martes, 7 de julio de 2009

EL ERROR DE CAMPS.





EL ERROR DE CAMPS.

Uno de los fundamentos inexcusables de la democracia es la honradez de los que se dedican a la cosa pública. Es por eso que los políticos no sólo deben conducirse con rectitud, sino también dar una imagen de probidad. La penúltima estación del ramal valenciano del caso Gürtel ha terminado por salpicar a Francisco Camps. El delito del que se le acusa es menor, pero las consecuencias políticas podrían ser mucho mayores como consecuencia de la mala estrategia para defenderse que ha empleado el político valenciano desde un primer momento.

El importe de los trajes hechos a la medida que, siempre según el juez, Camps recibió de las empresas de Correa, no es especialmente significativo y el sentido común parece dictar que el presidente de una Comunidad Autonóma no se corrompe por tan poca cosa. Sin embargo, según se extrae del auto hecho público por el juez Flors, Camps mintió a la opinión pública cuando aseguró que aquellos trajes los había pagado en metálico y de su bolsillo.

A no ser que Camps o el PP sepan algo que tanto nosotros como el juez ignoramos, parece claro que el camino que debería haber seguido Camps es el de reconocer que había recibido un regalo, asegurar que lo aceptó ignorando los sucios tejemanejes de la trama de Correa, pagar a continuación su importe y pedir perdón a la opinión pública. Pero en lugar de eso, se defendió haciéndose acompañar de todo su partido, por lo que cualquier duda sobre la veracidad de esta defensa le hace especial daño tanto a él como a la dirección del PP.

Y eso es precisamente lo que ha ocurrido. La estrategia adoptada por Camps ha sido severamente dañada por el juez, lo que le obliga a dar dos explicaciones y no una. La primera aclarar cuáles son sus vínculos con Servimadrid Integral, la empresa que pagó los trajes a través de un cheque. La segunda confirmar o desmentir los indicios de delito que aprecia el juez Flors en su auto. A estas alturas, Camps ya no se encuentra ante una elección que puede posponer o eludir, sino ante una obligación que tiene que atender y hacerlo, además, cuanto antes.

El auto del TSJCV ha cambiado el campo de juego, desde ayer el asunto de los trajes se juega en el terreno judicial y no en el político o el periodístico como ha venido sucediendo hasta ahora. Durante lo que queda de semana, Camps está en plazo para recurrir el auto ante el mismo juez que lo ha dictado, como ya ha anunciado que hará. Si Flors se mantuviera en sus trece, Camps quedaría en una posición muy delicada, porque con el auto en firme al presidente de la Comunidad Valenciana sólo le restaría defenderse ante un tribunal con un jurado popular, con lo que ello podría tener de desgaste para la institución que preside.

En cualquier caso, Francisco Camps no es el único damnificado de todo este escándalo. La dirección nacional del Partido Popular, es decir, Mariano Rajoy, ha puesto algo más que la mano en el fuego por su barón levantino y en cierto modo han ligado sus destinos políticos. Rajoy queda, de esta manera, expuesto a idéntico escrutinio público y conminado a dar explicaciones tan pronto como le sea imprescindible hacerlo a Camps. Con esto, evidentemente, no contaba el líder popular, y ese no ha sido un error de Camps sino enteramente suyo. (LD)

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CAMPS, ANTE LA DIMISIÓN

Luis María ANSON

Publiqué en esta misma sección, al encenderse el asunto, que si Francisco Camps no exhibía las facturas de sus trajes o los cheques con que los pagó o los resguardos correspondientes, lo iba a pasar muy mal. El cohecho por su cuantía es irrelevante. Pero es cohecho. También fue irrelevante la cantidad que Pilar Miró endosó al dinero público. Y, sin embargo, tuvo que dimitir en medio de un escándalo que pulverizó su bien ganado crédito.

Si los tribunales no aceptan el recurso que ha anunciado el presidente valenciano, si la imputación permanece y el juicio oral, en consecuencia, se hace inevitable, a Francisco Camps no le queda otro camino que dimitir. Ha sido un excelente presidente de la Generalidad valenciana, y la mayoría del pueblo le respalda, como se demostró en las elecciones europeas, pero hay cuestiones de ética política que resultan insoslayables. El presidente de una Comunidad Autónoma no puede sentarse en el banquillo de los acusados sin dimitir.

Claro está que Francisco Camps, aunque sea juzgado y condenado por haberse metido en una ratonera absurda, podría presentarse, si el juez no le inhabilita, a las próximas elecciones. Y seguramente las ganaría. En todo caso, qué error, qué inmenso error. Habría bastado con endosar el gasto de determinados trajes, imprescindibles por razón del cargo, a protocolo para que todo hubiera quedado en agua de borrajas. Lo malo, si es que se ha producido, es la mentira. El asunto Watergate no hubiera derribado a Nixon. Tuvo que dimitir de la Presidencia de los Estados Unidos porque mintió.

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Román Cendoya: "Si condenan a Camps por un regalo, que se dé por jodido todo el mundo"

07.07.09 | (PD)
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(PD).- Camps está en apuros. Unos trajes están suponiendo la mayor amargura de la vida política del presidente de la Generalitat Valenciana. Según el analista Román Cendoya, no es en la causa judicial donde está el verdadero problema, sino en lo político, por haber negado que le habían regalado los trajes. Se plantea Cendoya: "¿Por qué va a tener que dimitir Camps por mentir con los trajes si Rubalcaba sigue y mintió con lo de ETA?" Cree también que a Bárcenas le toca aguantar "la campaña" porque "lo quieren convertir en el fusible anterior a Mariano Rajoy".

El juez ve indicios de racionalidad en que Camps pudo cometer un delito de cohecho pasivo. ¿En qué consiste esta figura?

Es una figura peligrosísima porque lo que hace es tipificar como delito el que una persona, por su condición de cargo, pueda recibir un regalo. En este país es cohecho pasivo, que lo es, todos los regalos que reciben los cargos por Navidad. Es una situación muy complicada, porque si tú eres ministro, juez, y recibes por esa condición, y sin que el que regala espera nada a cambio, está cometiendo un cohecho. Y en este punto, ¿qué son las cacerías de Garzón? ¿Qué son las cajas de puros y las botellas carísimas de armañac que reciben los ministros o los alcaldes? Eso es cohecho impropio.

¿Por qué, si este delito está en el Código Penal desde hace tiempo, tenemos noticias de él por Camps si los regalos son el pan nuestro de cada día en España?

Como dice el propio auto, hay indicios de que se han hecho esos regalos y, lo que no está probado, es que se han hecho por cierto interés. La figura es complicada. Si condenan a Camps porque recibió un regalo, que se dé por jodido todo el mundo, sobre todo, la industria económica de este país, que vive del regalo de Navidad.

¿Qué salida tiene ahora Camps?

El problema que tiene ahora Camps no es el cohecho. Lo que de verdad le puede traer problemas es el haber dicho que él se ha pagado siempre sus trajes y que no ha recibido regalo de esta gente. Si hubiera dicho desde el primer día que Álvaro Pérez era su asesor de imagen, tal y como se ve en la información de este martes de El País, que le trajo los trajes para unas fotos y luego se los llevó, que era el partido el que abonaba esas facturas,... pues, yo creo que no hubiera pasado nada. El problema es que le cogieron a contrapié la primera vez y luego, en lugar de 'enmendalla', lo que ha hecho es 'mantenella'.

Tiene, entonces, mala salida.

Mala salida política. Penal la tiene tirada. Es decir, en caso de que se produzca el juicio, que el auto está recurrido, la Justicia va a tener un problema para conseguir nueve personas que puedan juzgar a Camps sin estar contaminados previamente –que no pertenezcan a ninguno de los partidos, que no haya motivación política y que, en función de los medios de comunicación que lean u oigan, no tengan una posición fijada-. Además, la pena por este delito es muy pequeña.

¿Y políticamente?

Ahí está el problema. Se le puede acusar de mentir. Pero si en este país se le empieza a hacer destituir a la gente por la mentira, el primero tendría que ser el ministro de Interior, que en el Congreso, que eso sí que es grave, dijo por tres veces que había verificado que ETA no iba a volver a matar, sabiendo que eso no era verdad. ¿Por qué Camps tiene que dimitir por decir en la Cámara que ha pagado unos trajes y Rubalcaba puede seguir habiendo mentido en un tema que ha acarreado tan graves consecuencias?

¿Está actuando bien la dirección nacional del Partido Popular?

No lo sé. Sólo al final se sabrá si ha actuado bien o mal. El PP está en una situación muy comprometida, en tanto en cuanto el secreto del sumario le está impidiendo saber qué es lo que hay y qué es lo que no hay. Y yo creo que la política no se puede hacer en base a titulares de los periódicos.

¿Pero cómo está siendo la política de comunicación del PP en sus casos de corrupción?

Yo creo que no lo están haciendo bien, tendría que haber más calidad. No pueden estar escondidos o dando respuestas de artista de cine o de futbolistas: “Yo he venido aquí a hablar”… No, no, mire, usted tiene que hablar de lo que se le pregunte y afrontar lo que hay con un discurso. Yo creo que lo que tendrían que hacer primero es tener una idea común dentro del partido de qué hay que hacer y de ahí comunicar, pero como falta lo primero…

¿Se está refiriendo al caso del tesorero del PP, Luis Bárcenas?

Aquí sólo hay un caso, que es el caso Gürtel. No podemos caer en la trampa mediática del Grupo Prisa de que como el caso Gürtel ya no vende lo convertimos en el caso Bárcenas y luego pasamos al caso Camps… No, aquí hay un caso, el caso Gürtel.

¿Pero Bárcenas tendría que dimitir ya?

Bárcenas si hubiera tenido que dimitir lo tendría que haber hecho el primer día. Pero ahora no le queda otro remedio que seguir aguantando, no se puede dimitir en base a presiones mediáticas. En el momento en el que vaya delante del juez y diga lo que hay ya veremos. Yo creo que lo que está sufriendo Bárcenas es una estrategia de persecución política. Los que están utilizando política y mediáticamente el caso lo quieren convertir en el fusible anterior a Mariano Rajoy.

Hablo usted de la utilización mediática. ¿Se refiere al Grupo Prisa?

Por ejemplo, la grabación de la conversación en la que acababa con eso de que se devolvía el regalo y no publicarlo es un servicio político que está dando a favor de una causa. Yo creo que los medios no se tienen que prestar a esto. Utilizar la información como ariete de forma segmentada, graduada y puesta a disposición de una causa política no me parece decente. Yo creo que eso no es el papel de los medios de comunicación. Ahora, cuando estás en una situación en la que necesitas ayudas, fusiones y que trabaje otras cosas que no es el libre mercado algunos acaban cayendo en este tipo de cosas.


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