sábado, 11 de octubre de 2008

VENGANZA SOCIALISTA


Actualizado Sábado, 11-10-08 a las 05:48

Los Presupuestos Generales del Estado para 2009 han levantado en «pie de guerra» a los empresarios madrileños, quienes han hecho llegar su «gran preocupación» al presidente del Gobierno, al que han mostrado su enorme disconformidad ante «el insuficiente nivel de inversiones previstos en estos Presupuestos hacia nuestra Comunidad».

Tras la queja, los empresarios sugieren que el presidente de la Nación debería, por ejemplo, reducir la carga fiscal que soportan las empresas, reformar en el mercado de trabajo o realizar un mayor esfuerzo de disciplina presupuestaria para todas las Administraciones públicas, además de simpliflicar los trámites administrativos.

Pero la queja principal pivota entorno a la cantidad destinada a Madrid. Para Arturo Fernández, presidente de la Confederación Empresarial de Madrid-CEOE, es un hecho «de gran preocupación haber pasado del 18% que representaba la inversión en 2004 en Madrid al 9,9% presupuestado para 2009». Además, Fernández denuncia que esto no es la primera vez que ocurre, ya que «vemos con preocupación que un año más estamos asistiendo a una clara falta de apoyo por parte del Gobierno Central, al proceso inversor que requiere una región como Madrid, que ha demostrado ser el motor de la economía española en los últimos años».
«Discriminatorios»
Este año, particularmente, los empresarios entienden que los datos ofrecidos por José Luis Rodríguez Zapatero son «discriminatorios», porque suponen una «falta de inversiones ante las necesidades de la región en materia de infraestructuras y de equipamientos de servicios públicos básicos». Unas necesidades, reiteran, «absolutamente imprescindibles para el desarrollo de nuestra Comunidad».

La región, según CEIM, vuelve a ser una de las más perjudicadas en el reparto regionalizado de las inversiones, independientemente de qué variable se tome en comparación, ya sea PIB, empleo o población. Arturo Fernández argumenta que las empresas de Madrid contribuyen en más de un 40% —muy por encima del casi 20% de Cataluña o del 10% de Andalucia o Valencia— a la recaudación del Impuesto de Sociedades, lo que demuestra su gran capacidad de contribuir a la vertebración y cohesión territorial si disponen del marco adecuado para el desarrollo de la actividad empresarial.
Crisis económica
En segundo lugar, su disconformidad se circunscribe a la falta de adecuación de los Presupuestos para 2009 «a las condiciones y necesidades de nuestra economía en un momento de grave dificultad, de incertidumbre y de deterioro de las principales variables».

Tal vez, aventuran, «sean estos los únicos presupuestos posibles, habida cuenta de las diferentes acciones permisivas en materia de descentralización y la falta de medidas estructurales de impulso económico por parte del Gobierno central, pero lo que si tenemos claro es que no van a contribuir precisamente a ganar en confianza y en eficiencia o competitividad, dos variables clave en estos momentos».
Insensibles e ineficaces
Según CEIM, los Presupuestos para 2009 «contemplan una necesidad de financiación del conjunto de las administraciones públicas del 1,9% del PIB, como consecuencia de que la Seguridad Social va a compensar el equilibrio del resto de las Administraciones». Para Fernández, «independientemente de que el superávit de la Seguridad Social descanse sobre un crecimiento de las cotizaciones del 7% —a todas luces incompatible con el descenso previsto para el empleo—, y de que, en consecuencia, la cifra de déficit, pueda ser mayor, lo realmente preocupante es que el sector público va a entrar en competencia con el sector privado en la búsqueda de financiación —efecto «crowding-out»—, de un déficit que está generado por la falta de austeridad en el gasto corriente, ya que las inversiones reales descienden en proporción superior al crecimiento previsto para el PIB».

Es inevitable, termina Fernández, «que en épocas de recesión los estabilizadores automáticos —más gasto por desempleo y menos recaudación— cumpla su función, pero no lo es que, en el escenario actual, no se compense este hecho con una política de austeridad en otras partidas, como el consumo público o las subvenciones injustificadas desde el punto de vista de la eficiencia económica, que permita generar ahorro para potenciar la inversión pública».
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Esta es la política del talante del Presidente Zapatero. ¿Qué esperaban de los socialistas? O te allanas, tipo Sanz de Navarra, o van a por tí. La violencia repetida de los sindicalistas 'liberados' (correas de transmisión socialista) contra Guemes, en la Comunidad de Madirid, es una muestra más de la violencia, implícita o explícita, del comportamiento de la izquierda. Estas son las reglas 'democráticas' de los socialistas. El problema es si la ciudadanía está a su altura. A su altura moral.

Sebastián Urbina.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Qué se puede esperar de unos golfos caraduras y mentirosos, instalados en el poder? Democráticamente, sí. Lo que ya no se distingue es a los ignorantes, de los que saben algo. La mezcla resulta espantosa y peligrosa. Sálvese quién pueda. La única esperanza es como la del 2 de Mayo. La reacción del personal. Todo llega y todo pasa. Pero los sacrificados serán los de siempre, que para eso están.

FERNANDO SANTAYANA

Sebastián Urbina dijo...

Pues sí. Parece que sólo queda no rendirse. Me gusta repetir esta frase: 'No sé si el mañana llegará.Pero llegue o no llegue, ¡resistid!