miércoles, 18 de junio de 2008

TAMBIÉN HAY CORRUPCIÓN EN LA IZQUIERDA.


18/6/2008.


TAMBIÉN HAY CORRUPCIÓN EN LA IZQUIERDA.
CORRUPCIÓN / PATRICIA ROJO, HIJA DEL PRESIDENTE DEL SENADO, COORDINÓ EL ÁREA DE URBANISMO DE ESTEPONA
  • La farisea sorpresa en la cúpula del PSOE

  • Lo más relevante de la detención de 23 personas vinculadas a una trama de corrupción municipal en Estepona es la fingida sorpresa en la cúpula del PSOE. La Junta de Andalucía sabía muy bien sobre la "Estopona connection" y las andanzas del alcalde Antonio Barrientos, que fue siempre arropado por la secretaria provincial del PSOE, Marisa Bustinduy y el secretario regional, Manuel Chaves.

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    13 DENUNCIAS PUBLICADAS EN LOS MEDIOS

Manuel Chaves no intervino en Estepona y dejó que Barrientos fuera alcalde

Con 13 denuncias y escándalos varios publicados en los medios de comunicación desde 2002 a 2006, Manuel Chaves, presidente de la Junta de Andalucía, no sólo no tomó cartas en el asunto de Estepona, sino que conservó como candidato a la alcaldía a Antonio Barrientos en las elecciones municipales de 2007. Ahora este personaje sobre el que recaían numerosas sospechas denunciadas por la oposición del PP firmó un acuerdo de gobierno con los antiguos miembros del GIL.


El problema de la corrupción no debería ser una cuestión partidista. Como es ahora. Se utilizan los medios (a veces no solamente los medios de difusión) para amplificar los casos de corrupción de 'los otros'. Dado que el pesoe cuenta con alrededor del 85% de los medios de difusión a su favor, o en contra del PP, sucede que la amplificación de los casos de corrupción se materializa, más y mejor, cuando el corrupto es del PP.

Y no hablemos de seleccionar la corrupción concreta que interesa, de los muchos casos posibles. Dicho de otro modo, conozco la existencia de diez casos de corrupción (en parecido estado de desarrollo y de conocimiento por parte de las autoridades) pero selecciono la que me interesa. ¿Es esto posible?


Sebastián Urbina.


Después del escándalo de Marbella, parece que ahora toca Estepona. La detención del alcalde socialista y de varios concejales de otra de las ciudades emblemáticas de la Costa del Sol en una operación policial contra la corrupción urbanística es fiel reflejo de la gravedad de la situación. Las imágenes de registros en oficinas públicas y en viviendas particulares empiezan ya a resultar familiares para una opinión pública que manifiesta una profunda indignación. El prestigio del sector turístico español queda seriamente dañado cuando el urbanismo se utiliza al servicio de intereses turbios. No basta con que el PSOE andaluz reaccione mediante la expulsión provisional de los implicados. Lo importante es saber quién y por qué permitió que individuos de este tipo -a salvo siempre la presunción de inocencia- se situaran al frente de corporaciones locales tan significativas. De nuevo hay que destacar negativamente la pasividad de la Junta de Andalucía ante unos hechos que, por su notoriedad, no podían pasar inadvertido para los responsables de la Administración autonómica.(ABC)

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La investigación que se realiza en torno al caso de corrupción urbanística de Estepona ha desvelado que el gran volumen de comisiones ilegales que se acumularon fruto de la extorsión durante esta trama que permitió lucrarse personalmente a las autoridades municipales que integraban esta red corrupta, así como posibilitó pagar actividades del Ayuntamiento y financiar a los dos partidos políticos que gobernaban la localidad hasta 2007 (PSOE y Partido Estepona, PES), según publica el diario El País.

Al parecer, una "caja b", que manejaban el alcalde socialita, Antonio Barrientos, el concejal de Hacienda, Francisco José Zamorano, y su antecesor, el edil Manuel Reina, del PES (integrado por ex dirigentes del GIL), atesoraba el dinero de las comisiones ilegales.

Posteriormente, ese fondo se repartía entre los ediles corruptos, sus formaciones políticas, y el pago de actos municipales de concejalías.

La investigación ha revelado igualmente que parte del botín fue a los bolsillos de los miembros de esta trama, a la que se atribuye, entre otros delitos, el de blanqueo de capitales.

Esa sospecha policial se desprende de frases comprometedoras grabadas a los supuestos corruptos, a la vez que se fundamenta en la constatación del incremento patrimonial que se detectó en algunos de los ediles investigados. Para ocultar el uso del dinero sucio -procedente del blanqueo- contaron con la ayuda de promotores y constructores.
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La ejecutiva provincial de Málaga del PSOE, al frente de la cual está su secretaria general, Marisa Bustinduy, estaba al corriente desde antes de las últimas elecciones municipales de los manejos del alcalde de Estepona y de muchos de los detalles de la trama de corrupción ahora desmantelada por la UDEF de la Comisaría General de Policía Judicial. Sin embargo, no sólo no hizo averiguación alguna, sino que volvió a presentar como candidato en la localidad a Antonio Barrientos, ahora detenido como principal responsable del caso.
Las fuentes consultadas por ABC explicaron que fueron el ex portavoz del gobierno municipal, David Valadez, y otra ex concejal, Cristina Alarcón, quienes «de forma personal y con detalle» informaron a la Ejecutiva del PSOE malagueño de las actividades sospechosas de Barrientos y de algunos de sus compañeros. Incluso, presentaron ante sus jefes de partido la documentación que lo demostraba. La cúpula provincial socialista argumentó que no iba a tomar decisión alguna sobre el alcalde, entre otras razones porque tenía sobre la mesa una encuesta que le daba como ganador en las últimas elecciones municipales.


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