martes, 24 de noviembre de 2009

CHANTAJEA QUE ALGO QUEDA.








CHANTAJISTAS Y ACOMPLEJADOS.

Ha dicho Joan Puigcercós, Presidente de Ezquerra Republicana: ‘Un fallo contra el ‘Estatut’ reforzará el independentismo’.

Es como si un violador anunciase que un fallo judicial condenatorio le provocará más furor violador. ¿Debería el juez no condenarle? Este chantaje de Puigcercós lo he oído en muchas ocasiones. De parte de nacionalistas y progres de salón. El argumento esgrimido es el siguiente: con tipos como Vidal Quadras lo único que se consigue es que la gente en Cataluña odie más a España y al Partido Popular.

Esta idiotez, sin contar las amenazas nacionalistas en la época del Honorable Pujol, provocó uno de los sonados errores de Aznar. Se cargó a Vidal Quadras para satisfacción del Presidente Pujol y los catalanistas, en general. Desde entonces la deriva del Partido Popular ha sido, más bien, penosa. No solamente en votos sino en actitud política. En resumen, no hacerse notar ha sido la consigna de los populares. Como los árbitros de fútbol. Los populares catalanes parecen actuar de forma parecida. Pasar desapercibidos. Con resultados nefastos.


Pero ¿qué se han creído esta cuadrilla de chantajistas? Vamos a repetir lo sabido pero que suele olvidarse. Durante la Transición, la clase política cedió ante las pretensiones nacionalistas con el objetivo de integrar a todos en el proyecto común. O sea, España y la Constitución. Todo el mundo cedió algo. Todos, menos los nacionalistas.


Una de las cesiones, profundamente equivocada, fue la ley electoral. Una ley injusta y antidemocrática porque no respeta la exigencia democrática de ‘un hombre un voto’. Se ha repetido muchas veces. En las pasadas elecciones generales, 300.000 votos del PNV valieron para seis diputados. En cambio, 303.000 votos de UPyD valieron para un solo diputado. Y con esta vergüenza seguimos.


El título VIII de la Constitución, De la organización Territorial del Estado, ha servido para que los nacionalistas hayan tratado de imponer una visión del Estado de las Autonomías, como un proyecto siempre en construcción. Siempre inacabado. Por supuesto, siempre a su favor. Para ellos no es concebible que se rescaten competencias desde las Comunidades autónomas hacia el Estado central. Ha de ser siempre al revés, del Estado central hacia las Autonomías. Aunque no se cumplan las exigencias constitucionales, como en el caso de la educación, en los llamados ‘territorios comanches’.


¿Cómo han podido hacer esto? Por dos motivos básicos. El primero es la mencionada ley electoral, que les da un poder político que no les corresponde, según el dictamen de las urnas. Un verdadero atropello del que se han aprovechado y se siguen aprovechando.


El segundo motivo es que los partidos supuestamente nacionales (el PSOE y el PP) han renunciado a sus responsabilidades históricas. Han permitido, cuando no fomentado, la disgregación, la descoordinación y los reinos de taifas. Y estamos pagando las graves consecuencias. Y no se han terminado.


Citemos solamente un aspecto de gran importancia. La quiebra relativa de la unidad de mercado, corolario del debilitamiento de la unidad nacional española, y la creación de diversos sistemas educativos que refuerzan, una vez más, la desunión nacional. Se supone, erróneamente, que lo progresista es fomentar las fuerzas centrífugas, las que difuminan la idea de España y la unidad nacional. Se supone, erróneamente, que lo reaccionario (de derechas) es reforzar los elementos centrípetos, los que refuerzan lo que nos une. Tanto desde un punto de vista político, económico o cultural.


Además, hemos tenido la desgracia de que el Presidente de Gobierno, Rodríguez Zapatero, dice que su patria es ‘la libertad’. O sea, su patria no es España, como sería de esperar. Los nacionalistas están felices con estos progresismos a la violeta. Lo que evidencia que el rojerío se avergüenza de España.


Sin embargo, no siempre fue así. Los socialistas, durante la II República, proclamaban su españolidad a los cuatro vientos. Agitaban banderas españolas. Y no se avergonzaban, por supuesto. No como ahora, que dan pena. Con las excepciones de rigor.


Y los populares (muchos de ellos) tienen miedo a que les llamen ‘franquistas’. Así que nada de ‘España’ y nada de banderas españolas. Se han sumado al proyecto confederal de los reinos de taifas. A otro ritmo que los socialistas. Más en plan vals, pero por la misma senda de minar un proyecto nacional a favor de los barones regionales. ¡Qué tropa!


De modo que sí, señor Puigcercós, siga tomando el pelo a los que desean que se lo tomen. Con otras palabras, si el Tribunal Constitucional recorta el ‘Estatut’, esto reforzará el independentismo. Si, por el contrario, el Tribunal Constitucional no lo recorta, el independentismo saldrá reforzado. O sea, que nos coge el toro en cualquier caso. ¡Qué listos son estos nacionalistas!


Ya sé que no sirve de nada pero tengo que decirlo. No me queda más remedio que obedecer, pagar mis impuestos y soportar a esta nefasta clase política, pero no les tengo ningún respeto. Sin duda que se ríen, mientras comen a dos carrillos, pero no me importa.



Últimas noticias (1) Leo que el alcalde de Calvíá, Carlos Delgado, ha colocado una bandera española junto al monumento por los dos guardias civiles asesinados. Las reacciones del rojerío son de recochineo e indignación. No se pueden pedir peras al olmo. Lo grave es que hay mucho ‘pepero’ que lo considera una exageración. ¡Una banderota española! ¡Qué provocación!

¡Pero qué gilipollas son!



Últimas noticias (2).

Barcelona, 17 nov (EFE).- La portavoz adjunta del PSC en el Parlament, Carme Figueras, ha alertado hoy de que el retraso de la sentencia del Tribunal Constitucional (TC) sobre el Estatuto catalán está provocando "mucha inquietud y mucha radicalización".

"Nos gustaría que este tema quede resuelto cuanto antes mejor, que se resuelva con celeridad", ha dicho Figueras, que se ha mostrado convencida de la "constitucionalidad" del Estatuto. EFE

Ridao dice que una sentencia adversa del TC será una "fábrica de soberanistas"

Artur Mas (CIU) dice a Montilla que hay que hacer un frente común catalanista por si el TC no dicta la sentencia ‘que toca’.

Sebastián Urbina.

3 comentarios:

María dijo...

Sí señor! Y esta panda de caraduras se atreve a decir que España no es democrática, o a tachar de fascistas a los demás. Cuando pretenden imponer su Estatuto por encima de constituciones y del poder judicial. Cuando les explicaron qué era la democracia, se debieron de saltar la clase en que tocaba la Separación de Poderes (entre otras).
Lo mejor que nos puede pasar es que el TC señale inconstitucional el Estatut y que esta panda de memos se den cuenta de que en Cataluña NO PASA NADA.

Joan dijo...

A Catalunya ja passen coses i totes posen en evidència la "democracia" espanyola.

María dijo...

Sí, passen coses. I molt greus. Passa que no hi ha llibertat. I sense llibertat no hi ha democràcia. Passa que es parla per boca de tots els ciutadans. Quan un és president, ho és de qui l'han votat i de qui no. I Montilla i companyia no governen per qui no pensa segons el nacionalisme. De fet, si els poguéssin treure de Catalunya, ho farien. Com han fet els etarres al País Basc.

Tens raó, per una vegada. Passen coses que no haurien de passar a la democràcia espanyola.