jueves, 9 de octubre de 2008

LA MODA PIXING




EL MANIFIESTO DE LAS MEONAS(PD).


Ante las continuas solicitudes de miles de internautas, he decidido reponer el exitoso modelo técnico-biológico-igualitario para ayudar a una España, con perdón, menos discriminatoria con las micciones y, en definitiva, más feliz.


¿Qué es Pixing?

Muy a menudo oímos hablar de las grandes expresiones del machismo como las desigualdades laborales, la violencia de género, las discriminaciones abiertas en contra de las mujeres. Muchos grupos feministas trabajan con gran éxito en hacer que estas manifestaciones sexistas sean problematizadas, combatidas y vencidas.

Pixing es una manera de contribuir a la lucha feminista, centrándose en las formas cotidianas de sexismo a las que todas las mujeres somos expuestas día a día.

Hacer pis en la calle, además de estar generalmente desaprobado por las autoridades, quienes penalizan el acto sin dar soluciones, está doblemente prohibido para las mujeres. ¿Por qué los hombres lo hacen tan orgullosamente mientras para nosotras es un símbolo de vergüenza? ¿Qué es lo que tenemos que esconder y de quién?
Consideramos sumamente importante atender a estas formas sutiles de machismo a las cuales somos expuestas cotidianamente y proponemos actuar en consecuencia.

Las medidas adoptadas por el Ajuntament de Barcelona en relación a l’Ordenança del Civisme, además de ser generalmente criticables, contribuyen a estas formas opresivas de la mujer contra las cuales luchamos. La ínfima muestra de lavabos públicos ofrecida por el Ajuntament de Barcelona y su infecto estado sanitario hacen que sea prácticamente imposible su utilización sana y limpia por parte de las mujeres, sin incurrir en el riesgo de contagiarse todo tipo de enfermedades e infecciones.

Pixing es una queja contra las formas sutiles de machismo que llevan a las mujeres a sentirse avergonzadas por actos que los hombres realizan con orgullo. Es una instancia a pensar en la igualdad de género en el día a día, en los pequeños actos de nuestras vidas. Es un grito a la libre acción, sin la opresión de marcos patriarcales que opriman la identidad de las mujeres.

Pixing es una queja contra l' Ordenaça del Civisme, que prohibe "hacer necesidades fisiológicas" en el espacio público, con el supuesto propósito de velar por la salud pública y por el derecho a tener un espacio público limpio y no degradado.

¿Qué ocurre con el derecho a "hacer" nuestras necesidades fisiológicas sin tener que rogarle a un responsable de un bar para que nos preste su espacio privado? ¿Qué ocurre con el derecho a hacer nuestras necesidades fisiológicas en un espacio limpio, en lugar de internarnos en la inmundicia de los poquísimos y remotos lavabos públicos de la ciudad?

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Por lo menos, las feministas meonas tienen razón en una cosa. El Ayuntamiento de Barcelona, y los Ayuntamientos, en general, se comportan de forma despreciativa hacia los ciudadanos, meones y meonas. No hay urinarios públicos decentes. Ni siquiera indecentes. Hasta ahí, todo mi apoyo a las feministas meonas.

En cambio, lo que sorprende es su afirmación de que los hombres meamos con orgullo. ¡Hombre, no había caído! La próxima vez que me apetezca orinar en la calle, la sostendré con la mano izquierda y con la derecha haré el signo de la victoria. Churchill me lo agradecerá desde la tumba. Creo excesivo, al menos de momento, llevar una pancarta en la que se diga: 'Meo con orgullo masculino'. Pero lo pensaré.


Sin embargo, hay ciertos detalles técnicos que deberían ser objeto de reflexión. Por ejemplo, las salpicaduras. Es cierto que con un adecuado control de la mano izquierda se pueden evitar estos molestos efectos dirigiendo con tino el chorrito, pero aconsejo a los hombres meones que lancen sus mangueras en dirección a una pared y no al viento volátil y cambiante. La distancia no puede ser inferior a 25 centímetros para evitar mojaduras indeseadas.Por supuesto, hay que valorar la potencia del chorro.Eso sí, hay que mear, preferentemente, la pared de un banco o caja de ahorros, por eso de la crisis económica.


Para las mujeres es distinto. Agachadas convenientemente (la igualdad no llega a mear cara a la pared, pero algo se hará), las salpicaduras serán menores aunque todo dependerá de la potencia y dirección del surtidor. Es conveniente hacer un suave giro de cadera a la derecha o a la izquierda (si es del pesoe a la izquierda) para evitar mojarse los zapatos. En fin, todo sea por la igualdad progresista. Dicen, aunque no está confirmado, que la Ministra Bibiana está dispuesta a hacer una demostración semipública para evitar salpicaduras. Eso sí, rodeada de mujeres de izquierdas. ¡Todo sea por la igualdad! Y el progreso, se me olvidaba.


Sebastián Urbina.

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