UPyD (BALEARES)

RECAUDADOR DE IMPUESTOS

UPyD considera que la figura de un recaudador privado de los impuestos autonómicos y municipales es "una burla más" a los ciudadanos de estas islas

El Govern y los ayuntamientos reclaman más competencias pero no asumen las que les corresponden por miedo a perder popularidad · Sólo les interesa gastar los impuestos, pero no cobrarlos

Palma, miércoles 23 de junio

La noticia aparecida de que un recaudador privado podría haberse embolsado el año pasado al menos 18 millones de euros por cobrar los impuestos de la comunidad autónoma y 48 ayuntamientos mallorquines es la enésima prueba de que nuestra autonomía ha sido entendida como una suma de chiringuitos desde sus albores, una tapadera para permitir hacer negocios a los amigos de los políticos. UPyD lo considera una burla más a los ciudadanos de las Islas, que ven que su clase política, mientras lloriquea reclamando competencias, delega la función recaudadora en manos privadas.

El mismo Govern que reclama más financiación al Estado, pide apretarse el cinturón a la ciudadanía, dice perseguir el fraude fiscal y promete terminar con las duplicidades considera que es buena solución que un recaudador privado se quede con un 3% al menos de los impuestos autonómicos. Carles Manera crea una Agencia Tributaria autonómica paralela a la Agencia Tributaria Estatal y el Govern reclama más competencias al Gobierno central, pero nuestros políticos -sin excepción- no tienen inconveniente en seguir delegando las competencias a un recaudador privado. UPyD se pregunta qué sentido tiene asumir competencias para que después se queden en manos privadas. Que en la mayoría de autonomías esta competencia sea ejercida por la Administración autonómica demuestra el grado de irresponsabilidad de las formaciones políticas tradicionales de las Islas, más inclinadas a la popularidad que supone el gasto que a la impopularidad que entraña el cobro de impuestos. Al parecer la clase política balear ha olvidado que cuando se gobierna se gobierna para lo bueno y para lo malo.

Los ayuntamientos se apropian de competencias para las que no tienen financiación, sin importarles endeudar hasta el cuello las exhaustas arcas municipales, pero no quieren hacerse cargo de su responsabilidad de cobrar los impuestos por riesgo a perder popularidad ante los ciudadanos. No hay que olvidar que a lo largo de la última década los ayuntamientos de Mallorca han duplicado su gasto de personal; la falta de personal no es, por tanto, pretexto para no cobrar los impuestos. El hecho de que haya otros ayuntamientos –como Calvià o Campos- que sí cobran sus impuestos demuestra que sí una alternativa menos onerosa para los ciudadanos.