lunes, 9 de febrero de 2009

BILINGÜISMO Y PERVERSIÓN DEMOCRÁTICA







El diario El Mundo de hoy mismo hace una amplia recensión de la biografía de una madama barcelonesa, al parecer la más importante de la ciudad. Y esto es muy importante en aquella ciudad, muy destacada en esta industria; ciudad y profesión inmortalizada por Picasso en su reputada obra Les demoiselles d’Avignon. La reseña privilegia la descripción por la madama de las perversiones favoritas de sus clientes más famosos. Naturalmente, no es mi propósito relatárselas. Quien sienta curiosidad por conocerlas puede buscarlas en el propio periódico o en el libro que reseña, de cuya referencia editorial da cuenta el artículo. Mi propósito es otro: tratar de una perversión política, mucho más grave, pues afecta al común de las gentes, que los peculiares gustos sexuales de algunos individuos. Me lo sugieren los conatos de bárbara agresión protagonizados, también hoy mismo, en Santiago de Compostela, contra los manifestantes que pedían el respeto a la libertad de elección lingüística. Los agresores eran nacionalistas “ultras, en el sentido en que se aplica este calificativo a los fanáticos violentos de los equipos de fútbol (probablemente compatibilicen ambas aficiones).

Si estos tristes sucesos encuentran algún eco en el “Bloque Nacionalista Galego”, seguro que será para subrayar que los agresores no pertenecen a su militancia. Hasta es posible que, con lágrimas de cocodrilo, los lamenten. Pero es igualmente seguro que callarán el apoyo y estímulo indirecto que los agresores reciben de la Junta de Galicia, y no sólo de la mitad nacionalista sino también de la mitad socialista. Si uno juega con cerillas en un polvorín no es extraño que al final explote. Y según el modelo vasco, tan apreciado por nuestros coprofilos gobernantes, la kale borroka no es sino la vanguardia armada del separatismo institucional.

¿Cómo hemos llegado a esta perversión? Más o menos, desde comienzos del pasado siglo, las llamadas izquierdas españolas se han orientado a una visión totalitaria de la democracia que excluía a las llamadas derechas de la vida civil y política, no importa la cantidad de gente que representasen. Una de las mayores desgracias que han acontecido al pensamiento y a la práctica política continental europea ha sido la generalización y descontextualización temporal de la división revolucionaria francesa de izquierda y derecha. Actualmente se han convertido en términos vacíos de otro sentido que el axiológico: la izquierda es buena; la derecha mala. Pero hoy es imposible concretar criterios objetivos de la diferenciación. Empezando por el liberalismo que según el criterio inicial era de izquierda y ahora es considerado de derecha. Siguiendo por el marxismo, que según la obra de Marx era ajeno a esta división típicamente “burguesa”. Y terminando, en aras a la brevedad, con los nacionalismos separatistas que eran considerados de extrema derecha y hoy se acogen a la etiqueta de izquierda.

Pero la perversión culmina en los tiempos de la II República. Las “izquierdas” de entonces se entregan abiertamente al totalitarismo, vulnerando las reglas del régimen que habían saludado como conquista propia. Como ahora: las “derechas” no tenían derecho a gobernar, cualquiera que fuese el resultado de las urnas. Pero sólo ellas y algunos intelectuales y políticos de la “izquierda burguesa”, que no siempre estuvieron a la altura de las exigencias del momento, respetaron las instituciones del régimen. Ésta es la herencia dominante en la progresía política e intelectual del momento. Y sólo el cambio del contexto europeo y mundial impide la reproducción de la catástrofe de la guerra civil. (LD/José Vilas Nogueira)
XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX

¿Entienden mis lectores porqué digo que los socialnacionalistas son un peligro para la democracia? ¡Ojalá los hechos me desmintieran!

No hay comentarios: