martes, 25 de junio de 2013

TONTERIAS PROGRESISTAS



 (Anatolio Alonso, el mejor alumno madrileño en selectividad, dice que el Ministro Wert, 'o es tonto o tiene mala fe'. ¡Pobre Anatolio! No le llegas a Wert ni a los calcetines.

En fin. Dice Anatolio que mantener la exigencia de un 6'5 para las becas es malo porque es someterse a la dictadura de lo que es útil. Basta leer los artículos que he incorporado para darse cuenta de que anda bastante descaminado. 

Por otra parte ¿es que debemos someternos a lo inútil? ¿No sabe el 'matriculas' que alguien paga los gastos que otros realizan? ¿Que los españoles ya pagamos el 80% de los gastos universitarios? ¿Puede imaginar que, a lo mejor, los paganos quieren que sus dineros se inviertan en cosas útiles?

En cuanto a que todo el mundo tiene derecho a estudiar, depende. En Etiopía probablemente no. En España, dado el nivel económico podemos dar educación a todos, al menos hasta cierto nivel de estudios. En cuanto a estudios universitarios estamos por encima de la media europea.

 Claro que Anatolio puede ser partidario de la ampliación de derechos y todo le parecerá poco. Igual que Cayo Lara y Rubalcaba. ¡Más derechos! Sólo hay un pequeño problema. Hay que pagarlos.  Y si creamos un Estado de Bienestar inasumible terminaremos en quiebra. Le pasó, incluso, a Suecia.

¿Irresponsable el Ministro Wert? Tal vez seas tú el irresponsable, Anatolio. Dejaremos lo de tonto e ignorante. Eres jovencito.

PD. Anatolio tiene todo el derecho a renunciar al 'bachillerato de excelencia', porque le parece excluyente. Pero debería saber que hay élites, las ha habido, y las seguirá habiendo.)

 

 

 

 

 

 TONTERIAS PROGRESISTAS.

EL MEJOR ALUMNO MADRILEÑO EN SELECTIVIDAD SE DESPACHA EN CUATRO

"Wert ha sido irresponsable, no da la nota, no sé si tiene mala fe o es un ignorante"

Según aseguró 'Las Mañanas de Cuatro' aquel estudiante tenía la oferta de entrar en el bachillerato por excelencia, pero lo rechazó por considerarlo excluyente

Juan Francisco Lamata Molina, 25 de junio de 2013 a las 16:17
Las principales tertulias parecen nutrirse de críticas contra el ministro de Educación José Ignacio Wert. En 'Las Mañanas de Cuatro' del 25 de junio de 2013, Jesús Cintora fue conectar con el estudiante madrileño que mejor nota había sacado en la última selectividad, Anatolio Alonso, para que pusiera a caldo al titular ministerial.

El joven estudiante, con un 9,95 de media y que no pudo evitar tocarse el pelo varias veces durante su entrevista al estilo de aquella célebre parodia de las juventudes socialistas sobre Educación para la Ciudadanía, se mostró duro con el ministro Wert al que acusó de irresponsable.

Jesús Cintora- Esto del 6,5 para las becas ¿a ti que te parece?
Anatolio- No me parece bien. Esto recurre a un utilitarismo social. Me viene a significar que únicamente hay que potenciar lo que es útil. ¿Cómo quedan las minorías? En la sociedad tiene que haber muchas más variables. No todas las familias tienen los mismos recursos. ¿Por qué no se va a dar dinero a una familia que saque un cinco si hemos puesto el aprobado en el cinco? Entonces pongamos el aprobado en el 6,5. Si se aprueba y sí se cumple, deberían poder ser en un cinco las becas.

Jesús Cintora- Seguro que conoces a amigos que tienen ganas de estudiar a pesar de no tener una situación económica favorable.
Anatolio- Y aún sacando buenas notas hay gente que no tiene dinero y se tiene que poner a hacer cosas que quizá otra persona que saca menos nota no tiene que hacer porque su familia tiene más dinero. (...) El 'si tú quieres, puedes' que dicen. ¡Una persona rica, yendo raspado, puede pasar mucho más fácil! ¿Pueden? ¿A qué precio? El esfuerzo hay que potenciarlo, sí. Pero todo el mundo tiene derecho a estudiar una carrera. (...) (PD).
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El 29 por ciento de los ciudadanos españoles entre 25 y 64 años acreditaban en 2007 un título universitario, frente al 27 por ciento de media de los países de la OCDE y del 24 por ciento de la Unión Europea de los 19. Nuestro país se encuentra por delante de potencias europeas como Francia y Alemania, aunque por debajo de Reino Unido y de países nórdicos como Suecia y Finlandia, que tradicionalmente mantienen las tasas europeas más altas de titulados superiores. A escala mundial destaca la posición de los Estados Unidos, donde un 40 por ciento de la población entre 25 y 64 años acredita estudios universitarios. (Universia).
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25-VI-2013

El verdadero sentido de las becas

 

 La polémica sobre la vinculación de los resultados académicos a la obtención o mantenimiento de las becas es uno de los mejores ejemplos de la hipocresía y el despropósito conceptual en el que la izquierda española se encuentra.

Y es que, por mucho que la campaña contra el ministro Wert intente convencernos de lo contrario, del mismo modo que no existe el derecho a cobrar sin trabajar, no debería existir el de recibir una beca si no se hace aquello para lo que se concede: estudiar.

Tampoco es cierta otra parte de la demagógica campaña en marcha: con o sin becas, no se abandona a los estudiantes con menos recursos, de hecho todas las plazas universitarias ya están subvencionadas en un porcentaje no inferior al 80%.

Ese esfuerzo, que es muy importante, y que como casi todo el resto del gasto público soportan las sufridas espaldas de la clase media, ya garantiza que todo aquel que lo desee tenga la oportunidad de estudiar una carrera universitaria. Las becas, por tanto, deben reservarse para la búsqueda de la excelencia, para allanar aún más el camino de aquellos que, por su capacidad o por su esfuerzo excepcional, merezcan ese apoyo y esa recompensa.

En el colmo de la demagogia, el PSOE se desgañita hablando de una vuelta a los "valores clasistas" de la educación franquista; pero si algo servía para quebrar el esquema de clases de la sociedad durante el franquismo era, precisamente, un exigente sistema de becas que permitió a los menos favorecidos económicamente beneficiarse de una educación pública de verdadera calidad… siempre que mantuviesen un expediente inmaculado.

Porque si la educación pública no tiene ese nivel, si cualquiera, se esfuerce o no, puede conseguir un título universitario, lo que se logra no es ayudar a los estudiantes de clase baja, sino exactamente lo contrario: que sea aquel que se puede pagar un máster o estudios en el extranjero, o una universidad privada de élite, el que logre llevar ventaja, precisamente gracias a su posición económica.  

Ese es el gran logro del modelo falsamente igualitario de la Logse.

Las becas, en definitiva, no deben servir para que cualquiera estudie, sino para que lo hagan los mejores dando lo mejor de sí mismos, y eso sólo se puede lograr si se vinculan a una exigencia elevada, de hecho muy por encima del tímido 6,5 del que ha hablado el ministro Wert.

Sólo un programa de becas más reducido en el número de beneficiarios pero bien dotado económicamente puede garantizar que no se pierdan los mejores talentos de la sociedad y que ese esfuerzo revierta de nuevo en el país de la mejor forma posible: con profesionales de primera fila capaces de competir con sus iguales de todo el mundo.

Una vez más, las propuestas de la izquierda en pro de los menos favorecidos solo sirven… para que sigan siendo los menos favorecidos. (edit.ld)

2 comentarios:

Arcoiris dijo...

Hagan lo que hagan, quienes nos gobiernan actualmente reciben contestación encendida para todas y cada una de sus decisiones. Los sindicatos anunciaron un otoño caliente cuando Rajoy declaraba su programa inicial, con el que ganó con mayoría absoluta. Posteriormente, ha puesto en práctica medidas radicalmente contrarias y, sin embargo, ello no contentó a aquéllos, al contrario, trataron de batir, creo que con éxito, todos los registros de manifestaciones diarias y en un año natural. Acaba uno sospechando que se manifiestan, sin importar lo que determine el Gobierno, siempre que el mismo no sea de izquierdas, es decir, que les unte más. Eso o que muestran proclividad por los paseos al aire libre, que no lo parece tanto.
Ahora, con el señor Wert, da la impresión de que no acierta ni una y de que lo que había, la Logse, era un afortunado regalo que no nos merecíamos, aun a pesar de los resultados académicos y cívicos habidos. Es lo cierto que hay ahora muchísimos licenciados universitarios parados y que también hay no pocos muy mal pagados ya que es verdadlo que afirmaba el gerente de mi hospital: “Le das una patada a una piedra y salen cien mil médicos”. Y, si recuerdo bien lo que oí en la radio, por poner un ejemplo,
sólo en Madrid hay más abogados que en toda Francia.
De manera que, si tocan mi bolsillo para que estudie una persona con pocos posibles, prefiero que sea un fenómeno, un bien dotado, alguien que saque algo más que esa triste media de los 6,5, que ahora se pretende abaratar. Si no tiene capacidad notable para arriba, ¿porqué ha de estudiar a mi cargo en una universidad? ¿No puede estudiar materias menos exigentes, estudios de menor nivel, a su alcance?

Sebastián Urbina dijo...

Estoy de acuerdo. Creo que uno de los males- entre otros- es que los diferentes gobiernos no aceptan que la formación de élites es buena para la sociedad. Aquí se ve como discriminación y exclusión. Si aquí tuviéramos Oxford y Cambridge se vería como un oprobio. Pero, claro, la excelencia es de derechas.