domingo, 27 de junio de 2010

PROMESAS INCUMPLIDAS.






El Congreso ha aprobado un centenar de proposiciones de ley y 99 mociones que el Ejecutivo no cumple. En el Senado se repite el patrón

El Gobierno ignora al Parlamento

27 Junio 10 - E. L. Palomera / M. Casado .

En el registro de la Cámara Baja hay casi setecientas proposiciones de Ley inscritas.

MADRID- ¿Recuerdan? «Nos comprometemos a que el Parlamento se convierta en el centro de la vida política». El entrecomillado aparecía en el programa electoral del PSOE, y lo proclamó infinitas veces Zapatero. Y no se puede decir que no haya habido presencia del Gobierno en el Congreso y el Senado. Los miembros del Ejecutivo han comparecido en pleno en la Cámara Baja 74 veces; 807 en comisión. Pero siempre hay un pero… ¿cumple el Ejecutivo con los mandatos del Parlamento? La respuesta es no. Mociones, proposiciones no de ley y alguna que otra proposición de ley duermen el sueño de los justos.

Es verdad que mociones y proposiciones no de ley no son vinculantes, el Gobierno no está obligado a cumplirlas, pero es razonable preguntarse para qué se impulsan, para qué se votan, y de qué sirve que se apruebe. En lo que va de Legislatura, en el registro del Congreso hay casi 700 proposiciones de ley. De ellas, más de un centenar han sido aprobadas por la mayoría de la Cámara. Prácticamente ninguna se ha cumplido. Y qué decir de las mociones. Más de lo mismo: 154 registradas y 99 ya aprobadas… y durmiendo el sueño de los justos. Es la suerte que correrá, seguro, la moción que impulsó esta semana el popular Jorge Fernández Díaz sobre la paralización de las obras del AVE junto a la Sagrada Familia en Barcelona. Y lo mismo ocurrirá con otras tantas impulsadas por el PP y aprobadas en pleno. Su portavoz, Soraya Sáenz de Santamaría se queja siempre de ello. Tanto es así que llevó su queja a una proposición no de ley, también aprobada, que obligaba a la vicepresidenta del Gobierno a comparecer al inicio de cada periodo de sesiones para explicar el grado de cumplimiento de los mandatos de la Cámara.

El PP tiene ejemplos para dar y tomar: una moción sobre la política fiscal que necesita nuestra economía para recuperarse, que incluía un Plan Global de reformas estructurales y otro de lucha contra el fraude fiscal; una más sobre el mantenimiento del poder adquisitivo de las pensiones (el Gobierno no ha rectificado en su propósito de congelar las pensiones) y otra sobre la reducción de la estructura del Gobierno y de la Administración.

La lista de incumplimientos de las mociones es inacabable: la nueva Ley de Financiación Local; un escenario de seguridad jurídica en Internet; un Plan del Turismo Horizonte 2020; un Plan Estratégico de Conectividad Aérea que garantice las comunicaciones en nuestro país; un plan para atender a las familias sobreendeudadas ; una nueva línea de crédito ICO para facilitar el pago de las Corporaciones Locales a sus proveedores o una reducción de un 25 por ciento de los gastos de personal de altos cargos.

En el Senado, la situación no es muy distinta. La victoria del PP en el Pleno del pasado miércoles ha reabierto una vieja herida. No es la primera vez que los grupos políticos de la Cámara Alta muestran su malestar por la falta de repercusión que tienen sus decisiones en la escena política. Pero sí es la primera vez que una portavoz, en este caso del PSOE, Carmela Silva, así lo constata. Después de que los senadores dieran luz verde a una moción para prohibir el uso del burka en los espacios públicos, la parlamentaria socialista quiso dejar claro que daba igual lo que allí hubiese sucedido y más aún lo que se hubiese votado: «El debate no se acaba aquí. Mañana mismo nos vamos a poner a hablar con todos los grupos porque no sólo estaba pactada una enmienda, sino una moción que intentará lograr el consenso».

La rabieta del PSOE ha levantado ampollas y nuevas críticas contra la utilidad de una Cámara Territorial. En lo que llevamos de legislatura los grupos del Senado han presentado 124 mociones, de las que 121 llegaron al Pleno. De ellas, 98 fueron aprobadas y 23 rechazadas, lo que implica que un 81 por ciento salieron adelante. Sin embargo, el Ejecutivo de Zapatero ha hecho caso omiso de los requerimientos de los senadores.

Ya en detalle, los datos ofrecen visiones curiosas. Los socialistas son los que más mociones han sacado adelante en el Pleno del Senado. De las 37 iniciativas que registró, 35 recibieron el visto bueno de la Cámara. Las otras dos fueron retiradas por la formación antes de ser debatidas en el hemiciclo. A la zaga le sigue su eterno rival. El PP ostenta en su poder el récord de mociones presentadas, nada menos que 53. De ellas, 32 fueron aprobadas y 23 rechazadas. Es, sin duda, el que más vuelcos ha sufrido también.

El resto de grupos les siguen a distancia. El Grupo Mixto ha presentado 9 iniciativas de este tipo, de las que 8 fueron aprobadas. La Entesa, por su parte, ha registrado 7 mociones y 6 de ellas recibieron el visto bueno del Pleno. Muy cerca se encuentra CiU, que tampoco ha perdido ninguna votación. De las 6 propuestas inscritas, todas salieron adelante, excepto una que, directamente, no fue admitida. (La Razón)

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