lunes, 3 de junio de 2013

PELIGRO ISLAMISTA.






 (Hace tiempo que la izquierda y los meapilas de derechas apoyan el multiculturalismo. ¡Qué bonito! ¡Qué respeto por el diferente!

Pero el multitculturalismo es, y ha sido un fracaso. Porque no todas las tradiciones son respetables. Algo que la mollera progre no puede entender. ¿Por qué? Primero, porque es progre. Serio handicap. Segundo, porque es relativista. Tercero, porque odia a Occidente y lo que representa. Cuarto, porque vive instalado en la utopía.

Mi consejo, querido lector, es que hay que hay que estar despiertos. Los consejos, al final del artíoculo, de Cameron y Merkel van (tarde) en la buena dirección. Aquí todavia no nos hemos enterado. Y cuanto más se tarde en reaccionar, más crecerán los partidos de extrema derecha.

O sea, se producirá una reacción frente a la estupidez y cobardía de los políticos (y las políticas) políticamente correctos. Que son casi todos.

Nos conviene entenderlo.)






PELIGRO ISLAMISTA EN EUROPA. 
 
El islam crece de manera imparable en el mundo. Tanto en sus principales lugares de influencia, Asia y África, como en el continente europeo. Según un informe del Pew Research Center, los musulmanes representarán en el 2030 el 26,4 por ciento de la población mundial, y creciendo.

De hecho, los musulmanes crecen el doble de rápido que el resto del mundo, de forma más acentuada en los países en los que son abrumadora mayoría como Indonesia o Pakistán, por ejemplo. Sin embargo, donde más relevancia tiene por su impacto es en la sociedad occidental.

Mientras Occidente envejece de manera rápida y constante, la natalidad entre los musulmanes es muchísimo más alta que la media de cualquier país del denominado primer mundo. Por ello, un porcentaje importante de los nacidos en Europa son ya hijos de musulmanes. Muy representativo de ello es lo ocurrido en algunos estados del viejo continente. Mohamed es el nombre más utilizado en Reino Unido para los recién nacidos, algo que ha ocurrido también en 2010 en la capital belga.

Bruselas, reconocida como capital de Europa, podría ser un augurio de lo que pueda ir ocurriendo poco a poco en el resto del continente. El sociólogo Jan Hertogen ha realizado un estudio que indica que en 2020 Bruselas tendrá 1,2 millones de habitantes de los cuales sólo entre el 20 y el 30 por ciento serán belgas de origen. Un 50 por ciento serán naturalizados, de los cuales una gran parte serán de origen musulmán.
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Según el informe de Pew Research Center, la población musulmana mundial pasará de 1.600 millones en 2010 hasta los 2.200 en tan sólo veinte años. En Europa, crecerá un 30 por ciento y se pasará de 44 millones durante el pasado año a los más de 58 que habrá en 2030. Y es que la población musulmana crecerá a un ritmo del 1,4 por ciento mientras que los no musulmanes lo harán al 0,6.

El islam en Europa
Aunque en las previsiones del estudio los musulmanes europeos tan sólo representarán el 2,7 por ciento del total del mundo, su papel es muy representativo en un continente envejecido y que ve como el cristianismo, tanto el catolicismo como el protestantismo, están estancados en número e incluso cayendo debido a la fuerte secularización.

Además, hay un hecho que podría desestabilizar aún más la balanza de población. La posible entrada de Turquía en la UE, más que probable de aquí a veinte años, colocaría en el corazón de Europa un país que en 2030 se prevé que tenga 89 millones de musulmanes. Si a estos se suman los 58 que ya vivirían en Europa nos encontraríamos con 147 millones de seguidores de Mahoma en el continente. Uno de los diez países con más musulmanes del mundo tendría un importante peso en la UE y el dictador libio, Muamar Gadafi ya dijo que el primer paso para la islamización de Europa es el ingreso de Turquía.

La repercusión de este hecho se acrecentaría debido al alto número de hijos que tienen los musulmanes en contraposición con la bajísima natalidad que se da en los distintos países. Y otro hecho básico es la juventud de esta población, lo que les sitúa con ventaja para seguir creciendo en número pese a que en Europa el número de hijos es menor que en zonas menos desarrolladas como Asia. Según Eurostat, ninguno de los 25 países de la UE supera los dos hijos por mujer por lo que no se garantiza el reemplazo generacional.
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En este sentido, en 2030 habrá un total de 10 países del continente europeo que tengan más de un diez por ciento de población musulmana. Sin contar aquí a Turquía, Kosovo y Albania tendrían una clara mayoría de fieles del islam. Bosnia y Macedonia estarían cerca del cincuenta por ciento mientras que Montenegro se quedaría en el 21,5%.

Sin embargo, ya habrá tres países de la actual Unión Europea que superen este diez por ciento. Uno es Bulgaria, con más del 15 por ciento. Pero los otros dos son mucho más representativos al ser fundadores de la Unión. Francia llegará al 10,3 por ciento, con casi siete millones de musulmanes y Bélgica alcanzará el 10,2%. Otros estados como Suecia, Austria o Reino Unido se acercan al 10 por ciento. Por su parte, el país más poblado de la UE, Alemania, tendrá más de 5,5 millones de musulmanes. Mientras tanto, España llegará en 2030 a los casi dos millones de mahometanos.

Este importante crecimiento igualmente debe ser comparado con el estancamiento del resto de religiones mayoritarias en Europa. Según el Anuario Estadístico de la Iglesia Católica para 2010 el número de católicos ha crecido en 121 millones en una década, llegando a los 1.166 millones en 2008 aunque donde más crece es sobre todo en África y a menor ritmo en Asia, mientras que Europa está totalmente estabilizada.

El texto asegura que "se va de la reducción relativa de los católicos europeos que, a pesar de aumentar en valor absoluto, ven descender su peso en el mundo, del 26,81 por ciento del 2000 al 24,31 por ciento en 2008, a la correlativa adquisición de importancia de católicos africanos, que pasan del 12,44% al 14,84". Curiosamente donde más crece la Iglesia Católica es donde menos lo hace el islam, y viceversa.

Fracaso del multiculturalismo
Ante esta situación, los mandatarios europeos comienzan a plantearse los postulados que han llevado a esta situación que en muchos casos es de no integración, lo que ha provocado que en ciertos sectores haya crecido el fundamentalismo islámico. El primer ministro británico, David Cameron, y la mandataria alemana, Angela Merkel, ya han denunciado públicamente el fracaso del multiculturalismo.

El británico aseguró que "necesitamos menos de la tolerancia pasiva de los últimos años y más de un liberalismo muscular activo" por lo que añadió que es necesario "construir un sentido de identidad nacional local más fuerte". Merkel habló claramente del "fracaso absoluto" de esta política. (Javier Lozano/ld).

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 Hay tanto idiota occidental, que tengo que repetir.

IDIOTAS OCCIDENTALES.


En los primeros días del inestable Junio de 2010, ya a punto de recuperarnos de la crisis económica, según la docta opinión de nuestro visionario exPresidente Zapatero, leo unas declaraciones del Premio Príncipe de Asturias, el escritor Amin Maalouf:






El problema es que Occidente ha convertido la conciencia moral en instrumento de dominación’.






Nada nuevo en este calvario interminable en el que uno debe, mientras se arrodilla, rasgarse las vestiduras y darse golpes de pecho. Imagino que los miembros del Jurado del Príncipe de Asturias habrán pedido perdón al galardonado por ser blancos occidentales. ¡Es lo menos!




En todo caso, para que vean que hay peores declaraciones que las de Amin, recordemos estas palabras del conocido Jean Baudrillard:


Cuando la situación está monopolizada de tal modo por la potencia mundial, cuando hay que hacer frente a esta formidable concentración de todas las funciones por parte de la maquinaria tecnocrática y del pensamiento único ¿qué otra vía queda que un cambio terrorista de la situación?’.




Este filósofo y sociólogo malnacido (fallecido en 2007) está justificando y animando a los terroristas a que nos maten. Así de claro. Descanse en paz.




Aunque no tan famosa como Baudrillard, la diputada comunista Angeles Maestro, cuando observaba por televisión el ataque terrorista a las Torres Gemelas, el 11 de Septiembre de 2001, dijo: ‘Se lo habían buscado’.






En el libro, 'El nuevo orden mundial. La conquista interminable', de doce autores, de los que destaco a los más conocidos, al menos para mí: Noam Chomsky, Rafael Sánchez Ferlosio, Adolfo Pérez Esquivel. En la introducción, de Heinz Dieterich, se dice:




El proyecto del Nuevo Orden Mundial se integra como un eslabón más en la larga cadena de demiurgos de imperios que resolvieron gobernar el mundo por la violencia… como la pax romana, la civilización occidental y cristiana implementada en el ‘Nuevo Mundo’, el Ordine Nuevo de Mussolini, die Neue Ordnung de Adolf Hitler y ahora, la New World Order del actual Führer del Primer Mundo, George Bush’.




En el libro ‘Educación para la Ciudadanía’, editorial Akal, de C. Fernández, P. Fernández y L. Alegre, se dice:


El capitalismo es como un tren que se acelera cada vez más. Camina, sin duda, hacia el abismo… y el socialismo no es otra cosa que el freno de emergencia. Es la única esperanza que le queda a la humanidad para pararle los pies al capitalismo’.




Termino (aunque el rosario de peligrosas idioteces es interminable) con una cita de Pascal Bruckner: ‘Los troskistas, los altermundistas y los tercermundistas utilizan a los islamistas como arietes contra el capitalismo liberal. El odio al mercado bien vale algunas concesiones a los derechos fundamentales…’




Este conjunto de comentarios nos ponen aún más en riesgo, aún más a los pies de los caballos. Riesgo de que Occidente no pueda seguir viviendo con sus tradiciones y sus valores. O, en el mejor de los casos, subsistiendo con la cabeza gacha y pidiendo perdón. O peor aún, desapareciendo, física o espiritualmente, o ambas cosas. En resumen, esta cuadrilla de cretinos antisistema, y simpatizantes de diverso pelaje, son enemigos nuestros. No son nuestros adversarios políticos. Un adversario político es un defensor de la democracia que no comparte la misma tendencia política, pero que acepta y respeta la Constitución democrática y nuestra forma de vida.




Pero un imbécil antisistema que quiere destruir Occidente, facilitando incluso la labor a los terroristas, es un auténtico peligro para nosotros. Recordemos la historia del ‘caballo de Troya’. Cuando la guerra de Troya llevaba más de diez años, Aquiles, el de los ‘pies ligeros’ y héroe de la guerra, cae mortalmente herido. El desaliento y la desmoralización de los griegos son intensos.




Pero antes de volver a su hogar deciden construir un gran caballo de madera, dedicado a la diosa Atenea, para que les guiara en el retorno a casa. Y lo regalaron a los troyanos, que lo aceptaron y lo ofrendaron a sus propios dioses. Pero dentro del gran caballo se escondía un escogido grupo de soldados griegos. Una vez introducido el caballo en Troya, durante la noche, los soldados escondidos en las tripas del caballo de madera, abrieron las puertas de la ciudad para que entraran los suyos. Fue la derrota de los troyanos.



Pues bien, esta cuadrilla de progres antisistema representa una forma moderna de caballo de Troya. Facilitan que nuestros enemigos se instalen en nuestra casa. Les ayudan y les justifican. En algunos casos, les animan a matarnos. Tal es su odio a Occidente. Tal es su odio a las bases en las que se asienta Occidente. El cristianismo, la economía de mercado, la propiedad privada, la libertad….


Nuestros enemigos, externos e internos, hablan de la violencia de Occidente. Por supuesto. La historia de la humanidad está llena de miserias y grandezas. Nadie está a salvo de ellas. Nadie puede lanzar la primera piedra. Pero Occidente, además de miserias y violencias sin cuento, ha aportado muchas cosas al mundo. No solamente grandes músicos, literatos, pintores, pensadores y artistas de todo género, sino muchos de los avances científico-técnicos que han permitido el avance y el bienestar de millones de personas en todo el mundo.


Dado que no es posible convencer ni a los fanáticos de fuera, ni a los de dentro, me dirijo a los que no están contaminados por el enfermizo fanatismo antioccidental. Los más grandes avances económicos, en toda la historia de la humanidad, se deben a la adopción de reformas liberales en el sistema de mercado. El único que, hoy por hoy, funciona. Los ejemplos de China y la India, aunque no los únicos, muestran lo que digo. ¿Qué oponen nuestros enemigos? Utopías ensangrentadas y fracasadas.


Como escribí en otra ocasión: No hay sitio, en el hogar de los humanos, para este mundo ilusoriamente perfecto y simple, por no hablar de su ensangrentada aplicación. Vivimos en un mundo imperfecto, lleno de incertidumbres, complejo, dinámico y globalizado. El que no se adapte hará crecer, en su alma, el rencor como respuesta. O el odio. Y quedará encerrado en su mundo fantástico, cuya peligrosidad aumentará a medida que se aleje de la tierra y vague por los espacios en los que todo capricho es factible y todo sueño realizable.




Usted elige.

Sebastián Urbina.

(Reposición)

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