Luis María ANSON
Holanda ha interrumpido su plan de energía eólica. La electricidad sale diez veces más cara que la producida por una central nuclear. Es sólo un buen negocio para fabricantes y distribuidores de los molinos.
En España, Zapatero, en contra de las posiciones de Felipe González, abomina de la energía nuclear y ha derramado en el año 2008, del dinero de todos, la astronómica cifra de 3.304 millones de euros para subvencionar las energías renovables (1.144 millones para la eólica).
Los expertos aseguran que las experiencias con la energía solar, todavía carísima, demuestran que tiene futuro y además no destroza los paisajes como hace la energía eólica. En todo caso, parece claro que si se administrara bien el dinero de todos los españoles, deberíamos disponer de un plan de construcción de energías nucleares para equipararnos a Francia. El país vecino satisface sus necesidades eléctricas en un 80% gracias a las centrales nucleares. En España apenas se roza el 20%.
Zapatero tiene ocurrencias como el muchacho de preuniversitaria en su periódico mural. No es serio que no se establezca un debate sobre la energía nuclear y que con toda la prudencia y todas las cautelas hagamos lo que se está haciendo en los países de nuestro entorno. La dependencia energética española alarma. Ante cualquier circunstancia internacional adversa lo pasaríamos muy mal. Ni se puede ni se debe rechazar que avancemos en alguna de las energías renovables, subvencionándolas eso sí con un poco más de contención. Pero a medio plazo es necesario abordar la construcción de nuevas centrales nucleares para equipararse a Francia, que es lo que exige la lógica y el sentido común. (ElImparcial)
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