sábado, 23 de octubre de 2010

LOS MORRITOS DE PAJÍN.


Día 23/10/2010

LE han llovido las collejas a Javier León de la Riva, por dedicar a Leire Pajín una etopeya de intención satírica que comenzaba caracterizándola como «una chica preparadísima, hábil y discreta»; en lo que el alcalde vallisoletano no hace sino parodiar el procedimiento de los tres adjetivos encadenados, que Valle-Inclán utilizara con tanta fortuna para retratar al marqués de Bradomín.

León de la Riva podría haber dicho de Leire Pajín que era «ignara, torpe e indiscreta»; pero prefirió introducir la ironía, en lo que demostró dotes retóricas nada desdeñables. También las demostró en su siguiente pulla, cuando afirmó que Pajín «va a repartir condones a diestro y siniestro por donde quiera que vaya», en donde León de la Riva empleó la elipsis con intención sarcástica; pues, como bien se sabe, una ministra progresista de sanidad, además de repartir condones a diestro y siniestro, desempeña otras muchas labores anejas al cargo: por ejemplo, obligar bajo coacción a los farmacéuticos a vender píldoras abortivas; por ejemplo, despilfarrar el dinero público comprando tropecientas mil vacunas contra una enfermedad fantasmagórica para que se pudran en los sótanos de los hospitales, etcétera. León de la Riva podría haber probado a enumerar todas las labores a las que se dedica una ministra progresista de sanidad; pero entre la enumeración caótica y la elipsis eligió esta última, y el efecto retórico logrado vuelve a ser irreprochable.

Más discutible, en términos de preceptiva literaria, es la tercera pulla que León de la Riva dirige a Pajín: «Cada vez que le veo la cara y esos morritos, pienso lo mismo, pero no lo voy a decir aquí». A esto en retórica se le llama paralipsis, que consiste en declarar que se omite algo, cuando de hecho se aprovecha la ocasión para llamar la atención sobre ello: pero se trata de una paralipsis fallida, porque ese algo que aquí se omite a la vez que se recalca es de mal gusto; y, además, para lograr el efecto cómico se alude a las peculiaridades físicas de la caricaturizada, recurso sobre el que no existe acuerdo entre los rétores: hay quienes lo juzgan válido y hasta feliz; y hay quienes, por el contrario, lo condenan por burdo y facilón.

Pero el efecto cómico logrado a costa de las peculiaridades físicas del prójimo era recurso empleado sin rebozo por los maestros del Siglo de Oro, con Quevedo a la cabeza. Podemos aceptar que a León de la Riva se le tilde de chocarrero, como algunos tildan a Quevedo. Pero tildarlo de machista es tan estúpido como tildar de feminista a quien haga chistes de intención sicalíptica con la calva de Rubalcaba o el bigote de Aznar. Pajín, que yo sepa, no encarna el universal femenino, por muy metonímicos y estupendos que nos pongamos; pero nada hay tan universalmente estúpido como la corrección política.

Más indecorosa que la paralipsis de León de la Riva se me antoja el repertorio de morritos, plañidos y pucheros que Moratinos desplegó, en su relevo como ministro, para los que hubiesen venido pintiparadas aquellas palabras que la sultana Aixa espetó a Boabdil: «Llora como mujer lo que no supiste defender como hombre». Y, desde luego, puestos a comparar, la etopeya que León de la Riva dedicó a Pajín denota más decoro retórico que el hiperbólico ditirambo que el depuesto Moratinos dirigió a Zapatero: «Es el líder internacional con más visión, compromiso y capacidad de creatividad». Salvo que... la intención de Moratinos fuese irónica; en lo que demostraría ser más fino y malévolo ironista que León de la Riva.

1 comentario:

filósofo dijo...

Sebastián,

A lo largo del día la caterva progresista de actores y "actoras" ha salido en avalancha contra el alcalde de Valladolid. Que si no me haré la foto con él, que si no lo saludaré, que si no le diré hola. ¡ Cómo se identifica el zejasindicato con la PSOE ! En su día Pedro Castro, alcalde psocialista, llamó tontoslosc*jones a todos los votantes del PP y no se vió tantas adhesiones. El comentario del alcalde de Valladolid estaba mal, pero la reacción es desmesurada. Han aprovechado que por Valladolid pasa el Pisuerga para lanzarse a la yugular del PP. Muy típico de nuestra progresía rampante.

Saludos