EXCESO DE REGULACIÓN
La Torre de Babel autonómica: diecisiete zancadillas a la unidad de mercado
El exceso de regulación de las comunidades autónomas dificulta y encarece la actividad de miles de empresas afincadas en España. De hecho, la falta de unidad de mercado convierte a este país en el número 140 de la OCDE para establecer una sociedad.
Cuando el gigante de decoración Ikea preparaba su expansión internacional estuvo a punto de dejar a un lado España y levantar sus establecimientos en otros países europeos.
Esa decisión, que finalmente no se produjo, pudo haber dejado a España sin una inversión inicial de 3.000 millones de euros y sin la creación de alrededor de 9.000 puestos de trabajo. Ikea se planteó muy seriamente no entrar en España porque, a pesar de que tendemos hacia un mundo globalizado, la estructura autonómica ha creado innumerables barreras para la creación de empresas y su posteriormente funcionamiento.
España es, de hecho, el país número 140 de la OCDE (que integra a 180 países) en cuanto a la dificultad para establecer una empresa. Según el Banco Mundial, en nuestro país se tarda una media de 47 días en crear una sociedad, para lo que hay que realizar 10 procedimientos distintos. En Azerbayan, por ejemplo, tras la entrada en vigor de una serie de requisitos y la creación de la ventanilla única, crear una empresa cuesta sólo 16 días.
¿A qué se deben estas dificultades?
Según Rocío Albert y Rogelio Biazzi, autores del informe La Torre de Babel de las Comunidades Autónomas, “resulta paradójico que España, que ha apostado por la creación de un mercado único europeo, pueda ver compartimentado su mercado interior por la proliferación de normas autonómicas que pongan en peligro la unidad de mercado al imponer trabas administrativas a la libre circulación”. En definitiva, diecisiete comunidades, diecisiete requisitos diferentes para establecer una empresa.
Actualmente, nadie pone en duda que la unidad de mercado facilita la especialización de sus agentes económicos, su productividad y el nivel económico del país. Pero el tejido autonómico español parece que rema en la dirección opuesta, fragmentando un mercado que puede llegar a estar roto del todo si se tiene también en cuenta la diferencia lingüística.
“Las empresas se enfrentan a mayores costes de transacción para poder desarrollar sus actividades en las diferentes comunidades autónomas”, argumentan Albert y Biazzi. Este incremento en los costes actúa, según este informe, como una barrera de entrada en las diferentes autonomías, así como una barrera para las empresas extranjeras que quieren invertir en España.
1 comentario:
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