(En España, esta madre estaría detenida y su hijo en un lugar de acogida. Si en vez de la madre hubiera sido el padre le hubieran quitado, además, la patria potestad.
España está llena de cretinos. Los políticos son los que más aportan. El sistema educativo es de vómito. La LOGSE, la devaluación de la autoridad de los maestros, la perjudicial sobre protección y mimo de muchos padres, y el ambiente 'progre' y 'buenista', hacen el resto.
En fin, ¿qué se puede esperar de una sociedad que vota ¡¡¡por dos veces seguidas!!! al líder planetario Zapatero. Y eso que Mariano es mediocre y cobardón. ¡Qué tropa!)
ESPAÑA: ESTUPIDEZ A TOPE.
Chiquita Hill es una madre de 33 años de Columbus,
Georgia, que no sabe qué hacer con su hijo Sean de 10. El pequeño es un
crío problemático que tiene una mala actitud en clase, es irrespetuoso
con sus compañeros, no escucha cuando se le habla ni presta atención a
nada y en la escuela no hace los trabajos que le mandan.
Ms.
Hill, desquiciada con la actitud de Sean y después de hablar en
infinidad de ocasiones con sus profesores para ver si pueden
enderezarle con consecuencias negativas, decidió pasar a la acción con
una medida sorprendente: llamar a la Policía y darle una lección al
pequeño rebelde.
La gota que colmó el vaso de la
paciencia de la joven madre fue que su hijo no hizo ni puñetero caso a
un profesor que incluso fue a su casa a intentar hablar con él y
conducirle por el buen camino. “las palabras le entraron por un oído y
le salieron por otro, no hizo ni caso”. Asustada ante lo que presenció,
Chiquita Hills empezó a tener miedo de que si su hijo no obedecía a los
profesores la cosa iría a más y podría derivar en una falta de respeto a
cualquier autoridad, algo que la madre veía como muy peligroso para el
futuro de su pequeño.
Después de la escena con
su profesor, Chiquita Hills llamó al Departamento de Policía de
Collumbus, que accedió a mandar funcionarios a casa. Al principio, el
hijo no creía las amenazas de su madre y seguía con su actitud
beligerante e intransigente… Pero su chulería y sus risas se
convirtieron en lágrimas cuando escuchó la sirena del coche de la
policía y al mirar por la ventana los vio aparcar delante de su casa.
La
policía entró en casa y en un aparte con su madre, le explicaron lo que
iban a hacer con su hijo antes de colocarle las esposas. La madre
accede y los agentes empezaron a realizar su trabajo. Primero van a por
el crío, lo sacan y lo meten en los asientos posteriores del coche
policial durante cinco minutos, tiempo en el que le dieron una buena
charla y le pusieron firme.
“Todo sucedió muy
rápido”, dijo la señora Hills. “Mi hijo no tuvo tiempo de reaccionar.
Estaba asustadísimo”. Después del susto, los policías permiten salir a
Sean del coche. El niño salió corriendo como un loco a los brazos de su
madre. El niño dijo a su madre: “Nunca lo volveré a hacer, mamá. Seré
bueno”, entre sollozos. Chiquita Hills no sabe qué le dijeron los
policías en esos eternos 5 minutos, pero la actitud de Sean cambió.
(La Gaceta)
1 comentario:
Una cosa es la protección del menor y otra que sean los reyes del mambo, se ha quitado la autoridad a los padres y profesores.
maltrato no es una colleja o un castigo
lamentablemente la situación es penosa
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