sábado, 8 de junio de 2013

EL EURO.




'El euro es un monstruo, un inválido, una trampa'
 
Ni la UE es la URSS ni el euro es el milagro que los europeos esperaban hace once años, cuando empezó a circular de mano en mano. Jasay no deja indiferente a nadie, ni hace medio siglo ni ahora.

·  Considerado como maestro por, al menos, tres generaciones de liberales, este economista y pensador húngaro de nacimiento y francés de adopción, sigue dando que hablar a sus casi noventa años. La historia de Anthony de Jasay, bautizado como Antal Jázsay, es la de un hombre del siglo XX cuyas enseñanzas son las idóneas para el siglo XX. Estudió para perito agrónomo en su Hungría natal, pero pronto abandonó el campo por la pluma para dedicarse al periodismo. En 1948 salió huyendo de Budapest con lo puesto. No huía de su país, sino del comunismo, del que desconfiaba a pesar de que él no era un acaudalado industrial ni un terrateniente.

Tras pasar dos años en Austria tomó un barco que le llevó hasta el otro lado del mundo, hasta Australia. Allí, en las antípodas, es donde empezó a interesarse por la economía. Regresó a Europa, primero al Reino Unido y luego a Francia, donde, gracias a una inteligencia fuera de lo común y sus conocimientos nada académicos de economía, fue contratado en un banco parisino. A los 50 años ya se había convertido en millonario. En ese momento decidió retirarse a una casa de campo en la costa de Normandía y dedicarse al estudio. De ese retiro espiritual e intelectual han salido obras capitales como “El Estado”, publicado en 1985, “El Contrato Social”, publicado en 1989 o “Contra la política”, que vio la luz en 1997.

Al no pertenecer al estamento académico su obra siempre fue ninguneada por profesores y catedráticos. No podía suceder otra cosa con un banquero jubilado que se dedicaba a pensar y escribir por su cuenta. Pero la obra de Jasay fue abriéndose camino y hoy, traducida a varias lenguas –entre las que se encuentra el español– es ampliamente consultada, referida y debatida. Sus opiniones, fundamentadas en el liberalismo más genuino –él se denomina a sí mismo como ‘liberal moderno–, no dejan frío a nadie, ni a los liberales ni, naturalmente, a los antiliberales, especie esta última que abunda por Europa.

¿Es la Unión Europea una versión suave de la Unión Soviética?
No, no lo creo porque persigue una ambición distinta a la que perseguía la Unión Soviética. Todos estos eurócratas están hechos de un material diferente al de los rusos. Los rusos son rusos, eso es algo importante que no debemos olvidar. Los peligros que ves son los propios de la sobrerregulación. Estoy de acuerdo con eso. La tendencia de la gente que se sienta en un despacho y tiene como trabajo regular asuntos siempre soberregulará, porque eso les viene de natural. Pero eso no hace a la Unión Europea nada parecido a la Unión Soviética porque la Unión Europea es esencialmente no violenta.


¿Es el euro una divisa sostenible en el largo plazo?
No, no lo es. El euro es un monstruo, es un inválido, es una trampa. Ha metido a todos los países que lo adoptaron en una trampa difícil. Conlleva hacer políticas económicas con una mano atada a la espalda y la otra atada a la rodilla. Básicamente consiste en renunciar a casi todas las herramientas de política económica y en intentar que una colección heterogénea de países bailen al mismo son. Es algo extremadamente costoso e ineficiente, si sobrevive lo hará como un hombre en una silla de ruedas. Pero esa no es la manera más deseable de sobrevivir. Deberían disolverlo, pero nadie tendrá el coraje de hacerlo. Mi predicción desde hace años es que se trata de algo horroroso y que la gente se ha obligado a aceptarlo, a decir “hay que hacer esto, hay que hacer aquello, gobierno económico europeo, regulación bancaria a escala europea…”, es decir, el tipo de pensamiento que forja una economía ineficiente.


¿Acabará la eurozona como Argentina?
 
La cultura de la mayor parte de los Estados europeos es tan diferente a la cultura argentina que veo muy difícil que sigan el mismo camino. Lo que yo diría a favor de tu pregunta… creo que esperas una respuesta positiva, la respuesta positiva es que si Europa pudiera sacudirse el euro el efecto inicial sería tan favorable como lo fue en Argentina. Pero en Argentina se fue todo al garete. En Europa no tendría porque pasar eso. Su cultura política es menos sucia.


¿Por qué Occidente permanece en estado estacionario en comparación con China o la India?
 
Hay como quince respuestas para esto. Te doy la que me parece quizá más importante. La transferencia de tecnología sin coste. A Estados Unidos y Europa les llevó cien años desarrollar su actual nivel de competencia tecnológica. Para los chinos está ya toda disponible sin coste. Ni siquiera tienen que pagar regalías a los inventores de estas cosas. En la mayor parte de los casos simplemente se las han apropiado. Y si alguien se queja, bueno…., es lo que hay.


Es una ventaja inmensa que seguirá funcionando a su favor unos años más, pero que ha obrado maravillas en los últimos 20 ó 30 años. Se ha obrado esta maravilla en parte porque las economías se han ido acercando gracias, de nuevo, a la tecnología, gracias a las mejoras en la tecnología de transporte. El buque portacontenedores es parte del éxito económico chino. Todo lo que no era comerciable es ahora comerciable y los chinos pueden producirlo y exportarlo porque el transporte se ha abaratado mucho. También la comunicación electrónica, la transferencia de órdenes, la distancia media, reducción de inventarios, cambios de modelo… todo eso se ha convertido en algo tan rápido. Antes de las comunicaciones electrónicas llevaba uno o dos meses enviar una orden de Dusseldorf a Chongqing. Ahora cuánto tiempo lleva enviar un complejo libro de especificaciones técnicas de 50 ó 100 páginas.

Creo que la respuesta es: a) se han quedado con la tecnología occidental al cambio de nada y b) están próximos como gemelos siameses a las avanzadas economías occidentales, y ellos están avanzando con pasos de gigante.  (Fernando Díaz Villanueva/La Gaceta)

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