martes, 24 de febrero de 2009

OASIS CATALÁN.


1 de Abril 2006

Estatut y clase política catalana: Tal para cual

Que el “Oasis catalán” es la zona de España donde existe más corrupción política por metro cuadrado es algo bien conocido salvo para la mayoría de los ciudadanos catalanes. A una coalición nacional-corrupta, como es CiU, le ha sucedido otra coalición nacional-farisaica, uno de cuyos partidos más bocazas, la Esquerra de las “mans netes” (manos limpias) está pringada hasta las cachas y enmerdada hasta el cuello. La gentuza de Carod no tuvo bastante con que La Caixa —otra institución corrupta— le perdonase un montón de pasta cuando los alevines de Esquerra comenzaron un boicot violento a los peajes de las autopistas. No, todo es poco para unos independentistas cuya cúpula la integran unos cuantos ex terroristas de Terra Lliure y han decidido que de la política se vive muy bien y así deben continuar. De modo que, y es notorio, pasaron a intentar cobrarle un peaje a cualquier pobre desgraciado que integrase alguna de las seis consejerías que controlan. Entre el 3 y 20 % debían pagar los que quisieran seguir trabajando: ¿Mans netes? No, ¡mente podrida y espíritu gansteril!

Bien, pues hoy nos desayunamos con la noticia de que “La Generalitat releva al inspector que debía investigar las cartas de ERC”, para cobrar la "mordida" —cabe añadir— . Sí, aunque parezca increíble, el titular de La Razón pone nada menos que “La Generalitat”. Es decir, es el Govern quien ha cesado a un funcionario que debía investigar la actuación de Esquerra. No es de extrañar que el cese del inspector lo haya ordenado el consejero de Gobernación y Administraciones Públicas, un fulano corrupto y asimismo de Esquerra que fue procesado cuando desempeñó el cargo de alcalde de Puigcerdá y se mantiene pendiente de la resolución del TSJC. Luego aquí, como ninguno de los miembros del Ejecutivo catalán ha dicho está boca es mía a ese cese sumamente sospechoso, en buena lógica cabe afirmar que el Tripartito en pleno, encabezado por los corruptos Maragall, Carod y Saura —firmantes del Pacto del Tinell— respalda el cese y ha prevaricado para que no se descubran los trapicheos o ilegalidades de sus componentes. Porque el Govern, como todo gobierno que se precie, debe tomar sus decisiones de forma colegiada, sin departamentos estancos y sin que nadie quede excluido de responsabilidades. Claro que llamar al Govern català un gobierno que se precie no deja de ser un eufemismo.

¿Oasis catalán? Rotundamente no. Lo que hay en Cataluña, y bien que lo siento por los muchos familiares y amigos que tengo allí, es una falta total de democracia y una población que en su mayor parte ha sido narcotizada políticamente y a la que se le ha inculcado durante décadas unos sentimientos nacionalistas a los que ya le es imposible renunciar, igual que esos yonkis que llevan años pinchándose. De modo que, alucinados como se encuentran y desinformados por unos medios de comunicación vendidos al mejor postor, es decir, corrompidos igualmente, la mayoría de los ciudadanos catalanes son incapaces de advertir que cuando depositan su voto le hacen el caldo gordo a la “Cosa Nostra”. Sí hay quien lo advierte, por supuesto, pero no tiene posibilidades de denunciarlo porque la economía de su empresa o su familia está en juego, y por lo tanto es víctima de otra de las características del nacionalismo: El chantaje a la sociedad. Recuerdo ahora a uno de los empresarios catalanes que se atrevió a formular ciertas declaraciones críticas, me refiero a Mariano Puig, presidente de la Corporación Puig de perfumes. Bien, pues cómo habrá sido la presión que ese hombre tuvo que soportar a partir de sus declaraciones, que al final, como penitencia y para reconciliarse con el poder, acabó firmando el manifiesto de empresarios que apoyaron el nuevo estatuto.

¡Qué lástima de Cataluña, adelantada en tantas cuestiones meritorias —cada vez menos—, y qué pena de una población que, mayoritariamente, ha perdido el norte y el sentido de la honradez política! Pero claro, los votantes tampoco tienen mucho para elegir, porque allí, precisamente allí, todos los políticos sí son iguales, dirigentes del PPC incluidos, salvo pocas excepciones. Y cuidado, que esto no es más que una primera etapa aunque haya durado 25 años. Con el nuevo estatuto liberticida que se está aprobando, los catalanes no tardarán en comprobar lo que de verdad vale un peine. ¿Se imagina alguien a la actual clase política catalana gestionando con honradez un estatuto muy ambiguo e intervencionista hasta la locura, que además les concede impunidad total para sus fechorías al crear una Justicia propia que amoldarán a su medida? Yo, desde luego, es en lo última que pensaría, en que un estatuto aberrante vaya a ser gestionado con honradez por una clase política tan totalitaria y corrupta. No les envidio a los catalanes de a pie, la verdad sea dicha.

(Batiburrillo)Escrito por Policronio en: 1 de Abril 2006 a las 11:31 AM Archivado en Cataluña

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Lo peor de todo es que esta mierda no es exclusiva de Cataluña y sus políticos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No, Ibarretxe tambien se ha gastado más de 320 mil millones en embajadas y cosas así como Rovira. Es escandaloso.