domingo, 25 de marzo de 2012

LA ESPAÑA PROVINCIANA

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
OPOSICIÓN DEL GOBIERNO CANARIO

Miles de canarios rechazan en la calle la búsqueda de petróleo en las islas

  • Soria autorizará prospecciones

  • El Gobierno de Canarias recurre el permiso(ld).

     

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    LA ESPAÑA PROVINCIANA.


    Estos treinta últimos años, dominados por el Estado de las Autonomías, y su secuela de nacionalismo, regionalismo, y provincianismo, ha producido generaciones de catetos.

     

    La primera responsabilidad está en los políticos, pero no la única. Políticos mediocres, aprovechados, sin sentido de Estado y sin el mínimo patriotismo, han permitido (o facilitado) que las mentalidades aldeanas sean lo más 'guay'. Y han proliferado.


    Ya pasó con el agua. 'El agua es mía' bramó cada político de turno, acompañado por la 'ciudadanía' indignada. Mejor que el agua se pierda en el mar antes que repartirlo con nuestros compatriotas españoles. Que eso es de derechas. 

     

    Cada Autonomía un Principado, un Imperio, una Nación. O sea, una cuadrilla de gilipollas. En esta bazofia han participado activamente muchos periodistas y periódicos. Sesudos profesores y subvencionados varios. Por no hablar de políticos.


    En fin, a copiar el espíritu de la Primera República Española. ¡Ridículos! ¡Estúpidos!


    Y ahora Artur Mas dice que Cataluña sería como Massachusetts si no estuviera explotada por la 'bota española'. Gilipollas. cat. A partir de ahora debería ser llamada, 'Catachusetts'.

     

    Y los políticos supuestamente nacionales mirando para otro lado. ¡País de mierda! Y los amigos de los terroristas en las instituciones democráticas. ¿Democráticas?

     

    Rajoy, no quieras pasar a la Historia como un acomplejado. Ya no digo que seas como Zapatero. Esto es prácticamente imposible. Pero la muy grave crisis global que sufre España requiere inteligencia y agallas políticas. No hay que tratar con sonrisas los desafíos intitucionales de los fanáticos catalanistas. Lo tomarán como debilidad. Ni hay que seguir con los pantalones bajos (y a escondidas) ante el entramado etarra. Estamos ante un momento crucial de la Historia de España.

     

    ¡No puedes defraudar a España y a los españoles! 

     

    Elige: serás ensalzado por las presentes y futuras generaciones, o maldecido.


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