Una orgía de gastos es el panorama que el diputado del Grupo Mixto del Parlamento Catalán, José Domingo, dibujó tras haber estudiado las subvenciones que entre 2006 y 2009 recibió la Plataforma pro Selecciones Deportivas Catalanas.
Esta organización recibe 1,2 millones de euros anuales del departamento de Vicepresidencia, en manos del republicano Josep Lluís Carod-Rovira. En total, pues, 4,8 millones de euros que han servido para pagar viajes, dietas, pins bañados en oro o estancias en medio mundo de colaboradores y amigos. “Eso significan 400 salarios de 30.000 euros cada uno, una cantidad significativa en época de crisis”, subrayó.
Desde septiembre pasado, este diputado ha ido persiguiendo los números, pero las trabas administrativas para llegar a los justificantes fueron continuas. Al final, según declaró ayer, pudo tener acceso a varias cajas con miles de folios. “Y sólo dos mañanas para tomar notas, porque no me quisieron dar copia, aunque tengo derecho como diputado. Una vez ya tuve que pedir el amparo del presidente del Parlamento”, asegura. Y ahora, lo ha vuelto a hacer para que le sean reconocidos sus derechos a recibir la información que solicita.
Pero en vez de fotocopias, tuvo como aliados un puñado de folios y un bolígrafo, con lo que anotó lo más llamativo. Por ejemplo, que en el año 2003 Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y la Plataforma -presidida por un militante republicano, Xavier Vinyals- firmaron un convenio, ratificado en 2006, para concretar las ayudas. Y la primera fue la cesión de un edificio de la Generalitat, en el céntrico pasaje Parmanyer, a la entidad deportiva. Pero luego comenzó la lluvia de millones, que fueron gastados de manera arbitraria. Por ejemplo, aunque la Plataforma tiene sólo una persona en plantilla, utiliza a una decena de personas con las que firma contratos de servicios y que pasan facturas de distintos montos, desde los 5.000 euros mensuales del gerente, hasta los 4.000 0 3.000 de otros colaboradores.
Los colaboradores han viajado a cuenta del erario público a Miami, Manila, Cali, Copenhague, Sao Paulo, Recife, Asunción, Londres, Lisboa, Sttutgart, Bariloche, Estonia, Letonia, Lituania, Bielorrusia y, muy frecuentemente, El Cairo, Jartum y Budapest. Pero hay más gastos: “La Plataforma es de una generosidad encomiable -ironizó Domingo-. Con el dinero de los catalanes, se están pagando los desplazamientos de selecciones iberoamericanas a Sudáfrica, por ejemplo. He acreditado que el 8 de octubre del 2008, la selección uruguaya de Hockey voló a Johannesburgo con los gatos pagados. Fueron 19.960 euros. Y la gran generosidad se extiende a patinadores de Venezuela, Colombia o Ecuador, cuyos viajes a Chile fueron pagados con fondos públicos catalanes. No sé si pagar a deportistas de élite es una finalidad adecuada de las subvenciones de la Generalitat”, ha asegurado Domingo.
También es “extremadamente generosa” con directivos de otros países. Como con Armando Quintanilla, presidente de la Federación Sudamericana de Patín. O con Álvaro Triana, presidente de la Federación Colombiana de Patinaje, que es también “un asiduo” de los viajes de la Plataforma. Estos viajes, además, incluyen estancias en hoteles de lujo (léase el Sheraton, el Ritz o el Gran Melià). En Barcelona, por ejemplo, se han llegado a pagar más de 500 euros por la estancia de una noche en el hotel Casa Fuster. A una delegación del Comité Olímpico Filipino, encabezada por su secretario, Stephen Chu Hontiveros, se le pagó un viaje de 7.725 euros desde Manila a Barcelona. Y directivos suizos, rusos y daneses de la Federación Internacional de Icestock viajaron, asimismo, gratis total con el dinero de la Plataforma pro Seleccions Catalanes.
El diputado catalán desveló también que algunos colaboradores viajan frecuentemente con el dinero de las subvenciones de la plataforma, como el egipcio Mahmou Ramadan, asesor de las federaciones catalanas de Korfball y de Patinaje, con frecuentes viajes a Egipto y Marruecos. Domingo destacó también que, con el dinero recibido, la Plataforma encarga informes a amigos. Como uno sobre las selecciones deportivas catalanas, por el que cobraron 36.000 euros el eurodiputado de CiU Ramon Tremosa y Joan Pons. O dos informes más de Joaquim Monclús, por 5.223 euros cada uno. La revista Sapiens, dirigida por Eduard Voltas, fue otra beneficiada: la plataforma firmó con ella un convenio por el que le pagaba 120.000 euros a cambio de un documental y varios reportajes.
Una cena opípara... con Benach incluido
Pero había más sorpresas: la Plataforma instauró los premios President Companys para distinguir a personalidades ligadas al deporte. Su dotación: 30.000 euros. Pues bien, casi todos los deportistas de élite que lo recibieron se embolsaron el dinero, incluido el presidente de la federación catalana de Hockey, Ramon Basiana.... todos menos Pep Guardiola, que renunció a la dotación económica. Y precisamente el jurado de este premio pasó una factura de 1.758 euros de una cena en el restaurante Set Portes de Barcelona. “No está mal. Pero no he logrado saber el número de comensales porque no me lo dijeron”, matizó Domingo. Curiosamente, este ágape fue presidido por el propio presidente del Parlamento, el también republicano Ernest Benach.
En el apartado de merchandising, se quejó de que se encargaban pins bañados en otro y en plata y de que se cargaron al erario público incluso banderas esteladas (la senyera con un triángulo azul y una estrella). Pero lo curioso del caso es que el material que pagan las subvenciones se vende luego por Internet desde la propia página de la Plataforma.
“Es una situación de absoluto dispendio. Me ha escandalizado el nivel de excesos, de gastos. Vistos los magros resultados de la Plataforma, desde el punto de vista de la eficacia es injustificado el mantenimiento de estas subvenciones. Pero desde el punto de vista del rigor y el sentido común, el mantenimiento de las mismas para servir a partidos es improcedente e inasumible por la ética política. Por tanto, que Carod reflexione sobre su conveniencia y que corte el grifo”. Para ello, presentó ayer una moción pidiendo un informe a la Sindicatura de Cuentas sobre las subvenciones de Presidencia, Vicepresidencia, Cultura y Acción Social y que se cree una oficina de transparencia a la que tengan acceso todos los ciudadanos y donde obtengan información de cómo se gasta el dinero público. (El Confidencial)
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