La vida de los otros.
Escritor y director, Florian Henckel, protagonizada por Ulrich Muhe, Martina Gedeck, Sebastian Kock, Ulrich Tukur.
Se trata de una historia que transcurre en un paraíso comunista,
Pero todos saben, aunque no se atrevan a decirlo en voz alta, que TODO depende del régimen. Como le decían los Jemeres rojos a Pin Yatay (autor de L’utopie meurtrière):
‘Donde quiera que vayas,
La famosa actriz, interpretada por Martina Gedeck, acepta acostarse con el Ministro de Cultura, porque irritar a los jerifaltes socialistas es muy peligroso. Su éxito artístico podría desvanecerse. Incluso ella misma podría desvanecerse. Físicamente. Su doble vida, engañando al hombre que ama, Ulrich Muhe, la lleva a la desesperación y a las drogas.
Llega a convertirse en una piltrafa humana, gracias a uno de los altos representantes del Estado socialista. La han forzado a actuar así, miserablemente, los miembros de
Pero hay un socialista decente. Al menos en la película. Y traiciona a sus camaradas. Lo paga muy caro. Por eso había tan poca gente decente entre los socialistas alemanes del paraíso comunista. Era muy duro ser decente.
¿Cómo es posible tanta barbarie? Porque hay gentes que son perfeccionistas sociales. Ya no pueden soportar por más tiempo la injusticia y la opresión capitalistas y se lanzan de cabeza a la sociedad ideal. Es decir, el paraíso comunista. Fracaso total. Pobreza, control, sufrimiento y muerte de la libertad.
¿Aprenden la lección de su fracaso? ¿Piden excusas? Nada de nada. Se trata, dicen ellos, de una incorrecta aplicación de la ''verdadera doctrina''. Siguen igual que antes. Lo volverán a intentar, si pueden. Son un verdadero peligro. Ya ven, algunos de ellos (por no decir muchos) todavía admiran a Fidel Castro, un dictador. Pero un ''dictador bueno''. ''De izquierdas''.
Así son. Y, los muy miserables, se creen moralmente superiores. Vaya con cuidado. Especialmente con sus hijos. No permita que les enseñen bazofia colectivista y ''buenismo'' de pacotilla. Por cierto, en uno de los textos de la asignatura ‘Educación para
‘Lo que está fuera de control es, precisamente, el capitalismo y el socialismo no es otra cosa que el freno de emergencia. Es la única esperanza que le queda a la humanidad para pararle los pies al capitalismo’.
Por cierto, Alemania Oriental (1984), tenía la segunda tasa de suicidios más alta de Europa. El número uno lo ostentaba otro paraíso comunista, Hungría. Otro gran éxito del socialismo real.
Sebastián Urbina
1 comentario:
Este horror y otros peores son los que no tuvimos que sufrir al perder la guerra el Frente Popular. Eso sí que deberíamos recordarlo todos los días...
saludos
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