(No es sólo Francia. Hay una tendencia a ignorar lo que somos, la identidad europea, las ideas y valores que han construido Europa a lo largo de siglos.
Son preguntas clásicas que no deberían tomarse a la ligera. ¿De dónde venimos? ¿Adónde vamos?
Si los ciudadanos europeos no tenemos una idea aproximada de cómo queremos ser, cómo queremos vivir y qué está bien y qué está mal, nos espera un futuro espantoso.
O despertamos, o estamos condenados a desaparecer. Con más o menos velocidad, con más o menos conflicto, sufrimiento y violencia.
No es broma.)
ENCRUCIJADA HISTÓRICA.
Miles de maestros y profesores salieron este martes a las calles de Francia para pedir la «revisión» o retirada del proyecto de reforma de la enseñanza que debiera aplicarse el próximo curso en los collèges,
los institutos que imparten lo que en España sería la ESO.
Los
sindicatos, ex ministros socialistas y conservadores, historiadores e
intelectuales coinciden en sus críticas de fondo contra el proyecto
concebido por la titular de Educación, Najat Vallaud-Belkacem, que estima que su reforma vendrá a «remediar la desigualdad y la injusticia».
Por una vez, los sindicatos de izquierda coinciden con la crítica liberal conservadora. Jean d’Ormesson, patriarca de la literatura francesa de nuestro tiempo, ha publicado en «Le Figaro» una carta abierta al presidente, François Hollande,
en la que denuncia la reforma como una «amenaza global» y una forma de
«empobrecimiento». Adjetivos repetidos, con pocos matices, en las
manifestaciones de ayer, donde las pancartas repetían: «¡Queremos una
enseñanza de calidad!». «¡Esta reforma devalúa la enseñanza nacional!».
El propio Hollande, sin embargo, salió ayer en defensa del proyecto. «La reforma debe garantizar a la vez el éxito de todos y la excelencia,
que no es un privilegio, es un derecho», señaló desde Berlín el jefe
del Estado francés, reafirmando así la intención de seguir adelante con
la reforma.
Los puntos esenciales del enfrentamiento son la «autonomía»
de los institutos, la enseñanza «interdisciplinar», el puesto de la
historia nacional en la enseñanza, el riesgo de «desaparición» del latín
y el griego, las «amenazas» sobre el alemán, y el puesto de las
asignaturas troncales.
«Autonomía» de los centros
El proyecto de la ministra de Educación tiene previsto
conceder a los institutos la «autonomía de gestión» sobre un 20% del
tiempo escolar. Para los sindicatos, esa autonomía es una «amenaza» para
la igualdad y el modelo de «instituto único». A juicio del Gobierno,
ese margen de «autonomía» permitiría «liberar iniciativas locales o
regionales». Los sindicatos estiman, por el contrario, que se trata de
una «falsa autonomía» que abre la puerta a todo tipo de «arbitrariedades» locales y regionales.
Se trata de un enfrentamiento de fondo entre el Gobierno,
que desea «descentralizar» e incrementar la «autonomía» de los
institutos, y los sindicatos, partidarios de un modelo educativo clásico
y centralizado.
Más islam en la historia
El puesto de la historia y otras asignaturas troncales es
el punto capital de la oposición política. El proyecto propone «revisar»
el «relato» de la historia nacional. El Gobierno considera que la
historia de Francia debe «enriquecerse» desde una óptica «pluridisciplinar»,
integrando nuevas «perspectivas» como la historia de la colonización y
las religiones (el islam). Se trata de un punto esencial, denunciado por
historiadores y antiguos ministros socialistas.
Pierre Nora, el más grande de los especialistas en la
identidad nacional, ha comentado: «En su estado actual, el proyecto es
un reflejo fiel de la crisis de identidad que atraviesa Francia, una de
las más graves de su historia. El proyecto es la expresión de una
Francia fatigada de sí misma, la expresión de un país que no sabe de
dónde viene ni a dónde va».
Así mismo, Regis Debray, consejero de François Mitterrand y
antiguo compañero del Che Guevara, declara: «El proyecto es la
expresión fiel de la incultura histórica de nuestros gobernantes». Por
su parte, Jean-Pierre Chevènement apunta: «El presidente Hollande
desconoce el carácter específico de nuestras escuelas e institutos, que
son una institución de la República, el Estado, y no una yuxtaposición
de escuelas e institutos imponiendo cada cual su propio proyecto local».
Asignaturas troncales fragmentadas
La situación en que queda el conjunto de las asignaturas troncales, fragmentadas, divididas y enseñadas,
en el proyecto, a través de una óptica «pluridisciplinar» es objeto de
las más vivas críticas, por parte de los sindicatos y los intelectuales.
Los profesores de alemán
temen que su disciplina «desaparezca» o que «sumergida» en una
enseñanza «pluridisciplinar» que, a su modo de ver, «diluye» la
educación básica. El abandono del carácter «lineal» y «narrativo» de la
historia (política y religiosa) para adoptar puntos de vista
«pluridisciplinares» es percibido como un «riesgo inquietante». Michel
Onfray, filósofo izquierdista, comenta sobre esta fragmentación: «El
islam obligatorio, el Siglo de las Luces facultativo... Michel
Houellebecq estará contento. En otro tiempo, la escuela y los institutos
enseñaban a leer, escribir y contar. No es el caso hoy, cuando la
escuela y los institutos enseñan los despojos de las teorías del género y
la programación informática».
Para Luc Ferry, filósofo, liberal-conservador y ministro de
la Educación con Jacques Chirac: la enseñanza de la historia es «un
desastre nacional». «Entramos en el buenismo y la moralina, cuando lo
que necesitamos es una buena cronología que nos permita comprender la
sucesión de acontecimientos», advierte.
El griego y el latín, en riesgo
El riesgo de la desaparición
del griego y el latín, víctimas de un ostracismo apenas disimulado, es
percibido por unos y otros como una «amenaza global». Pascal Bruckner,
ensayista, comenta: «Se abandona el griego, el latín y el alemán, para
dar la palabra a los humoristas “multiculturales” que nos enseñan la
ignorancia». En la gran manifestación de París, jóvenes franceses
negros, educados en barrios periféricos, estaban en la «vanguardia» de
la defensa del griego y el latín, con citas de Catón y otros clásicos
latinos.
1 comentario:
¿Será esto, la tribu y la ignorancia el Nuevo orden Mundial? O el plan de fin de la sociedad occidental tal como la conocemos para convertirnos en una amalgama de amorfos sometidos al caciquillo puesto, consumiendo todos lo mismo...
La noticia unida a lo de las hordas islámicas da pavor.
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