(Se puede ver a diferentes miembros catalanistas del gobierno catalanista del oasis catalanista, llorando a lágrima viva por la opresión que sufren por parte de la malvada España. ¡Es intolerable!
TV3 mostrará a los catalanes cómo lloran sus políticos catalanistas.
¡Queremos otro encaje! dicen que dijeron. Y el ministro Margallo tomó nota. 'Quieren otro encaje', dicen que dijo. 'Estudiaremos un nuevo encaje', dicen que dijo Mariano.
PD. Se pueden enviar donativos a Cataluña. )
Victimismo nacionalista
CiU ve 'maltrato a Cataluña' en la bajada de impuestos de Madrid
Josep Sánchez Llibre se queja del sistema de financiación autonómico
Europa Press
martes, 29 de octubre de 2013, 12:07
(LVL)
EL
ENGAÑO CATALÁN.
Cataluña
disfruta de una financiación por habitante superior que Andalucía, Baleares,
Castilla-La Mancha, Madrid, Murcia y la Comunidad Valenciana. Así se desprende de los datos oficiales
de ingresos liquidados por las comunidades autónomas en los dos últimos
ejercicios cerrados, 2011 y 2012. Entre ingresos por impuestos, tasas,
rendimientos patrimoniales y transferencias recibidas, la Generalitat
dispuso en el periodo 2011-2012 de unos ingresos medios de 2.627 euros por
habitante y año. Andalucía ha percibido un 5,43 por ciento menos;
Castilla-La Mancha, un 1,2 por ciento menos; Murcia ha disfrutado de unos
ingresos un 10,93 por ciento inferiores a los de Cataluña; y la Comunidad
valenciana, un 20,64 por ciento menos.
El
nacionalismo catalán viene argumentando que aporta más de lo que recibe. Pero lo
cierto es que no es precisamente la Comunidad que más aporta a la
solidaridad interterritorial. Si el cálculo se pondera a razón del PIB,
Madrid y Baleares salen claramente «castigadas» respecto a Cataluña.
Con el actual marco de financiación, Baleares ha recibido en los dos últimos
años un 15,15 por ciento menos de ingresos públicos que Cataluña, pese a que su
PIB per cápita sólo es un 8,88 por ciento inferior que el catalán. Y aún
es más notorio el caso de Madrid, que tiene un PIB per cápita casi un 10 por
ciento superior al catalán, y sin embargo entre 2011 y 2012 disfrutó de unos
ingresos públicos un 7,29 por ciento inferiores a los que tuvo la Generalitat.
En cualquier
caso, en materia de financiación autonómica es perverso aferrarse al argumento
del PIB para medir si se aporta mucho a la caja común de la solidaridad
interterritorial. Y es que precisamente una de las piedras angulares de
la arquitectura del Estado es la redistribución de las rentas vía impuestos,
para garantizar las máximas cotas posibles de igualdad entre todos los
españoles al acceder a servicios y prestaciones públicas, vivan donde
vivan, sean más o menos ricos sus territorios y sus gentes.
Los que dejan de ingresar
Con
los datos oficiales en la mano, si la Comunidad de Madrid hubiera tenido el
mismo nivel de financiación por habitante que Cataluña, en el bienio 2011-2012
habría disfrutado de unos 2.500 millones más de fondos públicos. Y el Gobierno balear hubiera tenido cada año una media
de 444 millones más de los que realmente ingresó en 2011 y en 2012. Las liquidaciones
presupuestarias demuestran que, en ingresos, Cataluña sale mejor que otras seis
autonomías. Entre ellas, dos que le superan en renta per cápita.
El gran
problema de la Generalitat no son los ingresos, sino sus abultados gastos. Las multiplicadas estructuras
auspiciadas por el nacionalismo han acabado comprometiendo los cimientos: las arcas de esta Comunidad, que han
tenido que ser apuntaladas con el «oxígeno» extra facilitado por el Estado
mediante el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA).
Cataluña ha
ido engordando la bola del endeudamiento público hasta hacer que a cada catalán, hoy por hoy, pagar la
deuda de la Generalitat ya le cueste más de mil euros al año. En 2012, unos
1.050 euros por catalán.
El precio de gastar al debe
En 2010, la
autonomía que preside Artur
Mas tuvo que desembolsar 2.714 millones por intereses y amortizaciones de
su deuda autonómica. Tres años después, esa factura casi se había triplicado: 7.866 millones en 2012, un 190 por
ciento más que en 2010.
La crisis
destapó las debilidades estructurales: gastos muy superiores a los ingresos,
sobreendeudamiento encadenado y al alza año tras año, y al final serios
problemas para sostener los compromisos de pago, incluso en servicios públicos
básicos.
Actualmente, Cataluña concentra prácticamente uno
de cada tres euros que debe el entramado autonómico español en su conjunto.
Entre la administración
de la Generalitat y su larga lista de entes y empresas públicas, la deuda
supera los 56.000 millones. Es el dato que certificó el Banco de España al
finalizar el primer trimestre del presente año, pero cuando acabe 2013 la cifra
será claramente superior. La escalada no se ha frenado.
Cataluña
supone actualmente el 28 por ciento del endeudamiento total de las comunidades
autónomas, incluyendo también a sus empresas públicas. El año pasado, solo en intereses la
Generalitat se gastó 1.743 millones. En el trienio 2010-2012, entre intereses y
amortizaciones ha tenido que desembolsar casi 17.000 millones de euros. El
Gobierno catalán ya tiene que dedicar más dinero a abonar los «recibos» de su
deuda pública que a pagar las nóminas de todos sus empleados. Y eso que sus
gastos de personal son también de calado: 6.557 millones el año pasado. En
2012, de cada cuatro euros que gastó la Generalitat, uno fue para pagar los
intereses y amortizaciones de su abultada deuda pública.
(ABC)
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