miércoles, 30 de junio de 2010

DEBERÍAN IR A LA CÁRCEL.













TRABAJARÁN EL SÁBADO POR RESPETO AL ORGULLO GAY (LD)

Los huelguistas: "Si nos tocan los cojones somos capaces de cualquier cosa"

  • "Si tenemos que reventar, reventamos todos"
  • "Si tenemos que entrar a matar, entraremos a matar"
  • "Si hay un solo expediente, un solo despido, volvemos a la huelga total"
  • "Somos el pueblo de Madrid"
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Dos millones de trabajadores sufrieron ayer las consecuencias de la huelga de Metro de Madrid, planteada por los sindicatos como un pulso agresivo y violento contra el Gobierno de Aguirre. Callados y sumisos ante el tijeretazo social de Zapatero, los sindicalistas no dudaron ayer en recurrir al sabotaje y a la amenaza, en acciones que rozan el delito, para desgastar al Gobierno regional sin que les importe el perjuicio a los trabajadores. Una huelga insostenible basada en la coacción. (La Razón)
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El portavoz del PP en la Asamblea de Madrid , David Pérez, ha considerado hoy que la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, "insulta" a los madrileños "al ponerse al lado de los piquetes" de Metro y responsabilizar a la presidenta Esperanza Aguirre de la huelga.

En una nota, el diputado madrileño lamenta que mientras los ministros Elena Salgado, Alfredo Pérez Rubalcaba y José Blanco han mostrado su apoyo al Ejecutivo regional, De la Vega se erige en "piquete de la huelga salvaje, dejando alucinados a los dos millones de madrileños que han visto pisoteados sus derechos y culpando de este atropello a la Comunidad".

Pérez ha respondido así a las declaraciones de la vicepresidenta primera del Gobierno, quien hoy ha pedido a Esperanza Aguirre que ejerza su responsabilidad y se siente con los convocantes de la huelga en el Metro para buscar una solución al conflicto.

El portavoz popular también se ha mostrado sorprendido ante el hecho de que el PSM e IU-Comunidad de Madrid no hayan condenado el incumplimiento de los servicios mínimos ni hayan exigido respeto a los derechos de los ciudadanos.

"El Grupo Socialista en la Asamblea se ha constituido en piquete contra los madrileños", ha aseverado Pérez, para quien el incumplimiento de los mínimos y la propia huelga es "una muestra de insolidaridad" con los desempleados de la región, los trabajadores públicos que han visto rebajado su sueldo, los empleados de Metro que no pueden trabajar por los piquetes y con los madrileños que no pueden usar el Metro.

A su juicio, "los sindicatos y sus cómplices socialistas y comunistas atacan los derechos de los trabajadores que utilizan el Metro". El diputado popular también sostiene en su escrito que quienes han incumplido los servicios mínimos en el suburbano están utilizando los servicios públicos y el patrimonio de los madrileños para defender sus reivindicaciones: "Toman como rehenes a los madrileños y nos utilizan como moneda de cambio de sus insolidarias exigencias", ha dicho.

Según Pérez, el Gobierno regional "nunca" ha eludido hablar con los trabajadores de Metro, aunque ha considerado que "no se puede negociar si no se cumple la legalidad de respetar unos servicios mínimos". (La Razón)

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¡Qué se puede esperar de los socialistas zapateriles!¡unos sí y otros no!¡Juguemos al escondite!

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NO A LA HUELGA SALVAJE DE LOS SINDICATOS

Luis María ANSON

La huelga es un derecho democrático fundamental. El abuso de los sindicatos al no respetar la ley cuando se convoca una huelga debe ser perseguido con toda la fuerza del Estado de Derecho. La transformación de los piquetes informativos en piquetes violentos es un delito. La violación de los servicios mínimos también es delito. Los dirigentes sindicales que cometan esos delitos no pueden quedar impunes ante la ley. Hay que denunciarlos, perseguirlos judicialmente, hacerles pagar las culpas que hayan cometido con grave perjuicio a los ciudadanos.

Ha llegado la hora de que concluya el temor reverencial a los sindicatos. Margaret Thatcher lo consiguió en Inglaterra. Aquí ha sido lo contrario en los últimos años, en los que Zapatero el dadivoso ha cubierto de mercedes a las centrales sindicales y se ha dejado aconsejar áulicamente por Cándido Méndez.

Como se lee hoy en un editorial de El Mundo, “la causa del conflicto reside en que los 7.000 trabajadores del Metro se niegan a aceptar el recorte salarial que quiere imponer el Gobierno de Esperanza Aguirre, en cumplimiento del decreto ley de ajuste presupuestario, aprobado en el Congreso y que afecta a todo el sector público”.

Frente a esa decisión, los sindicatos tienen derecho a convocar una huelga. Pero no salvaje. El Estado de Derecho ha establecido límites al derecho de huelga para paliar los perjuicios a los ciudadanos. Y hay que respetar esos límites. Hay que obligar a respetarlos. Ni el Gobierno de la Comunidad Autónoma madrileña ni el Gobierno de la nación pueden tolerar el escarnio que unos líderes sindicales prepotentes están haciendo de la democracia española, de nuestro Estado de Derecho. (El Imparcial)

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Acoso sindical ilegal e ilícito al Gobierno de Aguirre

El Metro en manos de gángsters

Los matones impiden que haya servicios mínimos

"El derecho a hacer huelga no es de mayor calidad que el derecho a trabajar de quienes no quieren hacerla, ni de menor rango que el derecho a la libre circulación sin que una banda de gángsters te lo impida", recuerda nuestra columnista Consuelo Sánchez Vicente. ¿Dónde ha quedado el derecho a utilizar el suburbano para trabajar, vagar y moverse por la ciudad?. (PD)

1 comentario:

María dijo...

Genial! Por respeto al orgullo gay... o sea que si sólo eres un trabajador que pretende llegar a su puesto de trabajo para no perderlo en los tiempos que corren no mereces respeto. Es mucho mejor respetar sólo el orgullo gay. Lo peor es que estarán orgullosos de ser tan tontos y de fastidiar a los demás.