lunes, 23 de junio de 2008

¿TAMBIÉN SE LO INVENTAN?


23/6/2008.



¿TAMBIÉN SE LO INVENTAN?

EXIGEN QUE SE RESPETE EL CASTELLANO

Un grupo de intelectuales realiza un manifiesto contra la inmersión lingüística

La persecución al castellano ha provocado que un grupo de intelectuales haya preparado un manifiesto en el que exigen a los políticos que garanticen el derecho y el deber a aprender y a usar el castellano tanto en el ámbito público como en el privado. Según informa El Mundo este lunes, ésta es la respuesta ante la inmersión lingüística de personajes como Carmen Iglesias, Mario Vargas Llosa (en la foto), Arcadi Espada, Álvaro Pombo o Albert Boadella, entre otros.

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Intelectuales piden al Parlamento que garantice el derecho de los españoles a usar el castellano

23.06.08 | 07:50. Archivado en Análisis

(PD).- Fernando Savater, Mario Vargas Llosa, Aurelio Arteta, José Antonio Marina,... y otros intelectuales presentarán este lunes en el Ateneo de Madrid un manifiesto en defensa del castellano, en el que se piden cambios constitucionales y legales para garantizar que la lengua común de los españoles puede utilizarse en todo el país.

El texto lleva por nombre "Manifiesto por la lengua común" y será presentado en el Ateneo madrileño.

Los firmantes son: Mario Vargas Llosa, José Antonio Marina, Aurelio Arteta, Félix de Azúa, Albert Boadella, Carlos Castilla del Pino, Luis Alberto de Cuenca, Arcadi Espada, Alberto González Troyano, Antonio Lastra, Carmen Iglesias, Francisco Sosa Wagner, Carlos Martínez Gorriarán, José Luis Pardo, Álvaro Pombo, Ramón Rodríguez, José Mª Ruiz Soroa y Fernando Savater.

La intención de los promotores de esta iniciativa es que, se promuevan los cambios "constitucionales" o "estatutarios" necesarios para garantizar el uso del español en todo el territorio nacional.

Los firmantes del manifiesto argumentan que la evolución de la democracia española ha puesto de relieve que hace falta "una clara normativa constitucional que prohíba los abusos" contra el castellano que se producen en comunidades como Cataluña, el País Vasco o Galicia.

El impulso a este texto se produce coincidiendo con el anuncio del Gobierno de Juan José Ibarretxe de que aprobará en breve una reforma que impedirá que los estudiantes de esta comunidad puedan estudiar sólo en castellano a partir de 2009.

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¿Serán todos fachas? ¿O será verdad que la conjunción nacional socialista, o socialista nacional (con la cobardía del PP) ha permitido, o fomentado, el abuso y la discriminación contra el castellano/español? ¿Hasta cuándo habrá imbéciles que tienen miedo a que cuatro descerbrados les digan que son fachas? La libertad tiene precio. No debe olvidarse, en estos tiempos de hedonismo, relativismo y 'lo quiero todo, ahora'. Y gratis.


Sebastián Urbina.

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EN ESTE PAÍS SE "NIEGAN COSAS QUE SON ELEMENTALES"

El Foro de Ermua se suma al manifiesto en defensa del castellano

El Foro de Ermua ha manifestado su adhesión al "Manifiesto por la lengua" presentado este lunes en Madrid en el que se reivindica la defensa del castellano como lengua común de España. Según su presidente, Iñaki Ezkerra, se trata de una cuestión "de perogrullo" que sin embargo debe ser defendida en un país en el que "se niegan cosas que son elementales". "Hay gente que tiene unos sentimientos muy acusados con las lenguas y con las tierras y luego no los tienen con las personas".
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MANIFIESTO.


Desde hace algunos años hay crecientes razones para preocuparse en nuestro país por la situación institucional de la lengua castellana, la única lengua juntamente oficial y común de todos los ciudadanos españoles. Desde luego, no se trata de una desazón meramente cultural -nuestro idioma goza de una pujanza envidiable y creciente en el mundo entero, sólo superada por el chino y el inglés- sino de una inquietud estrictamente política: se refiere a su papel como lengua principal de comunicación democrática en este país, así como de los derechos educativos y cívicos de quienes la tienen como lengua materna o la eligen con todo derecho como vehículo preferente de expresión, comprensión y comunicación.
Como punto de partida, establezcamos una serie de premisas:
1. Todas las lenguas oficiales en el Estado son igualmente españolas y merecedoras de protección institucional como patrimonio compartido, pero sólo una de ellas es común a todos, oficial en todo el territorio nacional y por tanto sólo una de ellas -el castellano- goza del deber constitucional de ser conocida y de la presunción consecuente de que todos la conocen. Es decir, hay una asimetría entre las lenguas españolas oficiales, lo cual no implica injusticia (?) de ningún tipo porque en España hay diversas realidades culturales pero sólo una de ellas es universalmente oficial en nuestro Estado democrático. Y contar con una lengua política común es una enorme riqueza para la democracia, aún más si se trata de una lengua de tanto arraigo histórico en todo el país y de tanta vigencia en el mundo entero como el castellano.
2. Son los ciudadanos quienes tienen derechos lingüísticos, no los territorios ni mucho menos las lenguas mismas. O sea: los ciudadanos que hablan cualquiera de las lenguas cooficiales tienen derecho a recibir educación y ser atendidos por la administración en ella, pero las lenguas no tienen el derecho de conseguir coactivamente hablantes ni a imponerse como prioritarias en educación, información, rotulación, instituciones, etc... en detrimento del castellano (y mucho menos se puede llamar a semejante atropello «normalización lingüística»).
3. En las comunidades bilingües es un deseo encomiable aspirar a que todos los ciudadanos lleguen a conocer bien la lengua cooficial, junto a la obligación de conocer la común del país (que también es la común dentro de esa comunidad, no lo olvidemos). Pero tal aspiración puede ser solamente estimulada, no impuesta. Es lógico suponer que siempre habrá muchos ciudadanos que prefieran desarrollar su vida cotidiana y profesional en castellano, conociendo sólo de la lengua autonómica lo suficiente para convivir cortésmente con los demás y disfrutar en lo posible de las manifestaciones culturales en ella. Que ciertas autoridades autonómicas anhelen como ideal lograr un máximo techo competencial bilingüe no justifica decretar la lengua autonómica como vehículo exclusivo ni primordial de educación o de relaciones con la Administración pública. Conviene recordar que este tipo de imposiciones abusivas daña especialmente las posibilidades laborales o sociales de los más desfavorecidos, recortando sus alternativas y su movilidad.
4. Ciertamente, el artículo tercero, apartado 3, de la Constitución establece que «las distintas modalidades lingüísticas de España son un patrimonio cultural que será objeto de especial respeto y protección». Nada cabe objetar a esta disposición tan generosa como justa, proclamada para acabar con las prohibiciones y restricciones que padecían esas lenguas. Cumplido sobradamente hoy tal objetivo, sería un fraude constitucional y una auténtica felonía utilizar tal artículo para justificar la discriminación, marginación o minusvaloración de los ciudadanos monolingües en castellano en alguna de las formas antes indicadas.
Por consiguiente los abajo firmantes solicitamos del Parlamento español una normativa legal del rango adecuado (que en su caso puede exigir una modificación constitucional y de algunos estatutos autonómicos) para fijar inequívocamente los siguientes puntos:
1. La lengua castellana es COMÚN Y OFICIAL a todo el territorio nacional, siendo la única cuya comprensión puede serle supuesta a cualquier efecto a todos los ciudadanos españoles.
2. Todos los ciudadanos que lo deseen tienen DERECHO A SER EDUCADOS en lengua castellana, sea cual fuere su lengua materna. Las lenguas cooficiales autonómicas deben figurar en los planes de estudio de sus respectivas comunidades en diversos grados de oferta, pero nunca como lengua vehicular exclusiva. En cualquier caso, siempre debe quedar garantizado a todos los alumnos el conocimiento final de la lengua común.
3. En las autonomías bilingües, cualquier ciudadano español tiene derecho a ser ATENDIDO INSTITUCIONALMENTE EN LAS DOS LENGUAS OFICIALES. Lo cual implica que en los centros oficiales habrá siempre personal capacitado para ello, no que todo funcionario deba tener tal capacitación. En locales y negocios públicos no oficiales, la relación con la clientela en una o ambas lenguas será discrecional.
4. LA ROTULACIÓN DE LOS EDIFICIOS OFICIALES Y DE LAS VÍAS PÚBLICAS, las comunicaciones administrativas, la información a la ciudadanía, etc... en dichas comunidades (o en sus zonas calificadas de bilingües) es recomendable que sean bilingües pero en todo caso nunca podrán expresarse únicamente en la lengua autonómica.
5. LOS REPRESENTANTES POLÍTICOS, tanto de la administración central como de las autonómicas, utilizarán habitualmente en sus funciones institucionales de alcance estatal la lengua castellana lo mismo dentro de España que en el extranjero, salvo en determinadas ocasiones características. En los parlamentos autonómicos bilingües podrán emplear indistintamente, como es natural, cualquiera de las dos lenguas oficiales.
Firmado por Mario Vargas Llosa, José Antonio Marina, Aurelio Arteta, Félix de Azúa, Albert Boadella, Carlos Castilla del Pino, Luis Alberto de Cuenca, Arcadi Espada, Alberto González Troyano, Antonio Lastra, Carmen Iglesias, Carlos Martínez Gorriarán, José Luis Pardo, Alvaro Pombo, Ramón Rodríguez, José Mª Ruiz Soroa, Fernando Savater y Fernando Sosa Wagner.
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Es obvio, en fin, que este manifiesto es un "cura-conciencias", una forma tan sofisticada como vieja para tapar las irresponsabilidades de algunos que no se atrevieron a denunciar en su momento un atropello sobre uno de los derechos básicos de los ciudadanos españoles, el derecho a hablar en la lengua común, el castellano, pero yo lo firmaré las veces que haga falta.
Naturalmente, no me da igual que este manifiesto llegue tarde por una falta de coraje cívico de sus primeros firmantes, o que sirva para adornarse a individuos que en el pasado guardaron un silencio cobarde, por ejemplo, a Luis Alberto Cuenca, que no hizo nada por la lengua común cuando estuvo en el Ministerio de Cultura, o que algún otro individuo de la izquierda, la derecha o mediopensionista se ponga plumas que no le correspondan, o que un periódico lo use para vender más ejemplares. Claro que todos esos asuntos me importan y me va en ellos mi forma de vida. Es menester que busquemos la manera más sutil de sortearlos para sobrevivir con decencia. Todas esas son cuestiones importantes, y estamos obligados a resolverlas con pericia de artista si no queremos vernos arrastrados por la ideología y la estulticia.
Sin embargo, ninguno de esos matices para vivir con dignidad debería ocultar el problema gravísimo que plantea el manifiesto, a saber, todos los días se atenta en Cataluña, País Vasco, Galicia, Comunidad Valenciana y Comunidad Balear contra el derecho de los españoles a usar la lengua común. Millones de padres no pueden escolarizar a sus hijos en la lengua oficial del Estado.... (A.Maestre)


5 comentarios:

Anónimo dijo...

Fachas no sé pero un tanto ignorantes si que son. La asimetria no es injusta... toma ya!

Anónimo dijo...

El primer cambio constitucional que pueden hacer es en el artículo 3º en el que se impone el deber de conocer el español a todo el mundo. Cuando se haya suprimido eso ya hablaremos de más cambios.

Joan dijo...

No és la llengua comuna, és la llengua de la nació majoritària, que s'ha imposat a les altres tres, incomplint el pacte igualitari inicial:tanto monta, monta tanto.

Anónimo dijo...

Antes no lo creía así, pero cada vez entiendo más a quienes opinan que la única educación bilingüe que se debiera fomentar es la de español-inglés. Van a tener razón. A ver si una vez muerto el perro, se acaba ya la rabia.
Cada día tengo menos dudas, acabaré siendo facha :-P

Anónimo dijo...

No se preocupe por si lo acabará siendo: ya lo es.