idioma pero el de Marta, su vecina, no; sólo son dos los niños gallego-hablantes, así que no es la lengua predominante en el aula. Bea tendrá que escoger: en su lengua, o Mates o Conocimiento. Igual que antes, la LNL no se respetará. María podrá elegir las dos, pero el resto las repartirá el centro entre los dos idiomas. Imagina que si antes habían superado el 50% obligatorio, ahora la Biología y la Física se las impondrán en la otra lengua. El hijo de Jesús aún no sabe qué elegirá el centro para él en bachillerato, pero supone que para su lengua quedarán las asignaturas menos difíciles. Es el único que había empezado antes a desconfiar, porque ya gobernando el candidato, habían vuelto a llevarlo a correr por las calles, esta vez con una camiseta que decía "eu nunca serei yo". Elena se convertirá en una "outlaw" si quiere que su hijo siga llevando todos los libros en su idioma; el artículo 8.1 es muy claro. Al menos antes en ese aspecto había ambigüedad.
Escucharon de nuevo la grabación de las promesas, la que les garantizaba la casilla para todos en el sobre de matrícula, la de los libros en su lengua, y la que aseguraba que se vaciarían los colegios de ideología para llenarlos de conocimiento. Ninguno de ellos sabe todavía que el decreto será más difícil de llevar a la práctica que si se hubieran cumplido las promesas. Lo que sí saben es que se cierra la puerta a un derecho, a un principio que con futuros gobiernos sería muy difícil de retirar.
Pero no deben sentirse utilizados; es fácil engañar a quien no tiene nunca intención de hacerlo. No deben desanimarse, sino volver a las calles a informar con la palabra, a trabajar para que el Decreto sea mejorado. Ya no tendrán confianza en el candidato, hoy presidente; sólo en sí mismos, pues lo avanzado, aunque lejos de lo prometido, es fruto de su esfuerzo.
XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX
GLORIA LAGO Y EL PP.
Núñez-Feijoo ha calificado de «deplorable la actitud de los que optan por el uso de la violencia frente a los valores del diálogo y tolerancia propios de la democracia». El Partido Popular de Galicia ha apostado por un ‘bilingüismo cordial y ha añadido que ‘las prácticas intimidatorias’ no son adecuadas para alcanzar consensos. En fin, casi todo el mundo (salvo la gentuza) ha condenado las amenazas y los insultos proferidos contra Gloria Lago y Galicia Bilingüe. Por no hablar de las pintadas aparecidas en las proximidades de la residencia de la presidenta de GB y en su coche, al que, además, le rompieron una ventanilla.
Me centraré en la responsabilidad del Partido Popular. Por supuesto, la primera responsabilidad es la de quienes realizan tales conductas. Pero no es la única responsabilidad. Tenemos que recordar aquí, a pesar de las diferencias, la famosa frase del Gran Timonel Arzallus: ‘Unos mueven el árbol y otros recogen las nueces’. Esta profunda filosofía nacionalista no es propia de ningún sitio en concreto. El chantaje, con mayor o menor delicadeza, es una característica de los nacionalismos. Un hecho diferencial, como les gusta decir.
No pretendo insinuar que Núñez-Feijoo es el responsable de estos comportamientos salvajes. No lo es. Pero el Partido Popular, en general, es responsable de no haber tenido una línea clara y contundente en cuestiones de principio. Por ejemplo, en la cuestión lingüística. ¿Es la cuestión lingüística una cuestión de principio? Por supuesto. Afecta directamente a la libertad de las personas.
Recordaré, aunque ya no es progresista hacerlo, el artículo 3 de nuestra Constitución: ‘El castellano es la lengua española oficial del Estado. Todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla’. O sea, se trata de que los españoles puedan aprender el castellano en los colegios y puedan hablar el castellano (o español) en España. Pues bien, aunque parezca mentira, no se respeta esta libertad básica.
Recientemente, entre quince y veinte mil ciudadanos participamos en una manifestación por la libertad lingüística en Palma de Mallorca. En Baleares, más del 90% de los colegios enseñan exclusivamente en catalán. Es decir, que si unos padres quieren que sus hijos sean enseñados en la lengua castellana (o española) tendrán que pagarse un colegio privado/privado. Por supuesto, si usted pregunta por ahí, le dirán que no hay ningún problema. Que los que se quejan son unos fachas. Los nacionalistas llevan mintiendo desde que tienen las competencias educativas. Perdón, en realidad llevan mintiendo hace mucho más tiempo, pero me refiero a lo de ahora. Desde que tenemos
Desgraciadamente, los socialistas han mentido (y siguen mintiendo) con una pasmosa naturalidad. Hasta tal punto que no sabe uno si el primer premio debería concederlo a los nacionalistas o a los socialistas. Y cuando un socialista no miente, es convenientemente marginado. Por ejemplo, Joaquín Leguina. En su prólogo al ‘Estado fragmentado’ de Sosa Wagner dice: ‘Un Estatuto, el aprobado el 30 de Septiembre de 2005, desleal hasta las cachas con
La deslealtad de los nacionalistas es un virus del que no voy a hablar pero del que todos conocemos sus destructivos efectos. Aunque la deslealtad nacionalista no se limita al aspecto lingüístico ¡faltaría más! Pero ahora hablamos de este problema. Y aquí compite el derecho a la libertad de aprender y hablar el castellano (o español) de los españoles, reconocido por
Recordemos, entre muchos ejemplos que se podrían citar, que, en las elecciones generales, UPyD, con 300.000 votos consiguió un diputado, y el PNV, con parecidos votos (unos cuantos menos) consiguió seis. O sea, un nacionalista vale por seis españoles. Pero los nacionalistas no sólo están consiguiendo trocear el Estado Español (y cuidado con España) por esta nefasta e injusta ley electoral. Han tenido, además, la colaboración de los dos grandes partidos para seguir con su proceso de demolición.
Puedo aceptar que hay millones de personas (iba a decir ‘ciudadanos’) que les encanta que les mientan. Recordemos el debate entre Solbes y Pizarro. El ex ministro Solbes mintió con maestría y, según los espectadores, ganó el combate. Pizarro, aunque analizó correctamente la situación, lo perdió. ¿Por qué? Porque millones de personas prefieren que les digan lo que quieren oír. ‘Tranquilo, no hay problemas. Y si los hay, es culpa de la derechona. Bush, Aznar y algún otro’.
Pero, dejando aparte, el encanto que tienen las mentiras ‘progresistas’ ¿es aceptable que un partido, supuestamente liberal-conservador, como el PP, sea tan acomplejado a la hora de defender las libertades ciudadanas? Y con esto vuelvo al principio. Las gentes de mentalidad totalitaria no interpretan las cesiones y concesiones como gestos de amistad, benevolencia o deseos de consenso. Al contrario, lo interpretan como un gesto de debilidad.
Estas actitudes políticas, del Partido Popular en general, y de Núñez-Feijoo en particular, alientan y estimulan a los bárbaros identitarios. Debidamente animados por ciertos medios de comunicación y por ciertos políticos. La consecuencia es que los ciudadanos decentes se sienten indefensos. Y Gloria Lago, aunque más valiente que Núñez-Fijoo, está pagando un precio que no debería pagar por defender la libertad propia y ajena.
Si los que debieran dar ejemplo, lo dieran, los bárbaros irían con más cuidado. Los políticos del Partido Popular deberían tener bien presente que esto del ‘talante’ y otras idioteces similares son propias del ‘socialismo zapateril’. Que no las importen. Les basta con las que ya atesoran. Y cuidado. Pueden perder muchos votos si siguen haciendo el tonto. El tonto acomplejado.
1 comentario:
Es verdaderamente lamentable. Lo único seguro de los políticos es que el sueldo del más vago y más tonto, siempre superará al del votante más honrado y trabajador.
Eso es lo único que podemos saber con certeza de un candidato: que si le votamos, le resolvemos la vida.
...pero la nuestra ¿habrá quien la resuelva?
Sinceramente, ya no se a quién votar: A ZP ni hablar, el PP me ha decepcionado, UPyD no me da confianza, los pequeñitos no saldrán ...
¿Esta es la Democracia por la que han llorado y suspirado tantas generaciones de españoles?
Publicar un comentario