sábado, 19 de junio de 2010

LA POBREZA INTELECTUAL DE LA IZQUIERDA.






Almudena Grandes y el rector de la UCM, por la renovación de la izquierda

  • EFE.

La escritora Almudena Grandes y el rector de la Universidad Complutense, Carlos Berzosa, intervienen en el I Foro de Participación Social para la renovación de la izquierda, que se celebra en el Congreso de los Diputados, con el objetivo de crear un nuevo espacio más abierto y plural.

Almudena Grandes es una convencida de que la izquierda tiene que cambiar y ha reivindicado, en declaraciones a Efe, la vigencia de las palabras de Lenin cuando dijo que la primera obligación de un revolucionario "es comprender la realidad".

"Y creo que la realidad impone un cambio de estructuras, de estrategia y de programas", ha subrayado la novelista, quien ha apostado por la refundación no ya de un partido político sino de un concepto: "la política de izquierdas".

Ha afirmado que el margen actual para hacer política desde la izquierda "no ha sido tan estrecho como ahora" y es por ello por lo que hay que cambiar las estrategias.

Carlos Berzosa se ha centrado más en la crisis económica y aunque ha defendido un discurso propio de la izquierda porque "si la izquierda no es anticapitalista no es nada", asegura, ha emplazado a atender las "urgencias" que ésta ha creado.

Así, el rector de la Complutense ha recalcado que la izquierda debe respaldar el déficit y la deuda pública porque si no existieran "sería peor todavía", ya que significaría la ausencia de políticas sociales.

El Foro, que se creó en marzo pasado y supera los 200 asociados, celebra esta tarde unas jornadas de debate en torno a dos mesas: una más centrada en la crisis económica, y otra, en la recomposición de la izquierda.

Participan en esta iniciativa, según ha explicado su presidenta Montserrat Múñoz, coordinadora de Política Institucional de IU, personas "con y sin carné" de la federación, a las que les mueve el mismo deseo de contar con una izquierda de amplias sensibilidades ideológicas y "amable" internamente.

Gaspar Llamazares, diputado de IU en la Cámara Baja, y la diputada en la Asamblea de Madrid Inés Sabanés son otros de los asistentes a este foro e impulsores del proyecto, al que es ajeno el coordinador general de la formación. (ADN).

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VALORES DE DERECHA Y DE IZQUIERDA.



Es un lugar común distinguir entre ‘derecha’ e ‘izquierda’. Pero ¿qué significa ser ‘de derechas’ o ser ‘de izquierdas’? Definiciones hay muchas, aunque, tal vez, la que utiliza la mayoría de ciudadanos es la que asigna a partidos de izquierda la defensa de valores como la igualdad de oportunidades, la tolerancia, la participación, la justicia social, un Estado garantista y protector, etcétera; y a partidos de derecha, principios como el del mérito, el trabajo, la confianza en la economía de mercado, la apuesta por un Estado mínimo y poco regulador, una autoridad fuerte, etcétera.



Sería preocupante que la mayoría de los ciudadanos creyera, en serio, que los partidos de izquierda y de derecha responden a estos parámetros. Veámoslo más de cerca.



Por ejemplo, se dice que la izquierda defiende la igualdad de oportunidades. ¿Quiere decirse que la derecha no la defiende? Ya no se trata de opiniones a favor o en contra. Es que, como cuestión de hecho, los partidos de derecha defienden la igualdad de oportunidades, al menos como los partidos de izquierda. Parece, por tanto, que deberíamos eliminar este criterio (supuestamente diferenciador entre derecha e izquierda), el de ‘igualdad de oportunidades’.



Incluso podríamos poner algunos ejemplos. La actual enseñanza, de pésima calidad, no ayuda a la igualdad de oportunidades. Los hijos de familias de clase media baja y baja, tenían (cuando la enseñanza pública era de mayor calidad) la oportunidad de mejorar social y económicamente. La LOGSE es, en gran medida responsable, de este deterioro, y es obra de la izquierda. O sea, ha perjudicado, aunque por vía indirecta, la igualdad de oportunidades.



Podría decirse que uno de los ideales de la izquierda es, más que la igualdad de oportunidades, la igualdad de resultados. Este tipo de igualdad, aplicado a la enseñanza ha tenido, y tiene, nefastos efectos. Es cierto que ha igualado el nivel estudiantil. Pero lo ha igualado a la baja. Y los informes PISA de educación, nos sitúan en los últimos lugares de Europa en calidad educativa.



Otro valor de la izquierda sería la ‘tolerancia’. Hay que tener grandes tragaderas para creer que la izquierda monopoliza la tolerancia, o el valor de la tolerancia. También como cuestión de hecho, es falso. De todos modos, primero habría que aclarar qué se entiende por tolerancia. Pongamos un ejemplo. Gracias, otra vez, a la LOGSE y a la ideología de izquierdas, se ha minado la autoridad de los profesores. ¿Supone esto más tolerancia? Las aulas son, ahora, más conflictivas y ruidosas. Los profesores tienen más bajas laborales por depresión. Y los buenos estudiantes tienen más dificultades para estudiar y aprovechar el tiempo.



¿Tal vez se refieren, por ‘tolerancia’, a que han legislado a favor del matrimonio homosexual? Pero una cosa es la tolerancia y otra la demagogia. Solamente tres o cuatro países en el mundo aceptan el matrimonio entre personas del mismo sexo. ¿Qué dice la derecha represora? En general, apuesta por las ‘uniones civiles’. Las personas del mismo sexo que quieran convivir pueden hacerlo y, además, acceder a los mismos derechos que los cónyuges de un matrimonio. Pero no son un matrimonio. No manipulemos el lenguaje.


Desde la noche de los tiempos, el matrimonio se refiere a la unión entre hombre y mujer. ¿Es tolerancia despreciar el significado de las palabras?



Cuando las palabras pierden su significado, la gente pierde su libertad’. Confucio.



La ‘participación’ sería otro valor típico de la izquierda. Por tanto, la exclusión y el silencio serían típicos de la derecha. ¿A quién pretenden engañar con estas falsedades? Hay que ser un sectario de izquierdas para tragar estas simplezas demagógicas. ¿Quieren decir que cuando la derecha gana las elecciones se termina la participación de los ciudadanos y que se retoma al ganar la izquierda? Hay que tener tragaderas muy grandes.



¿Se acuerdan del antidemocrático Pacto de Tinell? ¿Y del ‘cordón sanitario’? Son ejemplos de cómo entiende la izquierda (y sus amigos nacionalistas) la participación. ¿Cómo se puede hablar de ‘participación’ como un valor de la izquierda, cuando han tratado de excluir de las instituciones democráticas al principal partido de la oposición?



Por cierto, recordemos que el reconocimiento del voto a las mujeres, durante la II República española, fue obra de la derecha. No de la izquierda. Como lo oyen. Eso es participación.



Otro valor de la izquierda sería ‘la justicia social’. Recordemos la propaganda del partido socialista durante la época felipista. Sacaron a relucir el amenazante doberman, y dijeron que si ganaba la derecha quitarían las pensiones a los jubilados. Por supuesto, todo era mentira. Tanta mentira nos obliga a recordar que Prusia fue el primer país en crear un sistema público de pensiones, llamado de reparto. De la mano de Bismarck, el llamado Canciller de Hierro (1815-1898). Tampoco fue la izquierda.



Como dice M. Rojas, en ‘Reinventar el Estado del Bienestar’, Suecia ha sido un modelo para los socialdemócratas. Pero ha sido este país el que ha puesto de manifiesto las debilidades de este modelo cuando se sobrepasan ciertos límites. Suecia ha iniciado, a partir de la profunda crisis de los años 90, la búsqueda intensa de un Estado del Bienestar más viable. M. Rojas cuenta cómo Suecia ha pasado del Estado benefactor al Estado posibilitador, con gran éxito.



Con otras palabras, frente al Estado Benefactor, dispuesto a controlarlo todo y a decidirlo todo desde la cuna a la tumba, típico de la izquierda, se ha impuesto el Estado Posibilitador. Éste se entiende como un complemento (para la justicia social) del vigor de la sociedad civil. De la creatividad y la dinamicidad de la economía de mercado. Pero no se trata de un Estado mínimo y desregulador. Aunque es la propaganda de la izquierda contra la derecha.



O sea, que el Estado del Bienestar, en manos de la izquierda, entró en un callejón sin salida por no controlar el gasto público, ni las prestaciones sociales. Eso sí, las intenciones eran buenas.


En fin ¿cuáles son los valores típicos de la izquierda?


PD.

Ahora resulta que la primera tarea de un revolucionario es 'comprender la realidad'. Claro, la izquierda lo había olvidado y de ahí la crisis. Ahora comprenderán la realidad y todo irá bien.


Pero no. Con los anteojos que utilizan (léase teorías y valores) no van a ningún sitio. Mejor dicho, a la ruina y al sufrimiento de millones de personas. Como es su especialidad. Esperemos que la gente no caiga en la trampa. Una vez más.



Sebastián Urbina.

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