sábado, 19 de junio de 2010

NO TIENEN REMEDIO.



EN CONTRA DE LAS INICIATIVAS ACTUALES





Valenciano cree que las leyes

"antiburka" aislan más a las mujeres

La secretaria de Política Internacional y Cooperación del PSOE, Elena Valenciano, se muestra en su blog "totalmente" en contra de aprobar "leyes especiales" para prohibir el 'burka' en lugares públicos. La socialista cree que éstas pueden aislar más a las mujeres. (LD).

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EL BURKA MENTAL DE ELENA VALENCIANO.

La diputada socialista Elena Valenciano dice que prohibir el burka aislaría, aún más, a las mujeres que lo llevan. Sorprendente. ¿Por qué dice este disparate?



Porque, como buena socialista, cree en el multiculturalismo. ¿En qué consiste? La versión habitual se basa en el reconocimiento y en el respeto de cualquier manifestación cultural, especialmente si es minoritaria. Esto supone, para empezar, el relativismo. Con el que la izquierda está encantada. Por lo visto.



De acuerdo con la socialista Valenciano (y, en general, la izquierda, además de conservadores despistados) deberíamos respetar no solamente el burka (que degrada la dignidad de la mujer) sino todas las tradiciones. Por ejemplo, sajar el clítoris de las niñas o cortar las manos a los ladrones. ¿O no?



Si la socialista Valenciano dice que no hay que respetar todas las tradiciones, tendrá que explicar porqué quiere respetar el burka (una indignidad) y, en cambio, no está dispuesta a respetar otras tradiciones, como las mencionadas. Estamos a la espera de los criterios que justifican un trato diferencial entre unas tradiciones y otras. Pero, en cualquier caso, resulta sorprendente que sea comprensiva con los tratos vejatorios a un ser humano. En este caso, a una mujer. Cosas del progresismo.



Si, por el contrario, la sra Valenciano dice que hay que respetar todas las tradiciones, el espanto va en aumento. A los ejemplos aducidos antes podemos añadir la costumbre de ahorcar a los homosexuales.



El multiculturalismo respeta cualquier cultura, dado que todo es relativo y nosotros (blancos opresores) no somos nadie para decir si algo está bien o está mal. Esto conduce a la balcanización de la sociedad. Es decir, conduce a la creación de guetos, que es el camino de la balcanización. Y esto supone la inexistencia de lazos comunitarios, de lazos de integración. Es decir, la creación de mundos separados y, supuestamente, autónomos. Nadie puede meterse en ‘su mundo’ porque nosotros pertenecemos a ‘otro mundo’.



No podemos imponer nuestras leyes, de ahí que debamos respetar el burka aunque sea una vejación para las mujeres. Por tanto, el multiculturalismo implica que cada grupo puede hacer lo que quiera dentro del grupo. De este modo, las mujeres que quieran dejar las costumbres del grupo (llevar el burka, por ejemplo) no podrán hacerlo, porque la presión del propio grupo se lo impedirá. Esto no es una hipótesis. Esto es real. Real y vergonzoso. Y aceptado por algunos.



Retomo el disparate inicial de la sra Valenciano, al decir que prohibir el burka aislaría aún más a las mujeres. ¿Aisladas de qué o de quién? Parece que la sra Valenciano quiere que las mujeres no puedan salir del gueto en que se encuentran. Allí no están aisladas. Al contrario, están sometidas por la presión de su grupo. Con el que nadie puede interferir. ¡Faltaría más!



El desprecio de la izquierda, en general, por Occidente es tan enfermizo, que llegan (Valenciano, Bibiana Aído y otros) a aceptar cualquier indignidad o vejación si lleva el sello de una tradición que no sea nuestra. Por supuesto, la izquierda no respeta a la Iglesia Católica como respeta al Islam. ¿Por qué? Porque el Islam, al menos el radical, es enemigo de Occidente. El que obliga a llevar burka, el que mata infieles, o se alegra que otros lo hagan.



Volviendo a la sra Valenciano. ¿Cuál será el siguiente paso, después del burka? ¿Piscinas para mujeres musulmanas? Seguro que a los socialistas se les ocurre algo.



El odio de la izquierda, en general, por los valores occidentales, que resumen como explotación, corrupción y violencia, es un peligro para nuestra libertad. Que muchos occidentales se den cuenta, es vital para nuestra supervivencia.


Sebastián Urbina.



3 comentarios:

Lectora dijo...

La verdad es que todo este tema de la vestimenta no parece fácil de solucionar.
El burka parece excesivo, es decir que en mi opinión sí habría que prohibirlo. Pero imagino que son una minoría en España las que lo llevan.
Otra cosa es la hiyab, tal vez ahí sí que se puede aplicar lo que dice esta señora.

Es curioso pero la mujer es la clave aquí, es a través de ella y su indumentaria como se dan a conocer los islamistas en este país.
Y por tanto es también a través de ellas donde se pueden cambiar las cosas, es indudable que si la mujer islámica se integra mínimamente verá mucho más ventajoso el adaptarse que el hombre islámico.

Y las mujeres islámicas también tienen hijos y los llevan al parque y cosas así, pocas pero se van animando, lo que pretendo decir con ello es que la forma mejor de solucionar esto es ayudándoles a adaptarse porque el rechazo les hará encerrarse más en su guetto.
Y esto es algo que depende de la sociedad.

Sebastián Urbina dijo...

Esta actitud y esta política no han triunfado en los países en que se ha aplicado.

En muchos disturbios hay inmigrantes de tercera generación. Quiero decir que, igual que los gitanos llevan 500 años en españa y no se han integrado, puede suceder lo mismo con los islamistas.

Hay grupos que entienden la cesión como una cobardía por nuestra parte. No como un acto de comprensións.

Por otra parte, su manera de actuar es el de dar pasos adelante. Una vez conseguido A, essto es intocable. Ahora iremos a por B. Etcétera.

No olvide que sus dirigentes espirituales (con gran influencia, como sucede en los grupos cerrados e intransigentes) no quieren integrarse y nos consideran infieles.

A veces no nos gusta ver lo que nos resulta desgradable. Pero me temo que el peligro está ahí.

Termino con una metáfora. Seguro que ha visto películas en la que se ataca un castillo. Pues bien, una vez que se abre una brecha el peligro es muy grave.

Lectora dijo...

Pues me temo que estamos en el paso 2 y que la brecha ya está hecha.