Benedicto XVI nombró la pasada semana a la española Mónica López Barahona miembro del consejo directivo de la Pontificia Academia para la Vida, el organismo del Vaticano especializado en bioética. López Barahona es doctora en Bioquímica y dirige la Cátedra Jérôme Lejeune del Centro de Estudios Biosanitarios, en Madrid. Además es miembro de CiViCa (Asociación de Investigadores Profesionales por la Vida) y pertenece al Comité de Expertos de Derecho a Vivir.
-¿Cuáles son los medios para mantener viva la defensa de la vida?
-Es necesario que la sociedad sepa que la vida humana comienza en el momento de la fecundación. Este hecho es un dato objetivo, científico, no una cuestión ideológica, política o religiosa. Todos hemos sido primero un cigoto, un embrión de una célula. De este dato se deduce que cualquier acción, en cualquier fase del desarrollo embrionario que detenga este desarrollo, supone acabar con una vida humana.
-¿Han sido útiles las manifestaciones contra el aborto?
-Un país que convierte en derecho un modo de acabar con vidas inocentes es un país enfermo. Una parte importante de la sociedad española es consciente de ello y lo manifiesta públicamente.
-También ha hablado usted a menudo de la adopción.
-Sí, deben agilizarse los procesos de adopción. Las peticiones de adopción internacional de un año en España podrían cubrirse con los abortos que se practican en nuestro país en 15 días. ¿Cómo es posible que España sea uno de los países con mayor demanda de adopciones y uno delos países con mayor índice de abortos?
-¿Cómo se puede potenciar?
-Ofreciendo a la mujer apoyo social, económico, cultural y espiritual para acompañarla durante su embarazo, con garantías de que su hijo crecerá en una familia que le aportará el amor y la dignidad que un ser humano precisa. Ante esta alternativa real muy pocas mujeres elegirían acabar con la vida de sus hijos.
-¿Qué le parece la nueva ley?
-No es buena. Con ella el aborto deja de ser delito para convertirse en derecho. De este punto surge el enseñar a practicar abortos a los profesionales sanitarios y el confrontar su derecho a la objeción de conciencia con el derecho a abortar de la mujer.
-¿Piensa que el Tribunal Constitucional la declarará inconstitucional?
-Espero que sí. El artículo 15 de la Constitución declara que “todos tienen derecho a la vida”. ¿Por qué en este “todos” no se incluye al embrión? Todos fuimos embriones. Somos lo que somos porque se respetó nuestro derecho a la vida. (La Gaceta)
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